Ulises muestra el músculo
Roberto Vizcaíno martes 27, Abr 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El encuentro político de alto nivel nacional de ayer en Oaxaca, alrededor del evento de toma de protesta de Eviel Pérez Magaña, fue no un apoyo a este candidato -que sabe ganada de antemano su elección-, sino una muestra del músculo de un gobernador con mala fama mediática, pero ampliamente reconocido por su capacidad de operación político-electoral, que busca desde ahora posicionarse para dirigir a su partido
Para nadie dentro del PRI es un secreto que luego de las elecciones del 4 de julio próximo sigue la contienda interna para renovar la dirigencia nacional del PRI.
Beatriz Paredes tiene los días contados y deberá entregar el 4 de marzo del próximo año las riendas de un tricolor triunfante, a quien, desde ahí, conducirá el lanzamiento del candidato priísta a la Presidencia de la República a principios de 2012.
Y no pocos quieren que ese presidente del PRI sea Ulises Ruiz Ortiz.
Eso quedó demostrado ayer en el Zócalo de la ciudad de Oaxaca, donde Ulises Ruiz Ortiz, bajo el pretexto de la toma de protesta de su candidato a gobernador, la de Eviel Pérez Magaña, logró reunir a la mayor concentración de políticos de los últimos tiempos.
Prácticamente, sólo faltó su amigo Enrique Peña Nieto, quien se disculpó de no acudir porque anda en Brasil, pero mandó en su representación al diputado Alfonso Navarrete Prida. Le dijo Peña Nieto que estará con él en Oaxaca al arranque de la campaña de Eviel.
La verdad es que todos saben que la vinculación personal adquirida por Ulises y Enrique es muy estrecha, que se ven constantemente y que no hace falta demostrarlo en actos públicos.
Quizá de esa unidad conocida entre ambos gobernadores, y de sus respectivos futuros políticos, se derive la presencia de muchos de quienes sí estuvieron ayer en el Zócalo.
Mire, ahí estuvieron Beatriz Paredes, presidenta del PRI; Manlio Fabio Beltrones, líder de los senadores del tricolor; Francisco Rojas, coordinador de los diputados priístas; Cruz López Aguilar, líder de la CNC, y Marco Bernal, dirigente de la CNOP.
Los gobernadores Fernando Ortega Barnés, de Campeche; Eugenio Hernández Deras, de Durango; Mario Marín, de Puebla; Jesús Alberto Aguilar Padilla, de Sinaloa; Fernando Toranzo, de San Luis Potosí; Andrés Granier Melo, de Tabasco; Fidel Herrera Beltrán, de Veracruz. Ivonne Ortega, de Yucatán, había anunciado su llegada, pero al final no se le vio junto al grupo. En total estuvieron 8 gobernadores de 19 que son los de extracción priísta.
En este contexto fue por demás importante que ese grupo lo engrosaron los candidatos a gobernador Carlos Lozano de la Torre, de Aguascalientes; Jorge Herrera Caldera, de Durango; Javier López Zavala, de Puebla; Roberto Borge, de Quintana Roo; Rodolfo Torres Cantú, de Tamaulipas; Mariano González Zarur, de Tlaxcala y Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz. Siete de 12.
Entre otros también estuvo Manuel Martínez Garrigós, alcalde priísta de Cuernavaca y a quien muchos ven como el próximo gobernador de Morelos.
De igual forma, estuvieron Enrique Jackson Ramírez, ex líder de las bancadas del PRI en la Cámara de Diputados y el Senado; Enrique Martínez y Martínez, ex gobernador de Coahuila; Sami David David, ex candidato a gobernador en Chiapas; Héctor Hugo Olivares Ventura, ex líder de la CNC; Augusto Gómez Villanueva, ex de todo; Juan José Moreno Sada, ex secretario de Finanzas y ex diputado federal; Carlos Jiménez Macías, senador, y Jorge Emilio González, líder del Partido Verde Ecologista, quien llegó acompañado por el senador Arturo Escobar y un nutrido grupo de diputados federales del PVEM.
Los diputados federales estuvieron encabezados por Carolina Viggiano Austria, de Hidalgo; Carlos Flores Rico, de Tamaulipas y ex dirigente nacional del Movimiento Territorial; José Ramón Martel, de San Luis Potosí; Rubén Moreira, de Coahuila; Eduardo Alonso Bailey, de Nuevo León; María del Rosario Brindis, Roberto Rebollo y Ninfa Salinas, del DF; Humberto Lepe y Eduardo Ledesma, de Baja California; Mario Moreno Arcos, de Guerrero; Blanca Estela Jiménez y Juan Carlos Natale, de Puebla; David Sánchez y Alejandro del Mazo Maza, del Estado de México; Sergio Lobato, de Chiapas; Emiliano Cinta Martínez y Arturo Zamora, de Jalisco; Rafael Pacchiano y Carlos Alberto Ezeta, de Querétaro.
Evidentemente, estuvieron ahí todos los diputados y senadores, alcaldes y otros funcionarios que forman la estructura de poder en Oaxaca.
El encuentro político de alto nivel nacional de ayer en Oaxaca alrededor del evento de toma de protesta de Eviel Pérez Magaña, fue no un apoyo a este candidato -que sabe ganada de antemano su elección-, sino una muestra del músculo de un gobernador con mala fama mediática, pero ampliamente reconocido por su capacidad de operación político-electoral que busca desde ahora posicionarse para dirigir a su partido.
¿Qué dijeron unos y otros ahí?
Mire, lo de siempre. Lo importante fue el acomodo de cada uno, sus actitudes, pero sobre todo, la presencia alrededor de un gobernador que se mostró por demás complacido.
Ayudo el clima, de sol esplendoroso al medio día; el marco formidable del Zócalo oaxaqueño, y la gente que por varios miles abarrotó todos los espacios y reaccionó ante las arengas de unos y otros, percibiendo que su gobernador saliente puede tener un futuro distinto de todos los que le antecedieron, quienes, o han sido echados a patadas, o que salieron repudiados o peleados con su sucesor, o con el sistema de los cobijó e hizo ricos.
Ya veremos dentro de poco si esto es cierto.
OTROS CANDIDATOS: En contrapunto, durante el sábado también rindieron protesta los candidatos a gobernador del PRI en Tamaulipas, Rodolfo Torres Cantú y el de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre. A uno y otro les acompañaron sus círculos políticos locales.
El que sigue sumando apoyos es el priísta Miguel Alonso Reyes, candidato al gobierno de Zacatecas, quien rendirá protesta el 18 de abril ante Beatriz Paredes.
Reyes ha sumado a sus filas durante los últimos días al reconocido empresario Javier García Saucedo, ex subsecretario de Desarrollo Económico y Bárbara Romo Fonseca, ex subsecretaria de Turismo del gobierno perredista de Amalia García.
Bárbara es además hermana de Gerardo Romo, ex líder del PRD zacatecano y ahora coordinador de la campaña del candidato perredista, Antonio Mejía Haro. Pero hay más, pues pronto se sumarán a la campaña del candidato tricolor Miguel Rivera Sánchez, Héctor Pastor Zirahuén Alvarado, Javier Mendoza Villalpando y Otilio Rivera Herrera, quienes operaban en la Secretaría General de Gobierno.
Esto ocurre en Zacateas, mientras que en Sinaloa, ante la postulación del ex priísta Mario López Valdés (mejor conocido como Malova), y su lanzamiento por la alianza PRD-PAN, miles de militantes blanquiazules, inconformes con esta candidatura, iniciaron una campaña con carteles y calcomanías que tienen la leyenda: “Yo soy un panista congruente… anulo mi voto 2010”.
ELECCIÓN COMPETITIVA: Así las cosas, para el ex gobernador sonorense y líder de la bancada del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, las 15 elecciones estatales -12 de ellas para gobernador-, serán de muy alta competitividad, “pero con un PRI al alza”.
Consideró que dentro de este contexto no es extraño que el gobierno de Felipe Calderón haya decidido seguir una estrategia mediática para culpar al Congreso (a senadores y diputados federales) de los males que genera la ineficacia y mediocridad del propio gobierno federal.
Recordó que esa misma estrategia la adoptó y aplicó Fox con resultados negativos.
“La estrategia e ideología de Fox es un reflejo de la incapacidad del gobierno de Felipe Calderón”, sentenció ahora Beltrones y comentó que es por demás triste el papel del gobierno y su partido, el PAN, de tener que aliarse con sus enemigos ideológicos para captar candidatos de PRI, o con origen en el PRI, “para poder postular un candidato en su alianza, lo cual habla muy mal de la misma pobre estrategia que tiene esa alianza”.
EL MARTES, NUEVA LEY: Los diputados federales Carlos Flores Rico y José Yunes adelantaron que el martes su bancada impulsará la aprobación de la nueva Ley de Desarrollo Social, con la cual se pretende evitar la dispersión de recursos y sobrecostos, además de ampliar coberturas.
Pero sobre todo, con esta nueva legislación se establecerá la obligación de que todos los programas federales de desarrollo social sean convenidos con los gobiernos de los estados, a través de sus órganos de planeación.
“Lo que buscamos -dijo Flores Rico-, es avanzar en la construcción de una política social de Estado orientada a hacer realidad los derechos sociales consagrados en la Constitución”.