En Buenavista, Buenavista, Buenavista, se presenta El Circo Unión

Espectáculos lunes 2, Jul 2012

• Con un gran elenco que lo colocan como el número uno en arte circense
• Consta de todo un espectáculo auténticamente circense donde la presentación de Big Boy, el famoso elefante del millón de dólares, es un gran y hermoso atractivo
• En el trapecio se lucen Los Walter Gasca desafiando el peligro en las alturas

Gloria Carpio

El Circo Unión, fundado en 1938 por don Jesús Fuentes y doña María Luisa Gasca, viene por sus fueros y decir con todo es quedarse corto, pues aparte que trae un plus con un tercio del arte circense chino, su tradición lo hace competidor con esa potencia y dar un espectáculo de marcado lujo.

Inicio temporada en la Carpa de Buenavista, Buenavista, Buenavista, ahí a unos pasos del Metro Revolución, primero con el elefante del Millón de Dólares”, domado por un junior de la dinastía de los “Fuentes Gasca”, quien fue motivadop por el fallecimiemnto de su padre y a quien le dedica todas las funciones de su debut.

Después las motocicletas de “Los Walters Fuentes Gasca”, que ponen no sólo el toque rudo de la noche de circo y le siguen “Los Niños de Oro de China”, quienes llegan a México después de haber sido galardonados por la princesa Estefanía en el “Festival Circense de Mónaco”.

No es un espectáculo menor, pues asombra al respetable que se da cita en Buenavista, para ser testigo de uno de los espectáculos más importantes que se presentan cada temporada de verano en nuestro país, pero esta vez remasterizado, porque vaya que cuidaron los hermanos Fuentes su elenco para reaparecer en el Distrito Federal, con un público que es fiel a morir.

De esta forma y conmemorando más de siete décadas de existir, el Circo Unión se lució con ésta, una de sus máximas atracciones de la temporada 2012.

Los Leones Danzantes, Los Listones, Sombreros y Discos, fueron ovacionados un público que abarrotó la carpa ubicada exactamente a las afueras de la estación del Metrobús Revolución.

Bo, Yongoe (trapecistas), Xiaowei, Lei, Ybin, Mian, Han, Zhixin, Tianlong (malabaristas), Ciuie, Fan, Na, Yuru, Jiao, Miao, Jinping y Guanying (coreografías y trapecistas) acapararon las miradas de propios y extraños, que no pudieron negar su admiración ante tal espectáculo del que tiene la batuta el señor Víctor Rivas Rojas, autor del montaje en el que se conjugan magia, diversión y talento en una pista.

El momento emotivo de la noche llega cuando en la pista se luce Big Boy, conocido como “El elefante del millón de dólares”

También se lucieron el payaso Poroto, de origen chileno, que convocó a su tribu de payasos para hacerse presentes entre el público, lo que les hizo tener un acercamiento más profundo con el auditorio, quienes convivieron más de cerca con los espectadores que mantuvieron casi todo el tiempo la cara de felicidad pues cuando no tenían esta expresión el resto era de asombro, pues el show no sólo se conjuga para ofrecer diversión a los infantes, de igual modo se ofrecen números que resultan sorprendentes para los adultos que emocionados reaccionaban como los niños al ver que los malabaristas dejaban en la pista el alma y corazón al realizar los números que pusieron los nervios de punta.

Destacó la presencia de una bella mujer que acompañó a un noble payasito a realizar un acto musical a base de botellas con las que se provocaban algunos sonidos que resultaban relajantes, pues perfectamente se sentían los sonidos en el alma y es que la chica emanaba no solo belleza, sino talento el mismo que fue admirado principalmente por los caballeros que no dejaban de responder al acto en el que también el payasito hacia su propia música pero de una manera menos formal.

Discos, telas, luces, y toda clase de objetos con los que se puedan realizar malabares acompañan a los artistas circenses que no dudan en agradecer la asistencia del público.

En México existe una tradición de afecto a los acróbatas que desde el principio se ganan el aplauso de los asistentes que al final ovacionan el espectáculo que no solo incluye dinamismo, diversión, nostalgia, entrega y además sentimiento que se llevarán para siempre los afortunados en presenciar el show que seguirá en Buenavista por esta temporada de verano.