Fuerzas armadas
Ramón Zurita Sahagún lunes 21, May 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Son muchos los militares sorprendidos y molestos que manifiestan su indignación por el arraigo de tres generales y piden una investigación amplia y transparente sobre el tema.
Varios generales en retiro de la más alta investidura reconocen la extrañeza del caso y coinciden en que el arraigo de 40 días es sumamente sospechoso, ya que crea sospechosísmo sobre si tienen o no algo en contra de los militares retenidos.
De contar con pruebas en su contra se procedería, precisan los militares, mientras que se advierte en el fondo del asunto la rispidez de una relación en los altos mandos castrenses.
Y es que para muchos resulta curioso el que durante largos años se habló de la transparencia en la hoja de servicio del divisionario Tomás Ángeles Dauahare, al que incluso se le candidateó para ocupar la titularidad de la Secretaría de la Defensa Nacional y ahora muchos de esos mismos personajes señalan un extravío del militar desde hace algunos años.
La detención de los generales es equiparable a lo ocurrido hace algunos años, a finales de los noventa, cuando dos generales de renombre, uno de ellos divisionario, fueron acusados de diversos delitos, enviados a prisión militar y exculpados años después.
Francisco Quiroz Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro, los dos generales detenidos a finales del siglo pasado gozaban de prestigio, por diferentes causas.
El primero por una impecable hoja de servicios, lo que le llevó a ser mencionado entre los posibles candidatos a la titularidad del Ejército y el segundo por su trabajo en inteligencia y contrainsurgencia.
Muchos rumores y versiones se esparcen sobre lo ocurrido con lo militares, entre las versiones más comunes se encuentran las que establecen que este es solamente un primer paso de lo que se avecina, con la tan llevada y traída versión de que, cuando menos, un par de ex gobernadores priístas seguirán el mismo camino.
El rumor tiene varios meses, pero se acentúa conforme se acerca el final de los tiempos electorales, ya que se establece que es una de las líneas pendientes que podrían inclinar la balanza a favor de un candidato presidencial rezagado del actual puntero.
La realidad es que esa versión tiene demasiado tiempo y es revivida con regularidad y hasta se proporcionan nombres, sin que aparezca nada y los personajes del caso continúan circulando con normalidad, sin hacer caso de dichas versiones o rumores que se filtran cotidianamente.
En el caso de los generales, no es la primera ocasión en que las autoridades consiguen se dicte un arraigo en contra de personajes que son señalados por testigos protegidos, los que al paso del tiempo son exonerados, aunque al final de cuentas quedan sobre su prestigio sombras de duda, sobre su posible responsabilidad en los ilícitos que se les achacan.
Por eso, los militares que demandan una investigación a fondo y transparente consideran injusto que exhiban al Ejército de esa manera y sobre todo, cuando las fuerzas armadas son las que participan activamente en la lucha contra la delincuencia organizada.
Es cierto que eran ampliamente conocidas las diferencias que mantenía el divisionario Tomás Ángeles con los altos mandos del Ejército y su visión distinta sobre la estrategia aplicada por el gobierno federal para la lucha contra la delincuencia organizada, tan lo era que unos días antes de su detención participó en un foro sobre el tema con el candidato priísta Enrique Peña Nieto, el que prontamente se deslindó de la supuesta cercanía con el militar y negó que fuese su asesor.
Sin embargo, Ángeles y Roberto Miranda, ex Jefe del Estado Mayor Presidencial, eran mencionados como cercanos a la candidato priísta y hasta se les candidateaba a ambos para ocupar la titularidad de alguna secretaría al eventual triunfo de Peña Nieto.
El tema de los militares y su participación en la lucha contra la delincuencia organizada es sumamente amplio y complejo, ya que se habla de la posible infiltración de los grupos delincuenciales en ambas ramas (Ejército y Marina), aunque los dados se los han cargado principalmente a los que dependen de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Tal vez sea que los generales gustan más de los reflectores y de la atención pública, mientras que los marinos se muestran reservados y distantes de los reflectores públicos y cuando alguno de ellos es evidenciado, se repliegan y cierran filas en torno al personaje en cuestión.
Por eso, los militares, de ser encontrados responsables de los delitos que se les imputan, el próximo Presidente de la República deberá revisar detalladamente el papel que guardan las fuerzas armadas dentro de la lucha contra el crimen organizado, para evaluar si continúan o no participando en ella los sectores castrenses.
ATENTADO EN TABASCO
El ex procurador de Justicia de Tabasco, ex alcalde Villahermosa (Centro) y ex diputado federal Gustavo Rosario Torres, fue víctima de un atentado, del que salió ileso, perpetrado contra su domicilio, al que arrojaron tres granadas de fragmentación.
El saldo fue de un vigilante del domicilio lesionado, pero habla del terreno en que se mueve la delincuencia en esa entidad, hasta hace poco distante de los grandes problemas de inseguridad que se palpan en otros estados el país.
Rosario Torres es uno de los políticos más polémicos en el estado, pero con grandes capacidades de liderazgo y se desempeña actualmente como asesor del gobernador Andrés Granier Melo.
En su larga carrera política se mantuvo al lado de los gobernadores Enrique González Pedrero, Roberto Madrazo Pintado y Andrés Granier Melo.
Además de ello se desempeñó como coordinador de giras presidenciales en la administración de Carlos Salinas de Gortari y subsecretario de Pesca en el gobierno federal.