Enrique Peña Nieto pide a fuerzas políticas actitud constructiva y propositiva

• Demanda aprovechar el nuevo escenario para que todos los sectores participen en los cambios que necesita el país

Roberto Vizcaíno

El candidato triunfante del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, habló de su reunión con el presidente Felipe Calderón Hinojosa y señaló que fue cordial y en el marco de la institucionalidad. (Foto: Gustavo Camacho)

Al explicar que en su primer encuentro con el presidente Felipe Calderón a dos semanas de la elección, no acordaron más que trabajar por una transición de poderes en paz y dentro del respeto institucional, Enrique Peña Nieto afirmó que la legitimidad en el cargo de Presidente de la República no se la otorga ninguno de sus opositores, ni siquiera Andrés Manuel López Obrador, sino el voto de los más de 19 millones de mexicanos que lo eligieron a él.

Negó temer que el tabasqueño le ponga un mote como el que le aplicó a Calderón al decirle “presidente espurio”, y advirtió que el PRI es el que se encargará de responder a cada imputación o descalificación.

Aseguró que una vez que el Trife califique la elección y le entregue su constancia de Presidente Electo, no habrá entre él y su partido ninguna “sana distancia”, sino una militancia actuante que espera se traduzca de entrada en un apoyo de este partido hacia sus reformas estructurales.

Pero aclaró:

“Creo que el partido tiene que renovarse, actualizarse, reformarse para la vida política institucional de los tiempos modernos y de los tiempos democráticos”.

Mañana, cuando cumpla 46 años de edad, lo festejará en familia, lejos de grandes concentraciones y actores políticos, aseguró.

Aprovechó el encuentro con los periodistas que cubren sus actividades y otros muchos que acudieron a una invitación a su rueda de prensa, para aclarar que él no tuvo nada que ver con el despido o renuncia del locutor Pedro Ferríz de Con del diario Excélsior y el canal de televisión de Grupo Imagen.

Por lo demás, se reiteró un serio aspirante a Presidente demócrata, que hoy en espera de la calificación del Trife, respeta a sus opositores y disidentes o críticos y que no cuestiona a los jóvenes del 132 que pretenden bloquear el próximo 1 de septiembre los recintos del Congreso para impedir que se instale la siguiente Legislatura y el 1 de diciembre para evitar que él tome posesión.

Simplemente, pidió que todo eso lo hagan quienes han prometido hacerlo, dentro de los cauces legales y los invitó a reflexionar si su objetivo se enmarca dentro de una actitud democrática.

Dijo que es muy temprano para pensar y pronosticar cual será el escenario que habrá el 1 de diciembre, día en que deberá rendir protesta o ante el pleno del Congreso -senadores y diputados-, o ante los magistrados de la Suprema Corte de Justicia, según lo prevé la nueva reforma constitucional.

“Yo creo que está todavía a distancia como para hacer previsiones desde ahora. Soy respetuoso de las manifestaciones que se den por la vía legal, por la vía pacífica, por el ejercicio de la libre manifestación… pero convencido estoy que quienes participamos en democracia, primero tendríamos que asumir una actitud democrática”.

En obvia referencia a López Obrador y sus seguidores y adeptos, recordó que en el ejercicio de la democracia, “no hay ni triunfos, ni derrotas para siempre, y que todo ejercicio democrático exige, de quienes participan en él, asumir también actitud democrática, de respetar el resultado de una elección”.

Explicó que en su encuentro con Calderón, no se abordó el tema de los comentarios del mandatario respecto a la supuesta compra de votos en la elección ni los del dirigente de Acción Nacional, Gustavo Madero quien dijo que Peña Nieto debería explicar lo de la compra de votos y que no sabía si los legisladores del blanquiazul iban a asistir o no a la toma de posesión del mexiquense.

“No hablamos del tema… creo que el interés de ambos (de Calderón y Peña Nieto) está en ver hacia adelante y en establecer una relación constructiva y una transición dentro de un ambiente y clima de estabilidad y armonía.

Indicó que tampoco se abordó la cuestión de sacar adelante las reformas previstas con la participación de los diputados del PRI y PAN, ante el anuncio de que los del PRD -al igual que hace 6 años-, volverán a oponerse a toda reforma dentro del Congreso.

Dijo confiar que la experiencia dejada por el conflicto poselectoral de hace 6 años llevará a todos los partidos a asumir una posición más constructiva y a participar decididamente en las reformas que se requieren para relanzar al desarrollo a México.

“Veo un escenario favorable, optimista, de que realmente logremos esos acuerdos, a partir de los que ya señalaba: creo que hay una experiencia y un aprendizaje de todos los partidos políticos de lo que hoy demanda la sociedad mexicana, que exige acuerdos. Y creo que todos los partidos políticos ya tenemos en nuestro haber, en nuestro aprendizaje, en nuestra experiencia lo que propició y lo que pospusimos por la falta de acuerdos”, recordó.

En cuanto a la relación que tendrá con el PRI una vez que asuma la Presidencia de la República, Peña Nieto explicó:

“Mi participación personal con mi partido político será: primero, en mi carácter de Presidente de la República, tendré un gran respeto por la institución presidencial, y para ser un gobierno para todos los mexicanos.

“Pero ello de ninguna manera me priva, ni conculca mi derecho político a mantener mi militancia y mi actividad política dentro de mi partido, el que espero permita también impulsar reformas al interior de mi partido, como varios sectores del propio partido han venido señalando y postulando.

“Creo que el partido tiene que renovarse, actualizarse, reformarse para la vida política institucional de los tiempos modernos y de los tiempos democráticos. “Y creo que mi participación estará vigente y activa dentro de este proceso al interior de mi partido”, concluyó.