El negocio de las armas
¬ Juan Manuel Magaña martes 31, Jul 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Uno de los malos resultados de la guerra de Calderón en el narcotráfico es que propició que los cárteles se armaran hasta los dientes y con lo mejor que hay en el mercado.
Para eso precisamente han contado con cantidades inagotables de dinero, pues nunca fue un propósito de esa guerra afectar sus riquezas.
En suma, el tráfico ilegal de armas ha sido un excelente negocio para Estados Unidos y no creo que lo ignore Calderón; él lo estimuló, porque sencillamente de allá le han pedido la guerra.
Tan bien armados están los cárteles que no sólo se han apoderado de vastos territorios en el país, sino producido, junto con las fuerzas del orden, más de 60 mil muertos.
Pero ese tráfico de armas no es lo que explica tanto muerto, por más que Calderón se esfuerce en que así se entienda.
Es por eso que a cada rato sale con que Estados Unidos debe frenar el tráfico ilegal de armas, pues con esa bandera busca ocultar la responsabilidad de su guerra en el auge de ese negocio.
Y hasta recientemente impulsó con la cancillería un tratado internacional dizque para clausurar el fabuloso negocio. Y por supuesto que el intento terminó en fracaso.
El gobierno de México tuvo que sufrir la derrota de que en la Organización de las Naciones Unidas se haya aplazado la adopción del Tratado sobre el Comercio de Armas, el llamado ATT por sus siglas en inglés, “debido a la oposición de una minoría de países”.
Nos minoritearon, como quien dice, porque así es como funciona la democracia global.
Durante un mes hubo intensas negociaciones entre los 193 Estados miembros de la ONU, pero la Conferencia Diplomática relativa al ATT concluyó el pasado viernes en Nueva York sin acordar nuevos estándares internacionales que permitan regular el comercio de armas convencionales en el mundo.
La cancillería mexicana no tuvo más que lamentar que esta conferencia haya generado grandes expectativas para muchos países y la sociedad civil, pero sin haber podido adoptar el Acuerdo no obstante los esfuerzos desplegados.
El gobierno de México, se dice, esperaba un Tratado sobre el Comercio de Armas “fuerte y robusto como lo requiere la grave situación que padecen numerosas sociedades en todos los continentes, debido a la venta y transferencia irresponsables de armas y municiones”.
El spot dirá que “el gobierno del presidente de la República quiso salvar al mundo del tráfico de armas”.
Y ni modo, como su guerra sigue y la subordinación de México a la realidad del negocio de las armas es patente, pues sólo queda sentarse a contar más muertos en este país hasta… ¿hasta que Calderón se vaya?