Periodista asesinada
¬ Augusto Corro lunes 30, Abr 2012Punto por punto
Augusto Corro
Vuelve a enlutarse el periodismo. En Jalapa, la comunicadora, Regina Martínez fue encontrada muerta con signos de golpes y estrangulamiento.
Regina se desempeñaba como corresponsal de la revista Proceso, en Veracruz. El asesinato ocurrió antier en casa de la periodista, en Xalapa. Veracruz se ha convertido en terreno exageradamente peligroso para la práctica del periodismo.
En el último año seis comunicadores, incluida Regina, han sido privados de la vida.
Apenas en julio del 2011, se registró el crimen de la informadora Yolanda Ordaz de la Cruz, quien fue degollada. Días antes el columnista de Notiver, Miguel Angel López Velasco, su esposa e hijo, fueron acribillados a balazos.
Recientemente Amnistía Internacional lanzó una campaña de “No más agresiones a los periodistas”. Bajó el lema de “Informar no debe costar la vida”, AI recalcó que del 2000 a la fecha 74 comunicadores han sido asesinados en México.
A lo anterior se deben sumar las desapariciones, amenazas, agresiones y ataques a medios.
En los últimos meses diferentes organizaciones civiles y el Senado se pronunciaron por una mayor protección legal a quienes ejercen el periodismo. Nos quedamos en que los legisladores aprobaron reformas a la ley para federalizar delitos contra los periodistas.
No serán pues asuntos del fuero común, sino que la Procuraduría General de la República se encargará de investigar las agresiones contra los comunicadores. Ahora falta que la vigencia de esas reformas dé resultados positivos. México se encuentra entre los países donde la práctica del periodismo es peligrosa. Todo mundo lo sabe.
Sin embargo, las autoridades no tienen interés alguno en proteger a los periodistas que, como nunca, se desempeñan en medio de varios fuegos provenientes del narco, de las propias autoridades y de los caciques.
Traileros
En la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cuyo titular es Dionisio Pérez-Jácome Friscione, no tienen la menor idea de cómo resolver el conflicto de los transportistas.
Los traileros efectuaron el fin de semana un paro de actividades en contra de la norma que permite la circulación de camiones con doble caja.
También protestaron por las extorsiones, robos y falta de vigilancia en las carreteras.
Además, se quejaron por el aumento en los combustibles.
La SCT se encuentra atada de manos para resolver el conflicto. Las grandes empresas presionan a las autoridades para que permitan la circulación de vehículos con doble remolque en las carreteras.
Los traileros que no se encuentran en esa condición de privilegio, argumentan que se trata de una competencia desleal, que entre otras cosas, los deja sin trabajo. Las unidades de dos cajas les quitan la carga. El problema amenaza con agudizarse en los próximos días.
Por otra parte, los traileros señalaron que se encuentran hartos de las acciones de la Policía Federal que extorsiona descaradamente a cuanto transportista circula por los caminos de México.
Recalcaron que la vigilancia es nula en las carreteras y por lo tanto, son víctimas de la inseguridad.
Finalmente, los transportistas pidieron una reducción al precio del Diésel, porque gran parte de sus ganancias se va en el combustible. Desde luego, quienes más padecen por ese conflicto, son los habitantes del Distrito Federal que tienen que soportar los embotellamientos gigantescos provocados por el paro de actividades de los traileros, quienes, con sus unidades, obstaculizan los accesos a la ciudad.
Niños
Cada año el 30 de julio el “Día del Niño” sirve para recordar que los menores son víctimas del infortunio. Se tiene la impresión de que en esta fecha es el único día para mirar hacia ese sector de la población afectado por la pobreza.
Son millones de pequeños que carecen de lo indispensable para su salud, alimentación, vestido y casa. En su educación, el problema es severo. Desde pequeños tienen que trabajar para conseguir dinero y apoyar los gastos del hogar.
En el renglón laboral los niños prestan sus servicios y son explotados por los patrones sin escrúpulos. Aunque la ley prohíbe el desempeño de menores en diferentes tareas riesgosas, esto no parece preocupar a los empleadores.
A los problemas que ya padecían los menores, la guerra contra el crimen organizado los llevó a nuevas tragedias, entre otras la orfandad: miles de niños no solamente son pobres, sino huérfanos.
Por otra parte, en las grandes ciudades los pequeños ya forman grupos de franeleros, limpia parabrisas, chicleros, etc., en los cruceros de actividades propias para marginados.
El drama de los niños que viven en las calles continúa. También viven abandonados. ¿Algún gobierno los atiende? El drama continuará; pues el INEGI informó que cinco de cada seis niños son pobres o “vulnerables por ingresos”. ¿Alguna duda?