De la tragedia minera
¬ Augusto Corro martes 7, Ago 2012Punto por punto
Augusto Corro
Con tristeza vemos que poco a poco nos hemos convertido en un pueblo sin esperanza de justicia.
Los mineros enfrentan diariamente la muerte para conseguir salarios de hambre. En tanto, los empresarios de las minas obtienen ganancias multimillonarias.
La zona minera de Coahuila se convirtió en una zona mortal para los miles de trabajadores que se dedican a sacar carbón mineral de las entrañas de la tierra. Suman cientos los mineros que perecieron en el interior de los túneles debido a la falta de medidas preventivas.
El gas grisú y los derrumbes se convirtieron en los principales enemigos de los mineros.
¿Dónde están las autoridades laborales encargadas de inspeccionar los centros de trabajo para evitar tanta tragedia?
Lo ignoramos. Solo sabemos que sus omisiones o negligencias enlutan los hogares de los trabajadores en la zona carbonífera.
En el presente, nadie puede negar la explotación a que son sometidos los miles de mineros.
Mientras un minero obtiene de 900 a 1200 pesos por su esfuerzo en las minas, el empresario logra ganancias superiores a los cien mil pesos.
En los últimos quince días, perecieron quince trabajadores: seis de ellos en una mina de la compañía Altos Hornos de México (AHMSA), propiedad de Alfonso Ancira Hernández, uno de los diez hombres más ricos de México.
Después de la tragedia, la situación volverá a la normalidad y los mineros seguirán en el fondo de las minas, sin seguridad alguna, abandonados a su suerte.
Es en vano exigir que las autoridades cumplan con su función de inspectores. Nunca lo han hecho. ¿Por qué tendrían que hacerlo ahora?
TIEMPOS DE DEFINICIONES
A la derrota de la izquierda mexicana le seguirán tiempos de definiciones.
Una vez que el tribunal electoral declare, oficialmente, el triunfo del priísta, Enrique Peña Nieto, como presidente de México, en los partidos de izquierda se efectuarán los ajustes respectivos.
Por ejemplo, es un secreto a voces, que la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se alejará de Andrés Manuel López Obrador. Esa distancia de “Los chuchos”, como lo hemos señalado en este espacio, obedece a las pugnas por el poder al interior del partido.
“Los Chuchos” y los lópezobradoristas siempre mantuvieron rencillas y enfrentamientos que quiérase o no, reflejaron una imagen de rijosos.
López Obrador tendrá que decidir su situación al frente de las izquierdas.
Es posible que “Los chuchos” opten por consolidar su grupo político con Marcelo Ebrard Casaubon y los gobernadores Angel Aguirre y Graco Ramírez, de Guerrero y Morelos, respectivamente.
También podrían incluir al mandatario tabasqueño, Arturo Nuñez.
Los legisladores deberán redefinir en qué tribu practicarán su militancia. Tienen muchas opciones para aplicar la tradicional puñalada de la traición.
Algunos tendrán que sumarse al grupo que mejores ganancias, políticas o económicas, les ofrezcan.
Otros buscarán formar nuevas agrupaciones políticas. Por ejemplo, Gerardo Fernández Noroña, el controvertido político de izquierda, está encaminado en la formación de su propio partido, que se llamaría Movimiento de Izquierda Libertaria.
Después de su segunda derrota en las elecciones presidenciales, a López Obrador se le presentará un escenario muy complejo en los tiempos por venir, con los sinsabores propios de la política.
A todo esto, ¿dónde está Cuauhtémoc Cárdenas? ¿Ya abandonó a su suerte al tabasqueño?
De lo que no existe duda alguna es Jesús Zambrano, el dirigente perredista, será uno de los primeros en retirar su apoyo a López Obrador.
Así es la condición humana. No olvidar que hablamos de un “Chucho” de hueso colorado.
El profesor René Bejarano seguirá con la bandera del lopezobradorismo porque le permite ganancias y la sobrevivencia política, en sentido estricto. Pocos superan el descrédito a que fue sometido en aquellos videos en los que aparecía con las bolsas de dinero mal habido.
Ahora, René se encuentra convertido, nuevamente, en uno de los pilares de apoyo del tabasqueño.
OTRA AMENAZA A LYDIA CACHO
Con pena y tristeza nos informamos que no cesa el hostigamiento hacia la periodista Lydia Cacho. Una nueva amenaza contra su vida, obligó a la comunicadora a tomar la decisión de irse al extranjero.
Como se encuentra la situación en el país, fue la mejor determinación que pudo tomar Lydia, quien puso al descubierto una red de pederastas.
Ojalá y no tarde mucho en regresar a su México, en el que, por ahora, se encuentra sumido en la violencia. Concretamente, la vida de los periodistas corre grave riesgo ante tanta impunidad de la delincuencia.
México es uno de los países más peligrosos para ejercer la práctica del periodismo.