La primera gran familia del crimen
¬ Humberto Matalí Hernández viernes 12, Ago 2011Al son de las fábulas
Humberto Matalí Hernández
Lucrecia pensó en su padre, en el cardenal
de la Iglesia, en el padre afectuoso entregado
a sus hijos, en el vicario de Cristo.
¿Ardería su alma en el infierno?
Mario Puzo y Carol Gino. “Los Borgia.”
En 1999 Mario Puzo entregó a su enfermera, compañera y escritora Carol Gino, el manuscrito de “Los Borgia. La primera gran familia del crimen”. Puzo lo trabajó durante años, al mismo tiempo que “Omertá”, publicada en 1999, secuencia de “El último Don” de 1996. “Los Borgia” lo publica Carol Gino en el 2001. En ella Puzo demuestra que sus novelas anteriores sobre la mafia, comienzan con “El Padrino” de 1972, son resultado de los conocimientos sobre la vida de esa familia, que junto con los Médicis en Florencia, hicieron posible el Renacimiento, en menos de 50 años de guerras, violencia, pero profundo amor al arte, al nacionalismo y a la familia.
Para la creación de esta novela, Mario Puzo contó con el apoyo y asesoría de su amigo Bertram Fields, al que la dedicó, considerándolo el mejor de los “consiglieri”. Fue el amigo que le aconsejó y proporcionó información sobre los Borgia y su ambiente histórico.
Además es una obra que uno demuestra que los recientes escándalos de los miembros del clero y de las altas jerarquías de la Iglesia católica no son asuntos novedosos. Forman parte de la historia, poco menos de 20 siglos, de esa institución en donde las intrigas, el poder, los crímenes, abusos y riqueza son, al igual que en toda organización humana, el medio para la preservación, permanencia y poder. También en el Vaticano son una de las bases en que se sostiene. Lo que no es justificación para los actos de corrupción física y moral, abusos a menores de edad y acumulación personal de riquezas, sean ocultos y protegidos los culpables, con la hipocresía y la fe de los seguidores y practicantes.
Mario Puzo, amante de la literatura desde la infancia, encontró en las letras, después de los 45 años de edad, el triunfo literario. Y, la verdad, Don Corleone es el equivalente a Rodrigo Borgia, después elevado al papado como Alejandro VI. Dos padres de familia, justos y violentos, benevolentes con los suyos e implacable con los traidores y enemigos. No hay mucha diferencia. Quizá la única es que Rodrigo Borgia existió y cambió su entorno de los estados papales, pacificó muchas provincias e hizo alianzas con reyes poderosos. Mientras que Vito Corleone es resultado de la mente de Mario Puzo, mientras que nadie demuestre lo contrario y convenza que es una persona real en la “Cosa Nostra”
Con el estilo de las narraciones impactantes y sobre todo capítulos en donde se logran emociones, violencia, amor, guerra y celos, para crear una novela histórica ágil y excelente, que refleja la capacidad de corrupción de los seres humanos y también la grandeza que pueden lograr al lanzarse al empeño de sus planes y fines, junto con la capacidad de sacrificio por los seres humanos y la brutalidad de la violencia asesina.
Novela histórica de ese momento del Renacimiento, a finales del siglo XIV y principios del XV, donde por ejemplo, fue el Papa Borgia el que divide entre los emperadores de Europa el continente encontrado por Cristóbal Colón, cuando aún no se tenía la noción exacta de la magnitud del nuevo enorme territorio que después sería América. Pero también hizo alianzas con los reyes Católicos, Isabel y Fernando, y con el rey de Francia y Nápoles.
En la novela de Puzo desfilan desde el genial Leonardo da Vinci, el joven escultor Miguel Ángel, el pensador y escritor florentino Maquiavelo, varios de los Médicis, incluido Lorenzo el Magnífico.
Mario Puzo demuestra que a pesar de la corrupción en torno, Rodrigo Borgia fue un excelente gobernante, que pacificó y limpió Roma de todos los vicios, caos y violencia que hacían de la ciudad una cloaca. De hecho la deja limpia y lista para la llegada de su sucesor Julio II, papa guerrero que amplió los territorios vaticanos más allá de lo alcanzado por el papa Borgia.
Por su lado, César Borgia, el genio guerrero violento y salvaje es un militar inteligente, buen estratega que encontró con el apoyo estratégico de Leonardo daVinci, la forma de vencer a varias fortalezas de los enemigos del papado. Es sin duda un nacionalista empeñado en aumentar el poder de Roma. César sobrevivió a un intento de envenenamiento, en el cual murió el Papa Alejandro, para morir como un héroe épico, enfrentando sólo a varias decenas de soldados, después de la traición del hermano de su esposa.
Por su parte, Lucrecia Borgia es intrigante, pero dulce muchacha y mujer piadosa. En la cual el erotismo y el incesto, el amor y el odio se unen para crear el enorme mito de ser una criminal asesina que utiliza como arma el veneno. Aunque hay que reconocer que al igual que sus hermanos, César, Jofre, Juan y los muchos hermanastros que tuvo, recurrieron a ese recurso para deshacerse de los enemigos. Rodrigo Borgia era dado a las mujeres bellas, la buena comida, vino y placeres variados, de ahí los muchos hijos que tuvo, a los que benefició desde el papado.
Cierto como dice el subtítulo de la novela de Mario Puzo, fueron la primera gran familia del crimen, pero es cuestión de imaginar si el Renacimiento hubiera (y el hubiera no existe), sido igual de grandioso son la acción de los Borgia. El primer Borgia Alonso salió de España 60 años antes de la muerte de Rodrigo y César Borgia. Fue el papa Calixto y partir de ahí se impusieron en Europa y cambiaron la cultura de Occidente. Tanto que sus acciones tienen reflejos en la actualidad cinco siglos después. Y no nada más en el arte.