Colosio, de miedo
¬ Juan Manuel Magaña lunes 30, Abr 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Cuando en el 2000 apareció la película “La ley de Herodes”, el escaso prestigio que al PRI le quedaba se hizo añicos.
Ese filme -para mi gusto el mejor de los tiempos contemporáneos-, contribuyó a lo que con esperanza ingenua se quiso ver como el “cambio”, con el ascenso de Fox al poder.
Fantasiosos que somos, lo del cambio resultó ser un gran cuento, pero de esos de terror. Y tal vez por eso ahora las encuestas nos dicen -a quienes las creen-, que una abrumadora mayoría de mexicanos desmemoriados claman por el urgente regreso del PRI.
Pero ahí les viene otra película que buscará dejarlos con el ojo cuadrado: “Colosio, el asesinato”, dirigida por el cineasta Carlos Bolado.
Es un thriller de política ficción que ventila cuál pudo ser el móvil y quiénes los presuntos orquestadores del crimen del priísta Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial en 1994. La película será exhibida los primeros días de junio y, en suma, trae a la memoria la imagen del PRI como ha sido, el de la corrupción y la impunidad.
Y lo muestra así a las nuevas generaciones que se aprestan a votar. El filme sugiere y nunca prueba. No es ésta su función. No es un documento ni un reportaje.
Sus personajes son ficticios, aunque la historia se base en la verdad.
La realidad la vuelve mito y esa es precisamente su virtud (o su peligrosidad): que la gente asimila y cree más en los mitos (se supone que por algo Homero llegó a ser alguien en la vida, ¿no?).
Es obvio que esta película forma parte del sinuoso y pedregoso camino rumbo a la elección que al PRI le hace encender las luces altas.
Será interesante ver cómo ejecutará aquí un control de daños. O simplemente deberá dar por descontado el golpe.
Eso es parte de lo duro que viene en los próximos dos meses, en que los adversarios usarán la artillería pesada para derribar al puntero.
Ya hemos dicho que los expertos en marketing apuestan a mover sentimientos en las campañas para manipular al votante.
Tratándose de un filme, hay que decir que la memoria que aporta documentará esas emociones. Y vaya que este país tiene muy malos recuerdos.
Eso afectará a aquella parte del electorado -que se dice que es bastante- que hasta ahora no ve mal que el PRI regrese al poder. Entonces, el golpe dará en el blanco y reducirá al PRI sus “positivos”.
Porque en política no hay nada como golpear la reputación. Basta con que Ulises Ruiz o Mario Marín o Roberto Madrazo se le acerquen a Peña Nieto para que hagan peligrar esos positivos.
Fue el caso de la peligrosa aproximación de la maestra Elba Esther al candidato priísta, al grado que tuvieron que decidir que es mejor llevar la relación “de lejos”.
Pasa incluso con Josefina, cuando dice: voy a ser la presidenta de la paz y con ello se refiere en términos negativos a Calderón y reniega de él.
Pasa con AMLO cada que lo quieren asociar con la corrupción, al mencionar su liga con Bejarano.