Las cuentas de Quadri
Ramón Zurita Sahagún jueves 17, May 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
No son pocos los que consideran que Gabriel Quadri de la Torre fue la gran revelación del debate sostenido por los cuatro candidatos presidenciales.
Fue el único que no atrajo ataques de sus adversarios y, por lo tanto, tuvo todo el tiempo del mundo para hacer sus propuestas, sin desviarse en responder los obuses de los candidatos de los otros partidos.
Sus propuestas fueron escuchadas y, algunas, consideradas como probables de realizar desde el gobierno federal.
De los cuatro candidatos presidenciales, era el menos conocido y por eso resultó una sorpresa –agradable para la mayoría-, el verlo desenvolverse en el primero de los dos debates que sostendrán los aspirantes presidenciales antes de la fecha del 1 de julio.
El candidato presidencial de Nueva Alianza mostró soltura, facilidad de palabra, entereza y hasta algo de sarcasmo y sorna en sus intervenciones.
Se mostró socarrón, porque ninguno de los otros tres contendientes lo tomó en cuenta para descalificarlo y ni siquiera su mentora (Elba Esther Gordillo) fue tocada con el pétalo de una mención.
Quadri sobrevivió al debate con su manejo del lenguaje y sus cartas credenciales que lo acreditan como maestro y experto en los temas que maneja. Todo le salió bien en este primer encuentro con Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Si acaso en algo se equivocó, pero que finalmente le sirvió también, fue el atuendo, ya que parecía empleado de una empresa funeraria, lo que generó comentarios mordaces algunos, pero que fijaron la atención en su persona, sobre todo su peinado.
Quadri resultó para algunos el ganador del debate y se prevé que en los próximos días su popularidad se acreciente y logre remontar la desventaja que lleva ante los otros tres contendientes.
El candidato de Nueva Alianza podría crecer dos o tres puntos porcentuales en las siguientes semanas, según consideraciones, con lo que, de celebrarse los comicios en estas fechas, podría mantener el registro del partido que lo postula.
Sin embargo, esto puede ser simplemente una ilusión óptica y su maravilloso crecimiento podría desplomarse conforme se acerque la fecha de la elección, prevista para el primero de julio, nadie en su sano juicio le dará un voto útil.
No es la primera ocasión en que el candidato menos conocido sufre de un súbito crecimiento en el debate, ya que no atrae la atención de los otros contendientes y se maneja libremente, provocando sorpresa entre quienes no ubicaban en el escenario político.
Quadri viene a representar en la actualidad lo que en el pasado fue Gilberto Rincón Gallardo, propuesto a la Presidencia de la República por el Partido Social Demócrata, conocido como el partido de la rosa.
En aquel entonces –año dos mil-, Rincón Gallardo, un viejo militante del Partido Comunista, del que se había desligado después de convertirse en PRD, fue advertido como un polemista congruente y propositivo.
Los elogios a su persona cayeron en cascada, luego de descubrirlo como un político atractivo para los electores.
Se consideraba que el registro de su partido estaba asegurado y que habría partido de la rosa durante mucho tiempo.
Sin embargo, el 2 de julio, los electores opinaron otra cosa, ajena a lo que marcaban las encuestas y el PSD no alcanzó siquiera el registro para continuar como partido, ya que ni el mínimo requerido fue logrado.
Otra sorpresa para los ciudadanos fue ver a Patricia Mercado Castro, una mujer emprendedora luchadora, propositiva y entrona para el debate.
Su participación fue notoria en el debate del 2006 y jaló un gran número de seguidores, no solamente por la inteligencia de sus conceptos, sino por tratarse, además, de una mujer atractiva.
Se conjuntaron carisma, inteligencia y atractivo físico en una candidata que se consideró alcanzaría, sin problemas, el registro definitivo del mismo partido que había postulado a Rincón Gallardo seis años antes.
El resultado del 2 de julio del 2006 mostró otra cosa, las simpatías en favor de Mercado Castro se desvanecieron y su partido fue eliminado de las contiendas, aunque ahora si alcanzó representación legislativa, tanto en la Cámara de Diputados como en la ALDF.
Como sucedió con Rincón Gallardo, después del proceso electoral del 2000, Mercado Castro se apagó políticamente, aunque a diferencia de Gilberto Rincón Gallardo, ella no aceptó ninguna oferta para formar parte de gobierno alguno.
Con Gabriel Quadri parece repetirse el fenómeno, de su crecimiento exponencial y de que los sondeos y encuestas le auguran un final feliz como candidato presidencial, con la conservación del registro definitivo del Partido Nueva Alianza.
Sin embargo, los ejemplos anteriores no deben ser descuidados y la creciente popularidad lograda por Gabriel Quadri el 6 de mayo podría no significar nada para los electores que hoy lo ven como atractivo.
Los ejemplos están a la vista y bien haría el candidato de Nueva Alianza en no confiarse con que el debate fue su plataforma de lanzamiento hacia mejores horizontes.
REPROBADO EL IFE
El asunto de la edecán no es el único que muestra las deficiencias del IFE como organizador de los debates presidenciales.
Fue lamentable y patético lo acartonado del debate, aunque esa parte le corresponde a los partidos que decidieron aprobarlo de esa forma.
Donde el IFE mostró el cobre fue con lo equivocado de la producción, entregando esta a un particular y desatendiéndose de ello.
Acaso nadie se dio cuenta del atuendo de la edecán o todos estaban maravillados con su escote y sus formas, por lo que no se atrevieron a pedir un cambio de vestuario.
El manejo de cámaras fue sumamente lamentable y aunque el debate produjo curiosidad entre el auditorio, las fallas de mismo pueden echar abajo la atención ciudadana para el segundo debate.