5 de mayo o 16 de septiembre (I)
¬ José Antonio López Sosa martes 1, May 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
San Francisco, California.- El tradicional “grito” de Independencia que el Padre Hidalgo diera en Dolores, Guanajuato aquel legendario 16 de septiembre de 1810, ha ido tomando dimensiones distintas, de acuerdo a la etapa histórica de nuestro país, al régimen y sobre todo a la voluntad de los gobernantes.
Debemos sentirnos muy agraviados con el general Porfirio Díaz por haber movido la ceremonia oficial en primera instancia a la noche del 15 de septiembre, porque de esa forma también celebraba su cumpleaños y dejaba notar sus poderes omnipotentes sobre el entonces reprimido Estado mexicano.
Año tras año en nuestro país es motivo de algarabía y júbilo conmemorar el inicio de la insurrección de Independencia, aunque en términos reales se celebra como si en esa fecha se hubiese consumado, cuando esto ocurrió un 27 de septiembre de 1821.
La celebración en México es recurrente, quiero decir, en las plazas públicas, ayuntamientos, alcaldías, edificios de gobierno y todo aquel lugar donde exista representación popular se tiene por ley que llevar a cabo una ceremonia cívica conmemorando el “grito” de Dolores.
En los Estados Unidos, particularmente en el sur de California sucede un fenómeno curioso entre la comunidad mexicana inmigrada –de forma documentada o indocumentada—y la comunidad latina en general, se trata de la forma sui géneris en que se celebran las fiestas patrias de este lado de la frontera.
La primer desviación que tenemos, es que buena parte de la comunidad latina (no mexicana) y anglo sajona, tiene entendido que el día más importante –en cuanto a festividad cívica—para los mexicanos es el 5 de mayo, inclusive organizaciones no lucrativas en toda la zona sur del estado llevan a cabo muestras de folclor y gastronomía mexicana, exaltando el sentido de la mexicanididad; la fecha por sí misma tiene tanta relevancia que inclusive en la Casa Blanca, en Washington, D.C. cada año el 5 de mayo se llevan al cabo una serie de festividades y cenas de gala en honor de la comunidad mexicana residente en los Estados Unidos y de la “buena vecindad” con México. Estas celebraciones confunden incluso a los mismos mexicanos que viven en este país y muchas veces llegan a pensar que el 5 de mayo se celebra la Independencia de México, ¡vasta errata!
El fenómeno del 5 de mayo se ha transformado en los últimos años hasta el punto que sin saber exactamente el motivo de la festividad (el triunfo del general Ignacio Zaragoza junto con los indígenas Zacapoaxtlas sobre el Ejército Francés en los fuertes de Loreto y Guadalupe en Puebla, (allá en el año 1862) se llega a considerar como el día del latino prácticamente. Comentamos esto dado que ahora, precisamente que tenemos la festividad cívica más importante en nuestro país, de este lado de la frontera no tienen entre la población mexicana y latina, la misma trascendencia que un 5 de mayo.
A pesar de esta cuestión histórico circunstancial, las representaciones diplomáticas mexicanas buscan con los medios a su alcance, revivir esta celebración entre la población mexicana en los Estados Unidos, la noche del 15 de septiembre vimos en distintos consulados como Los Ángeles, Chicago o Houston, las tradicionales ceremonias del “grito” con eventos que pasan de ser particulares a masivos, esto es, ya no exclusivamente para un grupo de invitados especiales, sino para la población en general.
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