Alarde de fuerza
Ramón Zurita Sahagún lunes 12, Abr 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El simbolismo de la elección de 12 gobiernos estatales se reduce a Oaxaca, entidad en la que se dará el choque de fuerzas que servirá como marco de calentamiento al proceso presidencial de 2012.
Por eso, el PRI decidió mostrar parte de su músculo y movilizó a la toma de protesta del candidato al gobierno local, Eviel Pérez Magaña, a parte de su alta estructura, en un alarde de fuerza que pretende nivelar el adelantamiento del candidato opositor Gabino Cué Monteagudo.
En Oaxaca, el proceso electoral del cuatro de julio se reduce a la expresión de la oposición de poder acabar con los cacicazgos priístas, golpeando al más representativo de ellos.
De ahí el alarde fuerza del que hicieron gala en la rendición de protesta de Pérez Magaña, al que acudieron un importante número de gobernadores, otro tanto de candidatos y las principales figuras del tricolor, con la excepción de la gema que representan para ellos el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto.
Fueron, eso sí, los duros, los exponentes del priísmo ancestral, aquellos que haciendo gala de su fuerza colocaron a sus “delfines” en las antesala de su propia sucesión estatal.
Llegaron para mostrar que Ulises y Eviel no están solos en esta lucha por el poder desatada por los partidos de oposición al PRI y que dieron origen a la mezcla de agua y aceite que representan las alianzas entre derecha e izquierda.
En esta disputa, Ulises y su candidato no están indefensos, ya que Fidel Herrera Beltrán (Veracruz), Mario Marín Torres (Puebla), Ismael Herrera Deras (Durango), Jesús Aguilar Padilla (Sinaloa), Andrés Granier Melo (Tabasco) y Fernando Toranzo (San Luis Potosí), entre otros se encuentran a defender a piedra y lodo el bastión priísta de Oaxaca, sin importar las alianzas o los intentos que realicen los opositores para arrebatarles el reducto.
Por eso, Beatriz Paredes Rangel, presidenta del partido tricolor, advirtió que su partido no realiza alianzas espurias, ya que le basta con lo propio para defender sus espacios.
La tlaxcalteca aprovechó el evento para lanzarse en contra de aquellos traidores que en busca de sus beneficios personales optan por el cambio de camiseta en una clara referencia al candidato de la coalición opositora, Gabino Cué, quien durante varios años militó en el partido tricolor, el que abandonó para integrarse a las filas de Convergencia, partido bajo cuya bandera conquistó la alcaldía de Oaxaca y la mayoría en el Senado de la República.
Pero si los priístas foráneos le brindaron calor a su candidato oaxaqueño, la notoria ausencia de una parte de la clase priísta local motivó preocupación, ya que ninguno de los ex gobernadores vivos acudió al evento.
Y es que Diódoro Carrasco Altamirano de plano se pasó a la oposición (PAN) y es el faro luz del candidato aliancista Gabino Cué, Pedro Vásquez Colmenares se mantiene lejano de la política, aunque su hijo es un decidido militante de Convergencia. Jesús Martínez Álvarez, en un principio promotor de la carrera de Cué, hoy regresó al redil, luego de permanecer una década como activista de Convergencia.
Los otros, Heladio Ramírez López y José N. Murat, se mantienen distantes de la administración de Ulises Ruiz y por ende de su candidato, Eviel Pérez y no falta los que los sitúan como alentadores del opositor Cué.
Pero serán peras o manzanas y su ausencia del acto que pretendía mostrar la gran fuerza de unidad del partido en derredor de su candidato al gobierno estatal sembró más dudas de las que pudo despejar.
En Oaxaca tendrá lugar la lucha electoral que definirá si son razones poderosas y válidas el coaligarse entre fuerzas ideológicas de derecha e izquierda para desterrar a un partido con dominio de más de 70 años o si este mantiene como razón poderosa la simple unidad de sus militantes.
La respuesta no está tan lejana ya que el cuatro de julio se sabrá cuál de estas dos premisas es la que refrendan en las urnas los electores oaxaqueños.
Así como se dieron cita en Oaxaca parte de los duros del priísmo nacional, también acudieron algunos de los que serán sus abanderados en varios estados con contienda estatal.
Mariano González Zarur, Tlaxcala; Javier Duarte de Ochoa, Veracruz; Roberto Borge Angulo, Quintana Roo y Javier López Zavala, Puebla.
*Si algo quedó demostrado en el acto en que rindió protesta como candidato Eviel Pérez Magaña fue la frialdad y falta de emoción de los asistentes locales, los que en un número de cerca de diez mil personas acudieron al evento, por lo que el abanderado del PRI tendrá que buscar los elementos necesarios para contagiar a una población escéptica en los albores del inicio de las campañas electorales.
También tendrá que buscar un mejor maestro de ceremonias, que no cometa tantas equivocaciones y que sepa pronunciar y conozca los nombres de los personajes que va presentando.
La de ayer domingo dijo que estaba Marino González, en lugar de Mariano González, Roberto Borge Ángulo, en lugar de Roberto Borge Angulo, Andrés Ganier, en lugar de Andrés Granier, bautizó al gobernador de San Luis Potosí como Fernando Torrazo, en lugar de Fernando Toranzo. Presentó al candidato al gobierno de Durango, Jorge Herrera Caldera, cuando en realidad el presente era el gobernador Ismael Hernández Deras.
También presentó al senador de San Luis Potosí, Carlos Jiménez Macías como oriundo de Oaxaca.
*Un legislador priísta que se mantiene activo es el mexiquense Héctor Guevara, quien presentó la semana pasada una iniciativa de ley, tendente a reformar el artículo 39 de la Ley Orgánica del Congreso, con la finalidad de crear la Comisión de Asuntos Electorales, que analizaría las ternas para consejeros electorales y la elección del contralor general, entre otros asuntos.