Declinaciones
Elecciones 2012, Ramón Zurita Sahagún martes 22, May 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Conforme se acerca el día de los comicios, crecen las versiones sobre una posible declinación y alianza de facto entre los partidos de izquierda y derecha.
Los rumores sin comprobación de ninguna clase, hasta el momento, se basan en la formación de grupos de descontentos que buscan la forma de frenar el regreso del PRI a la Presidencia de la República.
Josefina Vázquez Mota aclaró que no declinará para apoyar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y en el vocabulario del tabasqueño no existe dicha palabra.
Sin embargo, el tiempo pasa y los candidatos de la izquierda y la derecha continúan intercambiando el segundo y tercer puesto, según las encuestas, manteniéndose a una distancia que se vuelve, tal vez, inalcanzable del primero en las preferencias ciudadanas.
Es cierto que los acontecimientos suscitados después del debate han golpeado la línea de flotación del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, pero también lo es que se mantiene por encima de sus adversarios, por varios puntos de ventaja.
La creciente ola de rechazo surgida en las redes sociales mantiene inamovible la preferencia que, según las encuestas, tiene el mexiquense Enrique Peña Nieto.
Es cierto que éstas son impugnables en cuanto a los números que reflejan, pero también lo es que los datos que proporcionan se acercan a la realidad.
Las encuestas pueden ser o no precisas, pero los datos que contienen siempre son cercanos a la realidad, aunque en algunas ocasiones se equivoquen, las cifras no difieren más allá de los cinco o seis puntos porcentuales.
Pero en el caso de las encuestas que con gran frecuencia se publican en los medios de comunicación (algunas con seguimiento diario), los números han establecido una diferencia mínima de 17 puntos entre el primero y segundo lugar de los candidatos presidenciales, desde que se inició la contienda presidencial, hasta la semana pasada.
El poco efecto registrado en las tendencias lleva a los dirigentes de esos dos partidos a explorar la posibilidad de que uno de los dos candidatos situados en los lugares dos y tres pudiese renunciar.
La estrategia ya ha sido usada en la disputa por gobiernos estatales, donde los candidatos dimitentes son recompensados si es que el aliado triunfa, lo que no siempre sucede en el terreno de los hechos.
Las alianzas de facto establecidas en algunos estados han dejado satisfechos a algunos candidatos, pero en otras han representado un rotundo fracaso.
Sin importar si son o no antinaturales como estableció Manlio Fabio Beltrones, las declinaciones de los candidatos han ocurrido poco antes del día de los comicios, por lo que el efecto de las mismas no se puede medir con precisión.
La más reciente declinación de un candidato a gobernador sucedió en Guerrero, donde el año pasado (enero) se realizó el proceso electoral correspondiente para que la ciudadanía se manifestara en favor de su nuevo gobernador.
Marcos Parra Gómez propuesto por el PAN al gobierno de esa entidad, situado en el fondo de las encuestas, con preferencias electorales casi imperceptibles hizo una alianza de facto con el candidato de la izquierda, Ángel Eladio Aguirre Rivero, quien a la postre resultó el ganador de esos comicios, por una amplia ventaja.
Antes de ello, otro panista, Francisco Rojas Toledo, declinó a favor del candidato del PRI al gobierno de Chiapas en 2006, José Antonio Aguilar Bodegas. Lo mismo hizo el candidato de Nueva Alianza, Emilio Zebadúa, unos cuantos días antes de los comicios.
Ni siquiera esas dos declinaciones sirvieron para que ganara el candidato del tricolor, el que quedó rezagado del actual gobernador, Juan José Sabines Guerrero, que compitió como abanderado de los partidos de izquierda, en una alianza conformada por PRD, Convergencia y Partido del Trabajo.
Otro candidato que prefirió hacerse de lado, ante el poco respaldo que tenía, fue Irma Piñeyro, candidata al gobierno de Oaxaca, apoyada por el Partido Nueva Alianza.
Irma se unió en torno de la candidatura del abanderado de la izquierda, Gabino Cué Monteagudo, quien ganó con holgura el gobierno de Oaxaca.
Los votos de Nueva Alianza fueron pocos, pero sirvieron para que Irma Piñeyro obtuviese un jugoso premio de consolación, representado en la Secretaría de Gobierno, en la que tuvo un paso efímero.
Como se advierte, los partidos Acción Nacional y Nueva Alianza si son dados a provocar la declinación de sus candidatos (cuando menos a gobernadores), por lo que el rumor propagado por diversas vías podría sustentarse en ello, con todo y la negativa de su candidata presidencial y hasta el abanderado de Nueva Alianza, Gabriel Quadri podría también subastar sus respaldos.
EL DECÁLOGO DE PEÑA NIETO
El candidato priísta, Enrique Peña Nieto podría, sorprender los próximos días y adelantar algunos nombres de los posible integrantes de su gabinete.
La intención es ir deslizando algunos de los nombres para contrarrestar la campaña que se viene haciendo en su contra. Por lo pronto, el candidato del PRI anunció algunas de sus prioridades, en dado caso de que obtenga el triunfo en las urnas.
Ante intelectuales y académicos, Peña Nieto fijó los compromisos de su eventual gobierno, estableciendo entre otras consideraciones su respeto a la libertad de expresión, de manifestación, de cultos, división de poderes, transparencia, rendición de cuentas, elecciones libres y aplicación de los derechos humanos, entre otros asuntos.
LLAMADO A LOS JÓVENES
En diálogo con estudiantes universitarios, el candidato a la gubernatura de la coalición Movimiento Progresista por Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, convocó a los jóvenes a que se sumen a la tarea por la transformación del estado, en la que se requerirá de su dinamismo y empuje, porque no soy “Superman”, pero con el apoyo de ustedes puedo ser “Supernúñez” y entonces sí derrotar a la corrupción.