¿En serio, Madero vs Calderón?
Roberto Vizcaíno martes 31, Jul 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Mientras el Presidente busca que la asamblea sea en noviembre, Madero lucha porque sea en mayo
- Los tiempos son esenciales, si Gustavo logra su objetivo, habrá dejado en el camino a Felipe
- Los antecedentes dicen sin embargo que el michoacano ganará al chihuahuense
Luego de la debacle del 1 de este julio, el PAN vivió el estupor. Pese a que todos los indicadores anunciaban el desastre, la candidata presidencial Josefina Vázquez Mota salía al escenario a cantar su victoria.
El presidente Felipe Calderón y su gabinete guardaron distancia y silencio y el dirigente formal de Acción Nacional, el senador Gustavo Madero se escondió resguardado por su escaño. El ex gobernador de Jalisco y ex presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña, prefirió hacer efectivo su bono como embajador de México en España por los meses que queden de aquí al cambio de gobierno y hasta que el nuevo mandatario decida sustituirlo por alguien con mayores merecimientos.
El resto de las estructuras blanquiazules contuvieron la respiración.
Una vez pasado el tsunami, apenas sacaron las cabezas del naufragio, Felipe Calderón y Gustavo Madero comenzaron a darse de manotazos por la única tabla de salvación que les quedó enfrente: la dirigencia del PAN.
El panismo había perdido prácticamente todo: la Presidencia de la República y el gabinete y todo el Sector Paraestatal y las embajadas. Miles y miles de cargos con salarios superiores a los 80 mil pesos y hasta el medio millón mensuales y, sobre todo, el control de la enorme chequera billonaria que representa el Presupuesto Federal y los ingresos petroleros. A partir del primero de diciembre ya no firmarán ni decidirán a quién dan los enormes contratos que opera el gobierno federal.
Así, perdido el paraíso, desde hace quizá unos 20 días, ambos personajes se han lanzado en sus respectivas cruzadas a lo largo y ancho del país, en busca de los apoyos requeridos de los consejeros nacionales para obtener el control legal y político de lo que queda de Acción Nacional.
Lo interesante de todo este asunto, es que al parecer la disputa por el control del PAN es cierta.
Y que de un lado está Felipe Calderón, presidente saliente de México y por el otro Gustavo Madero, senador de la República, y empresario de Chihuahua.
Ni qué decir que tras de cada uno hay otros muchos panistas que han comprendido la tragedia y el destino que les espera, si logran o no el control de su partido.
¿Quién ganará?
Bueno, sin duda la experiencia cuenta… y también las posiciones y apoyos de cada uno.
LAS CANICAS DE CADA UNO
Veamos: Felipe Calderón Hinojosa, originario de Morelia, Michoacán donde nació el 18 de agosto de 1962 (el próximo mes cumplirá los 50 años), es producto de una familia panista formada por don Luis Calderón Vega y doña Carmen Hinojosa y cuenta con 4 hermanos: Luisa María (hoy virtual senadora pluri), Luis Gabriel (médico), Juan Luis (quien fue diputado federal en la LV Legislatura), y María del Carmen.
Casado con Margarita Zavala, ex diputada federal, tienen 3 hijos: María, Luis Felipe y Juan Pablo.
Es egresado de la Escuela Libre de Derecho y cuenta con dos maestrías, una en economía por el ITAM y otra en administración pública, en Harvard.
Su carrera política es amplia: fue asambleísta en la ALDF; secretario Nacional de Acción Juvenil, secretario de Estudios y secretario general de Acción Nacional en el período de Carlos Castillo Peraza como dirigente nacional, representante ante el IFE y luego presidente del CEN blanquiazul entre 1996 y 1999. En su dirigencia el PAN ganó las gubernaturas de Nuevo León, Querétaro y Aguascalientes, así como 14 capitales de estados, entre ellas Monterrey.
En 1995 fue candidato a gobernador de Michoacán y entre 2000 y 2003 coordinador de la fracción parlamentaria del PAN en la Cámara de Diputados.
Su contendiente ahora, el senador Gustavo Enrique Madero, originario de Chihuahua, Chihuahua donde nació el 16 de diciembre de 1955, es decir, 6 años mayor que Calderón, es empresario metido a político.
Egresado de Ciencias de la Comunicación por el TEC, fue vicepresidente de la Coparmex en su estado y su apoyo político surge de ser nieto de Evaristo Madero González, hermano menor de Francisco I. Madero.
El dirigente formal del PAN fue director general de Planeación y Evaluación en el gobierno de Francisco Barrio Terrazas y luego candidato perdedor a la alcaldía de Chihuahua en 2003.
Logró luego ser diputado federal por el VI Distrito de Chihuahua y en 2006 logró la senaduría.
El 9 de junio de 2008 a la caída en desgracia de Santiago Creel, Madero lo sustituyó como coordinador de la fracción hasta el 26 de agosto de 2010 en que fue lanzado para ocupar la presidencia del PAN, cargo que ocupa desde el 4 de diciembre de 2010.
¿CUAL SERÁ EL DESENLACE?
Con estos antecedentes, la obviedad nos dice que Felipe Calderón tiene mucho mayores posibilidades de ganar esta pelea.
Para comenzar es Presidente de la República. Pero por si eso no fuese suficiente, hay que recordar que él fue quien logró colocar a más consejeros en la más reciente integración de ese órgano de dirección del PAN.
De cualquier forma el michoacano ha sido diputado federal en 2 ocasiones, secretario de Estado y dirigente de diversos niveles en el PAN, hasta llegar a la presidencia nacional de este partido.
Es decir, sabe del manejo del poder y conoce la estructura del legislativo y de su partido, el PAN.
Ni qué decir que si en el Consejo Político blanquiazul están su esposa Margarita Zavala y una decena de sus colaboradores en el gabinete, en las bancadas de la siguiente legislatura estarán Ernesto Cordero, su candidato presidencial y ex secretario de Hacienda; Javier Lozano, ex secretario del Trabajo, su hermana Luisa María Calderón y un buen de colaboradores y beneficiarios de su administración.
En cambio Madero quizá no cuenta ni con una docena de aliados, entre ellos al parecer uno que –dicen– es quien lo “cabalga políticamente” y que lo usa para organizar al anticalderonismo dentro de Acción Nacional, y que es el ahora senador electo Javier Corral.
Este ha sido señalado por Juan Ignacio Zavala como quien “ya salió, cual ave de rapiña, a lanzarse para quedar en lugar del tambaleante Madero que ha perdido no solo elecciones, sino hasta el estilo y la seriedad. Según Zavala, cuñado de Calderón, Corral, aprovechándose de la “inocencia” de Madero, usa al actual presidente de Acción Nacional para lanzarlo contra Calderón.
¿QUÉ QUIEREN?
Bueno, Felipe Calderón y Gustavo Madero cabildean hoy apuradamente con las cúpulas del PAN en los estados, y con consejeros nacionales, en busca de obtener la mayoría suficiente en el Consejo Político a celebrarse el 11 de agosto.
Calderón necesita obtener el apoyo de al menos 191 de los 381 consejeros, para impulsar que la Asamblea Nacional Extraordinaria se realice en noviembre, es decir, antes de que entregue el poder. Y es que Calderón quiere:
Modificar los estatutos de Acción Nacional para:
1. Ir a una nueva forma de elegir a sus candidatos (postular a los mejores y a los que la ciudadanía espera);
2. Establecer una nueva forma de administrar el financiamiento público y privado, para destinar mayores recursos a los procesos electorales.
3. Ir a un nuevo modelo de organización en el que haya sincronía entre la elección de dirigentes y la elección de candidatos;
4. Que permita además nuevos mecanismos para sancionar o excluir con rapidez y eficacia a panistas cuya conducta trastocan la identidad del PAN;
5. Endurecer los estatutos para evitar deslealtades y pleitos internos por elección de candidatos;
6. Ir a un mayor acercamiento con los jóvenes.
Evidentemente que junto con todo esto, va también el cambio de presidente del PAN, es decir, el despido de Madero y una nueva integración del Consejo Político.
Por eso Madero busca que la Asamblea sea en mayo y no en noviembre y que nada de lo que Calderón quiere hacer, se logre.
Por eso el primero habla de la necesidad de refundar al PAN y el otro, sólo de renovarlo. En eso están. Pronto sabremos quién ganó. Quien logre el control, será quien decida las candidaturas panistas de los próximos años y quien negocie las reformas y los acuerdos con Enrique Peña Nieto. Es decir, quien sobreviva políticamente al desastre del pasado 1 de julio.