Vivimos la descomposición acelerada
Roberto Vizcaíno miércoles 31, Mar 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Hay quienes advierten que si no se toman soluciones rápidas -un acuerdo nacional que incluya a todos los factores de poder-, la descomposición nos puede llevar a estallidos graves. Me refiero por ejemplo a ciudadanos hartos de la inseguridad que se arman y se empiezan a cuidar y a hacer justicia por propia mano
Los mexicanos todos, de sur a norte, ricos y pobres, vivimos dentro de un sistema en acelerada descomposición.
Cierto, aquí como en todos lados, a los más flacos se les cargan las pulgas. Pero las pérdidas son para todos. No hay quien se salve, aun cuando el reparto de daños sea mayor para quienes menos tienen.
Afirma el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, que el Estado mexicano no está de ninguna forma “arrinconado”.
¿Cómo está entonces cuando en gran parte del país el gobierno de Felipe Calderón no gobierna?, ¿Cómo está si un día y el otro también vemos cómo convoyes o instalaciones, personal militar es atacado sin miedo ni concesiones por grupos armados del narcotráfico o la delincuencia organizada?, ¿En fin, cómo está el Estado mexicano si vemos que inexplicablemente grupos armados atacan y matan a jóvenes y niños en Chihuahua, Nuevo León o Durango y las autoridades no presentan ni explicación coherente, creíble sobre estos hechos ni detiene a uno solo de los responsables?
¿Cómo?
Pero no sólo eso. Yo pregunto, ¿cómo está el Estado mexicano cuando el presidente Felipe Calderón, tiene que darle en concesión a Elba Esther Gordillo una parte de su estructura para que ella ponga y, se supone, haga y deshaga en ella, y me refiero a: la Lotería Nacional, el ISSSTE y por supuesto el Fovissste, así como la subsecretaría más importante, la básica de la Secretaría de Educación Pública, áreas que manejan servicios básicos para millones de personas y que operan miles y miles de millones de pesos?
¿En qué situación podríamos calificar a este Estado?
Cómo lo podemos ubicar cuando vemos que la Secretaría del Trabajo es dirigida desde las oficinas del Grupo México, bajo el dominio de los hermanos Larrea y cuando esta dependencia actúa impune e ilegalmente contra el sindicalismo mexicano, especialmente contra los mineros, a quienes se les pretende desalojar con el uso del Ejército de las minas donde se encuentran hace ya casi tres años en huelga por reclamos a violaciones a su contrato colectivo de trabajo.
Cómo y dónde, pues, lo podemos ubicar cuando vemos a un secretario de Comunicaciones y Transportes rendido a los grandes intereses económicos del ramo y a los de su partido, en la realización de proyectos y obras.
Es en la SCT donde se ubica el mayor subejercicio, es decir, la falta de aplicación de recursos aprobados por la Cámara de Diputados en el Presupuesto de cada año y cuyos montos se desconocen con precisión, pero que suman miles de millones de pesos que forman luego parte de fondos de los cuales no se vuelve a saber en qué, cómo y por qué se aplican.
Y así nos podríamos ir secretaría por secretaría para llegar a una sola conclusión: que hoy vivimos un Estado, sistema en descomposición, cuyo principal elemento desestabilizador es la ineficiencia de un gobernante que se denomina Presidente de la República.
Los expertos en política, pero sobre todo los hechos, indican que todo vacío de poder se llena de inmediato por otro poder.
¿Cómo se lo explico? Veamos. Esto que le voy a informar me lo dijo un importante secretario de Seguridad Pública de un estado del centro del país.
Resulta que de dos o tres meses atrás, preferentemente por las tardes-noches, en las autopistas de la región se colocan retenes con hombres vestidos y fuertemente armados, como militares, que obliga a los conductores a parar en ellos.
Ahí, sin bajarlos de sus autos, despojados de sus pertenencias -carteras, dinero, relojes, etcétera-, y evidentemente de sus vehículos y todo lo que traen en ellos.
Los automovilistas y sus familiares o acompañantes son luego subidos a las cajas de un tráiler, esas que usted seguramente conoce, que son enormes cajones con una sola puerta, y advertidos:
“Sabemos quienes son todos ustedes, tenemos sus documentos esenciales que tienen sus domicilios, teléfonos y tenemos datos de sus familias… aquel que haga una denuncia sufrirá las consecuencias, inmediatamente, sin miramiento alguno”.
Así se han encontrado decenas de contenedores, llenos de asaltados que se niegan a levantar denuncia alguna. Asumen su pérdida y se dan por bien pagados.
Las policías, el Ejército, no han logrado detener a ninguno de esos delincuentes.
Van cientos de vehículos robados y miles de personas asaltadas por este método.
¿Dónde está el Estado mexicano de Gómez Mont y Calderón en estos hechos?, ¿Quién gobierna ahí?
Nuestro Estado bajo la presidencia de Felipe Calderón es como un queso gruyere, lleno cada vez de hoyos más grandes, plagado de parches y donde cada quién se rasca con sus propias uñas. Claro, nuestras uñas, las de usted y las mías, no son ni de broma como las de Elba Esther o las de los capos de los cárteles.
Interrogado respecto de una declaración de la Coparmex, esta central que integran hombres y mujeres del gran dinero en México, que dicen que la inseguridad le cuesta al país el 15 por ciento del PIB, el diputado Alfonso Navarrete Prida respondió:
“Es absolutamente cierto. Pero no solamente es el tema de los negocios que cierran, sino de las inversiones que no llegan.
“¿A qué vienen cuando el propio jefe del Estado mexicano (el presidente Felipe Calderón), dice que México es un país en guerra?, es obvio que los capitales internacionales lo escucharán y buscarán otros fondos o nichos de inversión menos complicados y con menos riesgos que los que les proporciona México en materia de seguridad. Eso sólo en lo que se refiere al alejamiento de las inversiones.
“En lo que corresponde a lo interior, los mexicanos no sólo nos enfrentamos a las consecuencias del crimen organizado, sino al cierre de comercios y otras actividades productivas debido a una política económica errática, que no ha propiciado ni generado empleo y mucho menos crecimiento económico… y a eso habría que sumarle el nuevo fenómeno que no se está combatiendo a profundidad, que es el de las extorsiones a comercios.
“Cadenas comerciales a través de sus filiales, no pueden entender cómo es posible que el Estado mexicano permita que se les extorsione cobrándoles una cuota a esas filiales, con un impuesto informal, y obviamente ilegal.
“Creo que son signos de alerta, por no decirlo de alarma, que debemos ya estar preparados para darle respuesta, sobre todo de los responsables en materia de seguridad.
“Lo cierto es que la caída en el PIB de ocho por ciento, por crisis económica y su ausencia de recuperación a la misma velocidad, sí tiene que ver en mucho como uno de los factores de la inseguridad pública, y eso simplemente lo dejaría ahí para preguntarle primero a Coparmex: ¿en base a qué estudio, qué información, qué datos ellos pueden calcular un costo del 15 por ciento del PIB la pérdida por el tema de la inseguridad?
“Cualesquiera que sea el monto, es un hecho alarmante… es algo que deriva en que México no se vea como un país potencialmente atractivo para la inversión. Tenemos un severo problema de inseguridad, y una muy errática estrategia económica, que nos ha hecho caer 28 lugares en competitividad, con un abandono en educación básica de dos y medio millones de mexicanos más de lo que teníamos al inicio del sexenio del presidente Calderón.
“Eso nos da una idea de que en casi todas las variables que miden el progreso de un país, pues desafortunadamente vamos para atrás”.
Hasta aquí la reflexión, afirmaciones de Navarrete Prida.
Yo insisto: ¿en qué está el Estado mexicano bajo este gobierno?
Hay quienes advierten que si no se toman soluciones rápidas -un acuerdo nacional que incluya a todos los factores de poder-, la descomposición nos puede llevar a estallidos graves. Me refiero por ejemplo a ciudadanos hartos de la inseguridad que se arman y se empiezan a cuidar y a hacer justicia por propia mano.
Y otras muchas acciones de este tipo.
(Por lo pronto nosotros nos vamos de descanso y nos vemos aquí el lunes 5 de abril).