Guanajuato, la vida entre los callejones
¬ José Antonio López Sosa lunes 12, Abr 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
GUANAJUATO, GTO.- Llegamos el viernes por la noche a esta ciudad en el centro del Altiplano mexicano, a través de sus túneles y callejones nos ubicamos al fin en una casa del siglo XVII que hace algún tiempo fue restaurada y se convirtió en “La casa de los cuentos”, un pequeño hotel con 13 habitaciones que realmente nos transporta al pasado por su estructura, decoración y sabor. Pues bien aquí sobre el callejón Barranca transmitimos el sábado en vivo para ABC Radio nuestro programa “Perspectiva” con la presencia del director de desarrollo turístico del estado, Roberto Càrdenas y la empresaria Jean Pozo, que promovió la remodelación y apertura de “La casa de los cuentos”.
No nos bastó una hora de programa para narrar, comentar y compartir lo que encierra Guanajuato, una ciudad cada vez más mística, restaurada, segura, llena de limpieza y hospitalidad. Me sorprende ver cada dos o tres callejones un museo distinto, accesible a la gente (por tener precios prácticamente simbólicos) y pequeños, lo que hace una visita ágil y entretenida.
Recorrimos el “Museo del Pueblo” donde un enorme “Judas” vela permanentemente la entrada al recinto, en sus salas de exhibición se dejan ver decenas de exposiciones minimalistas de la vida y el acontecer en Guanajuato creadas precisamente por artistas locales. Muy cerca de ahí, la gran Universidad de Guanajuato deslumbra, un imponente edificio que para mi gusto debe ser uno de los más hermosos del país, la larga escalinata que guarda cientos de historias, mitos y leyendas como un mudo testigo de una ciudad que nació en la opulencia minera y sigue deslumbrando ahora por la actividad artística y cultural.
Visitamos el “Museo Iconográfico del Quijote”, una casa con más de 150 años de antigüedad, alberga obras artísticas que la novela de Miguel de Cervantes Saavedra, “el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” inspirara a todos ellos, de hecho presenciamos un ensayo de un violoncello y una pianista que preparaban una presentación en algún foro de la ciudad.
En estos días se celebraba el “Festival Medieval”, allá en el parque de San Jerónimo cientos de jóvenes evocaron la edad media con cruzadas, gaitas y bailes, por un momento este rincón de Guanajuato fue mucho más atrás en el tiempo y el espacio. Festivales como èste abundan en el año con una inmensa gama de temas, arte y cultura.
Por la noche las callejoneadas con tunas y estudiantinas, el ambiente bohemio en restaurantes y bares, la caminata entre las piedras, las leyendas de muchas casas, calles y callejones, por supuesto el dramático Callejón del Beso, en fin, tiempo falta para recorrer y percibir el sentido tan peculiar que tiene Guanajuato. La mañana del domingo el despertar con las campanas de la basílica, beber un buen café y asomarse al balcón de “La casa de los cuentos”, inicia otro recorrido que en esta columna queda pendiente para mañana.
Guanajuato es precioso, ciudad cultural, jovial, histórica… vaya, verdaderamente una joya de México; la gente ni se diga, hospitalarios, orgullosos, turisteros… increíbles los viajes que hace uno por esas tierras. Enhorabuena por ese pequeño viajesito. Saludos