Denuncias
Ramón Zurita Sahagún martes 10, Jul 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cumplido el ciclo de votación con resultados determinantes, con impugnaciones que seguirán el camino de la legalidad ante la última instancia, vale la pena cuestionar sobre el camino de las denuncias señaladas durante todo el proceso electoral.
En el curso del mismo surgieron varios tipos de denuncias, las que se canalizaron hacia la Fepade, las del IFE y las que siguen el trámite de las autoridades judiciales.
En ese rubro no nos referimos a las que surgieron después de la votación, sino a las que se presentaron justo antes del 1 de julio y que generaron dudas, especulaciones, acusaciones entre los distintos actores del proceso que culmina, como fecha máxima, el seis de septiembre. Durante la etapa de campañas, diversos personajes involucraron a los partidos y a algunos de sus dirigentes en actos varios, por lo que anunciaron que procederían legalmente contra ellos.
Hay de todo, desde acusaciones personales, partidistas, intercambio de adjetivos, muchos de los cuáles dijeron serían presentados como pruebas de difamación ante las autoridades correspondientes.
Los coordinadores de las campañas presidenciales de los tres principales partidos, sostuvieron un fuego cruzado en distintos medios de comunicación, especialmente los electrónicos, donde no se midieron en cuanto a las acusaciones entre unos y otros.
De ese intercambio verbal surgieron diversas amenazas de ir a juzgados y tribunales, si es que no se retiraban los epítetos y acusaciones, lo que nunca ocurrió, como tampoco se presentaron las denuncias correspondientes.
Roberto Gil Zuarth, Luis Videgary Caso y Ricardo Monreal Ávila se dieron fuerte, saltando el protocolo de sus partidos y atizándose entre ellos, culpándose de todo tipo de situaciones extralegales, sin que ocurriese nada, más que las amenazas de proceder judicialmente.
Una denuncia civil y penal presentada en Estados Unidos por un empresario mexicoamericano de los medios de comunicación, causó conmoción por el simple hecho de haberla fincado en aquella nación.
La denuncia que establecía el uso indebido de 53 millones de dólares para la promoción de la imagen del candidato del PRI, recibió como respuesta una acusación de intento de extorsión y chantaje por parte del empresario José Luis Aquino en contra del partido tricolor, y fue llevada ante la PGR.
Como esas, las denuncias verbales se generalizaron, aunque pocas se formalizaron y fueron presentadas ante las autoridades correspondientes en el curso de la campaña, sin saber si las mismas proseguirán los trámites normales o serán abandonas a su suerte.
Muchas de estas denuncias y acusaciones formaron parte de la llamada guerra sucia, aunque hay otras que se mantendrán como son las correspondientes al reparto de una serie de prebendas por parte de los partidos y de los candidatos.
Autoridades de todo tipo fueron señaladas por supuestos ilícitos a favor del candidato o partido de su militancia o preferencia, magnificándose en los medios de comunicación, aunque muchas de ellas jamás llegaron a presentarse de manera formal.
La más fuerte de ellas es la surgida en los días recientes sobre el uso de tarjetas de premios para los votantes leales, las que deberán investigar las autoridades correspondientes.
Los monederos Monex y Soriana, fueron puntos de partida por parte de panistas y perredistas, para enderezar sendas campañas contra los priístas.
Sin embargo, las pruebas presentadas hasta el momento no son lo contundentes que dicen, por lo que habrá que esperar cuál es el respaldo suficiente con que cuentan para mostrarlos como evidencias. De las otras, la mayor parte de ellas fueron animadas por el calor de las campañas y es casi seguro que no proceden, ni siquiera a ser presentadas por quienes amagaron con hacerlo.
CONFLICTO EN NEZA
Durante varios trienios, Nezahualcóyotl fue dominio perredista, ya que desde ese punto se iniciaba el corredor amarillo del oriente del Estado de México. Los gobiernos del sol azteca se sucedieron, hasta que hace tres años, el PRI pudo recuperar la plaza con el llamado efecto Peña, en que los tricolores pudieron no solamente recuperar el corredor amarillo, sino también el azul, establecido en la zona más industrializada de esa entidad.
Los pasados comicios mostraron que la presencia del priísmo es sólida en ese estado, conservando la mayor parte del otrora corredor azul, perdiendo solamente Atizapán de Zaragoza, aunque en la zona oriente no les fue tan bien, ya que el emblemático Texcoco se pudo recuperar e incluso el ayuntamiento de Neza.
Sin embargo, se pidió el recuento de votos y es cosa de nunca acabar, con riesgo de que las cosas se pongan violentas. Lo curioso de esto es que el recuento de voto por voto y casilla por casilla, que es una de las principales exigencias del perredismo a nivel federal, se pida se detenga en Neza, toda vez que los perredistas aducen que es la forma en que los priístas han alterado las boletas electorales, para que el triunfo les corresponda a ellos.
El panorama es complicado y sin importar a quien de los dos partidos en disputa se le otorgue el triunfo, Neza huele a grandes complicaciones.
EL REGRESO DE ENRIQUE DOGER
Hace dos años, Enrique Doger Guerrero pretendió ser el candidato priísta al gobierno de Puebla, aunque fue vetado por el gobernador Mario Marín Torres, quien tenía definido su “delfín” en la persona de Javier López Zavala.
El resultado de la elección es conocido, López Zavala fue arrasado en las urnas por Rafael Moreno Valle y Enrique Doger tuvo que conformarse con una diputación local. Sin embargo, en la pasada elección, Doger, ex rector de la BUAP y ex alcalde de Puebla, logró la diputación federal por un distrito de la capital poblana, el único de los cuatro que pudo ganar su partido, dejando constancia nuevamente de la equivocación de su partido hace dos años.