¿Tener o ser?
¬ Humberto Matalí Hernández lunes 30, Ene 2012Al son de las fábulas
Humberto Matalí Hernández
“El desarrollo de este sistema económico
ya no quedó determinado por la pregunta:
¿Qué es bueno para el hombre?, sino la pregunta:
¿Qué es bueno para el sistema?
Erich Fromm / ¿Tener o ser?
El desarrollo del sistema económico, social y cultural basado en la globalización, el libre mercado y en la transformación del hombre y el arte en mercancías y productos desechables, como culminación del consumismo fue analizado y sopesado por Erich Fromm (1900-1980) en un análisis, que mucho tiene de obra de anticipación o ciencia ficción. Es una más de las formas de recurrir a la psicología para aplicarla en la política y el desarrollo económico de las naciones. Y Fromm logra la mejor forma de hacerlo.
En este prometedor y destructor 2010, donde la estulticia, la crisis económica, la miseria, la violencia y la muerte emanan de las decisiones gubernamentales, de alguna mente enferma por el “delirium” etílico y los afanes de enriquecimiento de un grupo de sátrapas, lo mejor es acudir a la lectura de los hombres, que como Erich Fromm, dejaron textos que prometen un futuro mejor al señalar las atrocidades de un sistema que en el siglo XXI muestra sus fines y destrucción de valores.
Una muestra es el texto ¿Tener o ser? publicado por primera vez en 1957, la primera edición en español data de 1978, así como en muchas otras cosas que alertaban sobre el terror del libre mercado, llegaron tarde a los mexicanos, aunque es probable que no hubieran cambiado nada, porque los políticos y gobernantes están plegados a los intereses personales y por lo tanto a ser comprados por los hombres del dinero y sus consorcios trasnacionales.
Los 80 años de vida de Erich Fromm le permitieron comprobar muchas de sus teorías y análisis, pero en especial en este caso, la destrucción de la creatividad y libertad del hombre para convertirlo en una mercancía desechable y en un irresponsable consumidor.
A lo largo de este texto, Fromm explica que ser un consumidor irresponsable es la forma de poseer, por lo tanto el mayor éxito humano dentro de las sociedades industriales ricas. Los individuos consumidores alivian angustias por lo que poseen y de lo que no pueden ser despojados, pero están obligados a consumir más, porque lo adquirido antes pierde su sentido satisfactorio. Por esa razón el psicólogo define una fórmula aplicable a las sociedades y a los individuos modernos: “yo soy lo que tengo y lo que consumo”.
Dura definición porque en este nuevo milenio a las naciones industrializadas lo mismo que las definidas como en desarrollo, encuentran en el consumismo la justificación de existir. Eso incluye a la necesidad de consumir y desechar bienes, objetos, individuos, arte y desde luego políticos y en un exceso a los mismos miembros de la familia. Nada tiene valor, porque todo se puede comprar. El costo es momentáneo.
Erich Fromm extiende su análisis a lo más íntimo del individuo, a la base de las emociones alteradas y destruidas por el consumismo y a que todo se tasa y se somete a la tarifa del instante. “El amor también tiene dos significados, según se hable en el modo de “tener” o en el modo de “ser.” En la descripción del amor que hace Fromm señala las confrontaciones y necesidades de amar, consideradas parte para la integración de una familia, pero con base en el consumo, tanto de la otra parte de la pareja, como base para integrarse mediante el consumo de productos, elementos, necesidades y sentimientos.
Otro de los aspectos de consumismo que plantea Fromm es el religioso, por eso analiza el tener y ser conforme el Antiguo y el Nuevo Testamentos. Pero también ubica en la discusión la religión el carácter y la sociedad, los puntos que puedan dar solución al conflicto del tener y ser a base del consumismo, la destrucción ambiental, social y humana.
Con claridad, Erich Fromm explica en ¿Tener o ser?, ante las características de la posible sociedad moderna la ceguera social del presente: “La cultura medieval tardía floreció porque el pueblo tenía la visión de la “Ciudad de Dios”. La sociedad moderna floreció porque el pueblo recibió energías de la visión del establecimiento de una “ciudad terrenal del progreso”. Sin embargo, en nuestro siglo, esta visión se ha deteriorado y se ha convertido en una “Torre de Babel,” que hoy día empieza a derrumbarse y a la postre nos sepultará bajo sus ruinas”.
Eso escrito a principios de la década de los cincuenta del siglo pasado, parece la realidad en esta década inicial del siglo XXI, donde se cumplen los presagios de Erich Fromm y se aleja la propuesta que hace de la solución ante la modernidad depredadora: “Si la Ciudad de Dios y la Ciudad Terrenal fueron tesis y antítesis, una nueva síntesis es la única alternativa al caos: la síntesis de la esencia espiritual del mundo medieval tardío y el desarrollo de un pensamiento racional y científico renacentista. Esta síntesis es: “la Ciudad del Ser”.”
Por lo visto y sufrido no es México el país donde aparezca la “Ciudad del Ser”. Cuando eso sucede será como ahora. Tarde y por imitación.
Periodistas asesinados
Este artículo es en memoria de los colegas asesinados, secuestrados, desaparecidos, golpeados y amenazados por ese ente oficialmente llamado “delincuencia organizada”. Este reportero de libros supone que la contraparte debe ser el “gobierno y el Poder Judicial” desorganizados. De otra manera no se explica tanta tontería y torpeza oficiales. Claro que la justificación puede ser más sencilla: al aplicar las palabras complicidad, corrupción e incapacidad.
01/04/2010