Promesas
Ramón Zurita Sahagún lunes 7, May 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Mucho de lo que se escuchó, por parte de los candidatos presidenciales, en el primer debate, pasa a formar parte del anecdotario, ya que desde que se iniciaron (1994), mucho es lo ofrecido y poco lo cumplido.
Las campañas políticas y por ende los debates, sirven para conocer la oferta que realizan los diversos candidatos y que los ciudadanos evalúen cuáles de ellas tienen posibilidades de plasmarse en el terreno de los hechos y decidir con su voto el apoyo a quien más le crean.
Resulta lamentable que muchas de esas promesas caen al vacío al momento de asumir funciones los ejecutivos federales, estatales o municipales y otras son cumplidas a medias, con lo que ellos se declaran con la satisfacción del deber cumplido.
Los ataques más fuertes que registra el candidato presidencial priísta, Enrique Peña Nieto, se refieren al supuesto incumplimiento de algunas de las obras comprometidas y firmadas ante notario público durante su campaña de proselitismo.
Tal vez sea cierto que incumplió con algunas de ellas y que otras quedaron sin terminarse, pero son las menos, ya que de los más de 600 compromisos de ese tipo, cumplimentó las principales que generaron bienestar colectivo.
Pero al margen de la disputa entre priístas y panistas sobre ese tema, la mayoría de los ganadores de los procesos electorales incumplen en gran parte lo ofrecido en campaña.
Simplemente recordando cómo se autollamó en su etapa de campaña el actual Presidente Felipe Calderón Hinojosa, se da uno cuenta del incumplimiento de su oferta electoral.
Calderón Hinojosa se definió como el Presidente del empleo, frases usadas en su publicidad y la realidad nos muestra una faceta distinta.
Pero no es el único, uno de los grandes reclamos de la sociedad, desde los tiempos de las campañas electorales de 1988, fue el tema de la seguridad, abordado marginalmente desde 1982, en referencia a lo sucedido con la policía de Arturo Durazo Moreno en la capital del país. El tema fue prioritario en las campañas de 1988, 1994, 2000 y 2006 y los compromisos de los candidatos, incluidos los ganadores de esas contiendas fueron amplios, sin que nada sucediera.
Se dice ahora que de haber respondido a las demandas ciudadanas, el país no enfrentaría la grave crisis que padece en el tema, aunque los reportes de cada uno de esos gobiernos son satisfactorios, a su parecer.
Educación y salud, son otros temas prioritarios, en los que los candidatos abundan cada seis años y que al término de sus gobiernos muestran graves deficiencias y nuevas promesas para subsanarlos.
Infraestructura, sin olvidar la generación de empleo, vivienda para los trabajadores, programas asistenciales y otros temas, son compromisos asumidos por los candidatos cada seis años, aunque las palabras se las lleva el viento y al término de cada sexenio, la historia se repite nuevamente.
De ahí que los debates sean un extraordinario vehículo para debatir cada uno de esos temas y la forma en que cada uno de los candidatos afrontaría los problemas ancestrales y de rezago.
Siendo esta una nueva modalidad dentro de la vida democrática de México y realizados ayer por vez primera por ley, los debates han servido en otros países, tal vez, más evolucionados para contrastar unas ofertas electorales con otras y comprobar el temple de cada uno de los aspirantes a presidir el gobierno del país en disputa.
Es cierto que en México hace falta fomentar la cultura del debate para que estos muestren las bondades de los mismos y la forma en que pueden orientar a los ciudadanos sobre el rumbo de su voto.
Hace unos cuantos días se celebró en Francia el debate entre los dos candidatos presidenciales que fueron a la segunda vuelta el socialista Hollande y el actual Presidente Sarkozy.
Los que tuvimos la oportunidad de seguirlo por TV apreciamos un fuerte duelo verbal entre uno y otro, que, tal vez, sirvió para definir una contienda cerrada como la que venían sosteniendo.
Ambos personajes se encararon y acusaron de todo, descalificaron, con argumentos, las ofertas del contrario y contaron con gran audiencia por parte de los electores que siguieron las incidencias de la discusión.
Hoy sabemos quién ganó (Hollande) y se dejó en claro que (uno de los grandes temores de los políticos mexicanos) no importa hacer campaña desde el poder, ya que el triunfo no está garantizado.
En muchos países del mundo, en que se permite la reelección, los mandatarios en turno hacen campaña desde su posición de gobierno y no necesariamente resultan triunfadores, los hay que basados en su gestión consiguen la reelección, pero también quienes no la alcanzan finalmente y caen derrotados con todo y los reflectores que les otorga el poder.
De ahí que cumplimentar las ofertas de campaña desde el gobierno es la mejor medicina que pueden tener los partidos y sus candidatos para acceder o conservar el poder público.
BALANCE DE FRANCISCO ROJAS
Cercano ya el fin de la LXI Legislatura, el coordinador de los diputados priístas, Francisco Rojas, realizó un balance de los trabajos, dejando en claro que la Cámara de Diputados es un espacio de pluralidad y tolerancia.
Por eso, dijo, no debe perderse la lucha por consolidar el Poder Legislativo en el esquema de la división de los poderes del Estado.
MURIÓ RAMÓN ARANO
Ramón Arano Bravo, una de las grandes glorias del béisbol mexicano murió el pasado sábado en su natal Veracruz. Pitcher de varios equipos, principalmente Águila de Veracruz, Diablos Rojos del México, Saraperos de Saltillo y Cafeteros de Córdoba, Arano conquistó la gloria cuando blanqueó al equipo de Ligas Mayores de Estados Unidos, Indios de Cleveland.