Hacia el debate
Elecciones 2012, ¬ Juan Manuel Magaña viernes 27, Abr 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
El espíritu de Maquiavelo gravita sobre las campañas. Una gran variedad de firmas sobre marketing político han sacado a relucir sus flamantes arsenales junto a los fanáticos partidarios, que en las campañas han querido hacerse garras.
Nada de aburridos conceptos como la verdad, la objetividad o la ética. No. Todos han buscado, trampear, cortar y cañonear al adversario; cuáles, los medios para alcanzar el fin: el poder.
“La gran intención es mover sentimientos”, “tocar las emociones” del votante en ciernes. Nada que ver con su racionalidad. Y para ello sólo hay que medir (para eso se le investigó) si la patria vive un momento de “cambio” o de “seguir avanzando”.
Ahora que termina abril el reloj de arena está a punto de dar vuelta.
Según los encuestadores, la gente ve más positivo que negativo que el PRI regrese al poder. Ven negativo que el PAN se quede. Y ya ven menos negativo que el PRD llegue. Como en esto se trata de mover sentimientos, habrá que quitarle lo positivo al puntero para que lo vean negativo y sacudirse los negativos para que se vuelvan positivos.
Con Fox, el concepto sentimental fue “el cambio”; con AMLO, el “peligro para México”. El problema es que faltan muy pocos días para la elección y para reducir la enorme distancia del puntero sin los instrumentos del 2006, principalmente la guerra sucia y la intromisión presidencial y empresarial vía televisión.
Los tres candidatos principales han ido reflejando sus preocupaciones de marketing, tal y como se anticipó: AMLO pide ir por el prójimo indeciso con aire de buen samaritano, Peña Nieto se cuida con el teleprompter de no volver a regarla, y en Josefina está más que visto que “la campaña es el mensaje”, en este caso de desorganización.
Ya también es la hora en que unos a otros, los adversarios se conocen y se han visto hasta el modo de andar. ¿Qué sigue? El debate. ¿Cuál será la fibra emocional que tocarán? ¿El marasmo económico o la guerra de los 60 mil muertos influirán? Ahí está el marketing político con todo su amplio arsenal. Si Maquiavelo hubiese visto aplicados todos estos medios avanzados que llevan al poder, la grata impresión le habría devuelto, satisfecho, a la tumba.