A pie, en bici o volando (I)
¬ José Antonio López Sosa jueves 3, May 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
San Francisco, California.- Esta ciudad se puede recorrer de todas formas, es accesible y amigable con el viajero y por supuesto con quienes tienen la fortuna de vivir en ella.
San Francisco se puede recorrer de lado a lado a pie, en bicicleta, en transporte público, en automóvil o en helicóptero. Cada forma tiene su encanto, sus particularidades y muestra una cara distinta de San Francisco.
El metro (BART) y el transporte público es más que eficiente, de cualquier lugar se puede tomar y se interconecta no sólo a todos los rincones de San Francisco, sino a las ciudades vecinas de Oakland, Berkeley, Vallejo, San Bruno, San Mateo o San José.
Desde el aeropuerto de San Francisco se puede tomar el transporte público.
Una caminata de ensueño comienza sobre la calle Market y la novena, desde el edificio de correos caminar hasta el embarcadero, unos 3 kilómetros donde se muestran muchas caras de San Francisco, desde el centro comercial, el edificio de Naciones Unidas, uno que otro indigente, cafés y restaurantes, en fin, todo converge en la calle Market.
Llegando al embarcadero, la caminata continúa hasta el famoso “Fiserman’s wharf” pasando por el contemporáneo “pier 39” a un costado de la bahía, lleno de restaurantes, bares y tiendas.
“Fiserman’s wharf” tiene su propio encanto, es el centro turístico más importante de San Francisco, sus calles albergan hoteles, restaurantes y sobre todo el sentido cosmopolita de la ciudad.
Desde ahí vale la pena tomar el “cable car”, ese añejo tranvía tirado por malacates ocultos en el suelo que se muestra en cualquier película ubicada en San Francisco.
Hay tres líneas distintas que atraviesan la ciudad. El pasaje de estos carros cuesta 6 dólares, el del transporte público ronda entre 1 y 3 dólares, vale la pena comprar un pase por uno o varios días que permite abordar sin límites el transporte público.
Tomando cualquiera de los “cable car” podemos ir cuesta arriba hacia el barrio chino, un verdadero ícono de San Francisco.
Sus calles nos llevan a oriente y pocos son los angloparlantes que se encuentran, la comida es excelente y el comercio callejero se deja ver, una faceta urbana completamente distinta en una misma ciudad.
Del barrio chino se puede caminar al centro financiero donde emergen los grandes edificios, donde la gente corre de una oficina a otra y se percibe el movimiento de la economía de una pujante ciudad.
La bicicleta es una opción distinta y además ofrece una experiencia única, de ello hablamos mañana.
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