La delincuencia
¬ Augusto Corro martes 17, Jul 2012Punto por punto
Augusto Corro
Conforme transcurra la semana conoceremos el desenlace de dos hechos que conmovieron a la opinión pública.
El primero está relacionado con el brutal asalto que sufrieron 90 jóvenes en un campamento religioso en Chalco: fueron violadas cinco mujeres, dos de ellas menores de edad.
Como en esas películas de terror, los delincuentes (trece sujetos, entre ellos una mujer) armados irrumpieron en el lugar donde acampaban los cristianos para someterlos con violencia y amenazas.
Los jóvenes que efectuaban un retiro espiritual vivieron horas de infierno ante la imposibilidad de defenderse.
Cansada de abusar, la banda de delincuentes huyó del lugar en dos coches que robaron a las personas que acampaban.
El hecho, que ocurrió en la madrugada del viernes, pero que se conoció el sábado, fue condenado por la opinión pública, debido a que los asaltantes abusaron de jóvenes que solo realizaban un retiro espiritual.
Las autoridades del Estado de México (Edomex) informaron de la captura de un asaltante y la identificación de los demás miembros de la banda.
El propio procurador, Alfredo Castillo Cervantes, explicó que ya hay avances muy importantes y que las primeras detenciones se darán a conocer en los próximos días.
El gobernador de la mencionada entidad, Eruviel Avila, sostuvo una reunión con los familiares de las víctimas a quienes les ofreció ayuda psicológica, jurídica y médica.
El segundo caso se refiere a la detención del agente federal, Bogard Felipe Lugo de León, implicado en la balacera registrada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en la que murieron tres policías federales.
Aún siguen prófugos los agentes Zeferino Morales Franco y Daniel Cruz García por quienes se ofrece una recompensa de 5 millones de pesos.
Como informamos, los mencionados policías federales se enfrentaron violentamnte en uno de los pasillos de la Terminal 2 del AICM: dos uniformados perecieron en el lugar y uno más en el hospital cuando recibía los primeros auxilios.
El asunto impactó a la opinión pública nacional y extranjera, porque se evidenció la presencia del narcotráfico en un sitio atestado de representantes de la fuerza pública de diferentes corporaciones.
Zeferino y Daniel, desde la clandestinidad, acusaron a sus superiores de estar inmiscuidos en el tráfico de estupefacientes.
A raíz de la captura de Bogard se conocerán más detalles de lo que ocurre en el AICM.
MEDIDAS DRÁSTICAS
La semana pasada, Olga Sánchez Cordero, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se pronunció por adoptar medidas drásticas para recuperar la paz social dentro del marco de un Estado constitucional, democrático y social de derecho.
La impartidora de justicia, al recibir la medalla Ignacio L. Vallarta manifestó que “debemos actuar en esta hora en la que nuestro país atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia”, cuando se registran altos índices de delincuencia, una crisis de seguridad nacional y una cada vez más dura y acérrima lucha contra el crimen organizado”.
El mensaje de la ministra es muy importante porque la violencia crece, incontenible, en todas las regiones de México.
Hasta en los lugares más recónditos ocurren acciones delincuenciales. ya son cotidianos los levantamientos, secuestros, desapariciones y asesinatos colectivos.
La sociedad mexicana está sumida en el terror. La guerra fallida contra la delincuencia organizada obligó a una lista interminable de víctimas a cambiar su forma de vida. Ya es común hablar del tejido social destrozado por las actividades de los cárteles de la droga y sus 70 mil muertos.
En otras cosas se impone la necesidad de las medidas drásticas para que en la lucha contra el crimen organizado las autoridades ofrezcan resultados positivos.
Porque ocurre que diariamente se nos informa de detenciones o capturas de delincuentes, pero la violencia no cesa, al contrario, cada vez se eleva más el número de decapitados o ejecutados, etc.
Cabe añadir que tenemos leyes suficientes para contrarrestar las actividades de los grupos delictivos, pero no se aplican.
Los encargados de impartir y procurar justicia, no todos, han sido cooptados por la delincuencia y se ofrecen al mejor postor y caen directamente en la corrupción. Los actos delictivos no son privativos de los narcos, los delincuentes del fuero común también se muestran incansables.
Nada ni nadie los detiene. Saben que las autoridades, repetimos: no todas, están en condiciones de recibir dinero a cambio de favores, de que les unten la mano.
PEDALEAN Y LEEN
En otra ocasión, en este espacio hablamos de un asunto singular: la disminución de penas a los reos que leyeran determinada cantidad de libros.
Esto ocurre en las cárceles brasileñas, donde los reclusos que así lo deseen pueden descontar 48 días al año a su condena si se inscriben en el programa de lecturas.
Los interesados tienen que entregar resúmenes de lo leído y con esto es suficiente.
A lo anterior se le sumó una actividad nada común: pedalear una bicicleta para producir energía eléctrica. Una conexión parte de la bici y se conecta a una batería de coche para proveerla de electricidad. Los acumuladores de energía son empleados para dar energía al alumbrado público de una plaza local.
El programa solo se realiza en la cárcel de Santa Rita do Sapucai, en Brasil.
Debido al éxito obtenido en ambos programas es posible que se aplique en otros centros penitenciarios.
En el mencionado país, las cárceles están superpobladas.
Los expertos calificaron de interesantes las mencionadas propuestas, “pues reducen las penas y le dan una base social y cultural a la gente”.