Una foto perturbadora
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 4, Jul 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ayer veía en internet la foto perturbadora de Josefina y el cuñado de Calderón, que salían de Los Pinos muy sonrientes.
“De qué se ríen”, pensé de inmediato.
Y es que la foto tenía dos cualidades. Era ilógica y algo tenía de provocadora.
Me preguntaba cómo era que esos dos personajes podían estar sonriendo después de la sonora derrota que habían tenido el domingo anterior. Ahí estaba lo ilógico.
Y me acordé de la mentalidad deportiva que a uno le inculcan desde que se comienza a patear un balón o a lanzar una bola. Es entonces cuando se aprende una fría verdad: se gana o se pierde.
Además se compite (parejo) para ganar, nada de que nomás por competir, y en la victoria se festeja, pero también se agradece al adversario.
Ora que si se pierde, el hecho se acepta con dignidad, en frío y sin aspavientos, y se va uno a preparar para la próxima, si es que se puede.
Pero no recuerdo para nada que me hayan enseñando a reír, después de perder, como un idiota o como un masoquista.
Por eso paso a la cualidad de provocadora que tiene esa foto. Y como que la sonrisa tiene más bien pinta de cinismo. Algo que se expresa así: Perdimos y qué. Ya lo sabíamos y no nos dolió. Si, hombre, dejamos demasiados muertos y muchos pobres en el camino, y qué.
Aquí seguimos, no nos va mal.
Díganme si no es así, porque la actitud de Josefina y el cuñado no se corresponde con la manera sepulcral con que Gustavo Madero admitió el día anterior que su partido había sufrido una hecatombe electoral.
Aunque cabe una tercera posibilidad. Que para salir de Los Pinos, a Josefina y al cuñado les ordenaron que no olvidaran sonreír allá afuera. “Why so serious”.
Es decir, los mandaron a actuar, a cumplir esa parte de demencial que tiene la política.
Y entonces ellos, piezas sacrificables, hicieron aquello que “El Guazón” siempre aconseja a sus víctimas: “Si te has de ir, ¡vete con una sonrisa!”.
Por eso sonó increíble lo que la máscara sonriente de Josefina dijo a la posteridad:
“Este no es el final, es el principio de un gran movimiento”.