Un sueño
¬ Augusto Corro jueves 19, Abr 2012Punto por punto
Augusto Corro
Tras considerar como un sueño que el Estado acabe con el crimen organizado, el ex presidente Vicente Fox criticó, una vez más, la estrategia encabezada por Felipe Calderón contra los cárteles de la droga. También se manifestó por la legalización de las drogas para combatir a los cárteles del narcotráfico, durante una conferencia que dictó ante jóvenes universitarios, en Tijuana. Fox, sin lugar a duda, tiene la razón. Apoya sus declaraciones por la ola sangrienta que baña a la sociedad mexicana, aunque durante su mandato poco o nada hizo por enfrentar a los narcotraficantes que consolidaban su poder.
Los 14 descuartizados, localizados el martes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, son el ejemplo claro de la impotencia de las autoridades en su lucha contra la narcoviolencia.
Las acciones de la fuerza pública contra los cárteles de la droga y las pugnas entre éstos generan más de 60 mil muertos.
Son, pues, los resultados de la guerra fallida de Calderón los que permiten a Fox tener en la mano argumentos irrefutables para apoyar sus planteamientos.
No se pronuncia porque se deje de combatir a la delincuencia organizada. Lo que pretende es que Calderón cambie la estrategia, “salir de la trampa de la violencia, la droga y el crimen en la que estamos, y echar a andar la imaginación para buscar caminos y hacerlo”.
El ex presidente siempre que tiene oportunidad de hacerlo se refiere a la despenalización de las drogas que ya despierta un interés en algunos mandatarios de Latinoamérica, como es el caso del guatemalteco Otto Pérez Molina.
Explica que el hecho de legalizar las drogas no implica que “los jóvenes se vayan a volcar a éstas, como en múltiples ocasiones lo ha dicho el actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Debe ser responsabilidad de los ciudadanos decidir por su bienestar”.
Por su parte, el zar anti drogas de Estados Unidos, Gil Kerlikowske, dice que legalizar el consumo de droga sea una política efectiva y humanitaria para enfrentar al narcotráfico.
Desde Washington el funcionario añade que se trata de una postura marginal que sólo encuentra eco en la prensa, pero no entre una mayoría de la opinión pública.
En fin, continuará con su cruzada por la legalización de las drogas y su campaña contra la estrategia fallida de Calderón en la guerra contra la delincuencia organizada.
Las declaraciones de Fox, políticas o no, estallan como dinamita pura en la estructura del PAN, que por ahora nada más las cimbra.
Frena el desarrollo
Lo que sí queda muy claro son los daños que ocasiona el crimen organizado. Uno de estos es el desarrollo de México.
El Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, señala que las perspectivas económicas en nuestro país tienen frenos como el crimen organizado, la falta de productividad de las empresas, y la mala calidad de la educación.
Sin embargo, se muestra optimista con el resto de las economías latinoamericanas.
En el Foro Mundial de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Krugman dice que si México diera señales más claras de que el crimen organizado está siendo contenido, ofrecería mayor optimismo sobre el país en particular.
También faltan señales claras de que la educación básica está mejorando. Total, por donde se analice el asunto, México se encuentra en condiciones difíciles.
El rey se disculpa
Después de las presiones de propios y extraños, el rey Juan Carlos I de España, pidió ayer perdón por la cacería en Botsuana, que ha sido objeto de controversia en el reino. Compungido, el monarca dijo: “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir”.
El rey Juan Carlos habló después de ser dado de alta en el hospital, donde le practicaron una intervención quirúrgica para restaurarle la cadera que se fracturó, mientras participaba en un safari en aquél país africano.
El enfrentamiento del rey Juan Carlos y el pueblo español no se cerró con su arrepentimiento y su demanda de perdón.
El caso seguirá abierto, porque los españoles pusieron en entredicho la vigencia de la monarquía. Quizá sólo faltaba un desliz del monarca para que sus súbditos se llenaran de ideas republicanas y empezaran a formular el referéndum para escoger entre un régimen monárquico o republicano.
Como dijimos en este espacio, será el príncipe Felipe el más afectado por los conflictos de su familia, pues obstaculizarán su ascenso al trono, si esto llega a ocurrir.
Mientras, en México, el presidente español, Mariano Rajoy inició su gira para que los países latinoamericanos lo ayuden, con lo que sea su voluntad, para superar la crisis económica que padece la “madre patria”.
Juntos Calderón y Rajoy
Rajoy, junto con Calderón, se encargaron de condenar la expropiación de la petrolera YPF –filial de la transnacional de origen español Repsol, ordenada por el gobierno que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El mexicano dijo que dicha expropiación de la petrolera española afecta el patrimonio de los mexicanos. Y como dijera el susodicho Fox: ¿Y yo por qué? En menos de 24 horas, Calderón deploró la nacionalización del petróleo argentino, lo que puso en evidencia su interés desmedido por las afectaciones a la empresa española.
¿Realmente, qué perdió México? ¿Es alguna cantidad de dinero que ponga a temblar las finanzas de Pemex, como socio de Repsol?
Algo sí se definió: Calderón no pudo ser el estadista que reivindicaría a la diplomacia mexicana.
En la VI Cumbre de las Américas, al hablar con la presidenta argentina, se negó a brindarle su apoyo para la expropiación multicitada. Las relaciones diplomáticas mexicanas con otros países han sido pésimas. ¿Dónde quedó la Doctrina Estrada? Aquella que registraba “una actitud clara e inteligente en contra del colonialismo, el abuso del poder, de la explotación y de la intervención de las potencias imperiales europeas y de los Estados Unidos de América, en la América Latina”? Parece que los presidentes mexicanos la olvidaron hace mucho tiempo.