Otra vez Oaxaca
¬ Augusto Corro viernes 18, May 2012Punto por punto
Augusto Corro
El próximo lunes 21 el magisterio oaxaqueño iniciará un paro de labores indefinido. Los maestros exigen la cancelación definitiva de la evaluación universal como parte de la Alianza por la Calidad de la Educación.
También plantean que les entreguen recursos económicos para poner en operación el Plan para la Transformación de la Educación, que diseñaron ellos mismos para suplir programas federales.
En dicho plan, los maestros piden capacitación para los educadores que no tienen terminados sus estudios de secundaria.
El problema magisterial en Oaxaca es crónico. Cada año se repite lo mismo. Los maestros de la aguerrida Sección 22 saben que en mayo debe declararse la temporada de protestas y paros. Así ha ocurrido en años anteriores.
El secretario general de la sección mencionada, Azael Santiago Chepi, anunció que la suspensión de actividades docentes con una “megamarcha”, que culminará en el zócalo de Oaxaca, con la instalación de un planto indefinido.
En la manifestación participarán más de 74 mil maestros.
El gobierno estatal de Gabino Cué se muestra incompetente para solucionar el conflicto. ¿Acaso se trata de un diálogo entre sordos y necios? ¿Son los intereses mezquinos superiores a la paz y tranquilidad de una sociedad? ¿En realidad Cué apoya la privatización de la educación? En el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz las peticiones magisteriales fueron el pretexto para que se desatara una cacería sangrienta contra maestros y militantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
Aún no cicatrizan las heridas que el gobierno le infligió a una sociedad harta de injusticias. Se pensó que con Cué como gobernador la situación cambiaría para bien; pero el tiempo pasa rápidamente y todo sigue igual y hasta peor.
Las repercusiones del conflicto afectan directamente a la economía del Estado. Se convierte en un círculo vicioso que paraliza no solo las actividades educativas, sino también las comerciales.
Si el problema se complica, los maestros no perciben sus salarios y se anula su poder adquisitivo. Sin dinero el comercio desaparece. El problema se expande más allá de las meras inquietudes de los maestros. ¿Funcionarios y líderes saben, realmente, la dimensión del problema que ocasiona el conflicto magisterial?
No tienen la mínima idea. De otra manera todos estarían empeñados, en serio, a evitar el paro.
Al momento de escribir estos renglones, los maestros estaban decididos a suspender las actividades. Faltan algunos días para efectuar el paro. ¿Por qué no empeñarse en el diálogo? ¿A nadie le importan los miles de niños sin clases?
CONDENADOS
En Malasia, tres mexicanos fueron condenados a morir ahorcados.
Se trata de los hermanos José Regino González, de 33 años; Simón, de 37; y Luis Alfonso, de 44. Fueron juzgados por narcotraficantes.
La policía los capturó en un laboratorio clandestino. En el lugar se encontraron 29 kilogramos de metanfetamina, valorada en 15 millones de dólares. A esta noticia se suma la cadena de información que ponen muy mal a México ante el mundo: las muertes de periodistas, los asesinados y destazados entre otras.
A esto hay que agregarle la imagen de corruptos que difícilmente podemos sacudirnos.
Como si no fuera suficiente con la ola sangrienta que baña a nuestro país, los mexicanos se encargan de enlodar el nombre de México.
Como aquí la corrupción y la impunidad van de la mano, los hermanos sentenciados a muerte, seguramente pensaron que en Malasia podrían delinquir sin ser llamados ante la justicia.
Se equivocaron totalmente y tendrán que responder con sus vidas. Será imposible que se salven. Según la información local, 440 personas han sido ejecutadas en los últimos 50 años, muchas de ellas por delitos de drogas. En el presente más de 700 personas se encuentran en el pabellón de los condenados.
POLICÍAS EN CAPILLA
Machetazo a caballo de espadas: la Procuraduría del Distrito Federal investigará la estructura de la Policía de Investigación de la Ciudad de México.
Todo empezó el martes pasado, cuando 12 agentes y un civil fueron detenidos acusados de secuestro y extorsión. Estos representantes de la ley pertenecían al Area de Inteligencia de la PGJDF, bajo las órdenes del jefe de la corporación, Raúl Peralta Alvarado.
La captura de los judiciales se llevó a cabo por elementos de la policía preventiva después de una denuncia presentada por un ciudadano, en el sentido de que tenían secuestrados a tres de sus familiares y que les pedían dinero a cambio de dejarlos en libertad. Ante las autoridades, una de las víctimas declaró que fue plagiada junto con dos personas más. Esto ocurrió en la colonia CTM Atzacoalco, en Gustavo A. Madero. Los judiciales la acusaron de pertenecer a una banda de secuestradores. Para dejarla en libertad le pidieron dinero y autos a cambio.
El esposo de la víctima entregó 200 mil pesos y dos vehículos. No fue suficiente para los agentes. Regresaron y exigieron más dinero. Entonces, el pariente de la víctima decidió solicitar la ayuda de la policía para detener a los delincuentes.
El procurador capitalino, Jesús Rodríguez Almeida, dijo que por el momento se efectuarán las investigaciones correspondientes para delimitar responsabilidades. ¿Llegará la barredora? Todo hace suponer que sí.
Los agentes acusados de los delitos de secuestro y extorsión son: Fernando Paredes, Javier Ramos Carmona, Angel Sánchez Hernández, Miguel Angel Cruz Ortega, Agustín Ríos, Tomás Campos Márquez, Omar A. Villamil Sálas, Juan Carlos García Rojas, Teodoro Delgado M., Jaime Quesada Rodríguez, Braulio López, Gustavo León Oliva y Fidencio Pérez M.