Generales
Ramón Zurita Sahagún jueves 31, May 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Qué pasa en el Ejército que los generales andan descosidos y buscando protagonismo? No es el panorama normal de cada seis años, cuando los militares se mueven en las sombras, afianza sus grupos, establecen compromisos e impulsan a uno de ellos que pretenden ocupe la titularidad de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Tampoco en el que se desenvuelven los divisionarios en retiro, que realizan reuniones secretas, que no trascienden más allá del pequeño círculo de ellos, que buscan acercamiento con los candidatos presidenciales, para influir en la designación del general secretario.
No, esta vez va más allá de esos pequeños cónclaves que se convirtieron en rituales de cada seis años. Los generales buscan reflectores y deciden exponerse a la luz pública para manifestar sus opiniones y buscar ser considerados para la próxima administración pública federal.
El hermético sector militar deja correr versiones de los nombres del que saldrá, posiblemente, el nuevo titular de la Sedena.
Los divisionarios Augusto Moisés Ochoa, director de administración de Sedena; Salvador Cienfuegos Zepeda, oficial mayor; Carlos Demetrio Gaytán, subsecretario; Luis Arturo Oliver, jefe del Estado Mayor de la Sedena, completan el cuadro de general en activo, al que se suma el recién destapado, Roberto Miranda Sánchez, en retiro y el también divisionario retirado Alfredo Oropeza.
Dos de esos generales en retiro, Tomás Ángeles y Roberto Miranda, salieron a los reflectores, los atrajeron y uno de ellos se encuentra arraigado, mientras el otro propone en forma pública una reorganización de la Sedena y deja en claro sus deseos de llevarla al cabo él mismo, en su papel de general secretario.
Son situaciones inéditas dentro del Ejército, un sector que se mueve con códigos muy rígidos y que no tolera a sus miembros que rebasen sus lineamientos.
Un general (José Francisco Gallardo) propuso en el pasado reciente la creación de un ombudsman para el Ejército y pronto se encontró en la cárcel, acusado de malversación de fondos y difamación del Ejército mexicano.
La sucesión se encuentra en marcha y aunque el Jefe Supremo de las fuerzas armadas es el Presidente de la República, la figura de titular de la Sedena es sumamente disputada.
Pero no es solamente el deseo de ocupar esa plaza lo que mantiene intranquilo al sector militar, lo es también el papel que juegan en la lucha contra el crimen organizado y el futuro que les depara el cambio de Ejecutivo federal.
Son muchos los militares que no están de acuerdo con el papel que juegan en esta batalla contra la delincuencia y donde la línea es tan delgada que en cualquier momento se rompe y los que pagan los platos rotos son los propios miembros del Ejército, muchos de los cuales se encuentran en prisión, respondiendo por violaciones diversas.
Los militares siempre han sido reservados, discretos, alejados de los reflectores, conscientes de su prudencia y valentía, son atributos que se les reconoce abiertamente.
Sin embargo, la participación del general Tomás Ángeles en el encuentro realizado por la Fundación Colosio del PRI y sus críticas a la política de seguridad pública y la propuesta de Miranda para reorganizar la Secretaría de la Defensa Nacional y que deje de ser una dependencia “anquilosada, rezagada”, es una muestra de que algo está cambiando.
Por eso, otro general divisionario, Juan Jesús Gutiérrez Rebollo, preso desde hace 15 años, aprovecha esos resquicios y por medio de sus familiares busca la justicia que desde finales de los 90 se le ha negado.
Gutiérrez Rebollo fue el primer zar antidrogas del país y su nombramiento recibió aplausos dentro y fuera del país, aunque le duró poco el gusto, ya que a los pocos meses fue detenido y procesado, acusado de delitos varios, entre ellos protección al narco.
Desde entonces, nada se le probó, pero sigue detenido en un penal de alta seguridad.
También en el pasado, dos generales íconos en el Ejército fueron detenidos, acusados de diversos delitos, procesados y liberados, sin cargos de ninguna clase, aunque eso fue después de pasar varios años en prisión.
Los dos militares murieron, uno víctima de enfermedades que, según se dice, se le aceleraron por su reclusión y el otro fue asesinado hace unas cuantas semanas.
La disputa por la titularidad de la Sedena no siempre corresponde al mejor posicionado, al de mayor cercanía con el Presidente de la República en turno o al más experimentado o capaz.
Los dos últimos titulares de Sedena no eran los favoritos para ocupar el cargo. Antes que Ricardo Gerardo Clemente Vega, se encontraban alineados los también divisionarios Delfino Mario Palmerín Cordero y José Domingo Ramírez Garrido Abreu.
Guillermo Galván Galván estaba preparado para el retiro, pues el candidato natural para ocupar la Secretaría era Tomás Ángeles, aunque finalmente el primero resultó favorecido con la designación.
MORELIA, PRUEBA ELECTORAL
El próximo domingo se realizarán los únicos comicios previos a la elección federal, mediante el proceso electoral extraordinario para alcalde de Morelia.
Será una auténtica prueba de fuego, donde los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional repitieron candidatos de la pasada contienda, mientras que el PRD prefirió sustituirlo.
Como se recuerda, el ganador de los comicios pasados fue el priísta Wilfrido Lázaro Medina, quien superó por poco más de un centenar de votos al panista Marko Cortés Mendoza, pero se detectaron algunas situaciones anómalas que obligaron a anular los comicios y convocar a un proceso electoral extraordinario.
En esta ocasión, por el PRD compite Minerva Bautista Gómez, quien sustituyó al candidato anterior, Genovevo Figueroa Zamudio.
Sin embargo, la disputa se espera se dará cerrada entre los candidatos del PRI y PAN.