A darse con todo
Elecciones 2012, ¬ Juan Manuel Magaña lunes 9, Abr 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Terminaron las interrupciones y ahora sí podrán ya los presidenciables revolcarse cuanto quieran en la arena electoral.
De seguro, unos a otros se han evaluado y a estas alturas ya saben cualquier cosa uno de los otros. Todo está expuesto, la estrategia, el discurso, los spots, el arsenal. Peña Nieto conserva amplia ventaja sobre sus competidores. Sale casi intacto de estas semanas difíciles, que parecieran minadas por disposiciones legales absurdas y en las que ha sido preciso moverse con cautela.
De su lado, López Obrador habrá podido observar con cierta satisfacción un par de cosas: una, que su “estrategia amorosa” ha sido efectiva y le ha disminuido la percepción negativa hacia su persona; dos, que el naufragio de la campaña panista le confirma, contra lo que digan las encuestas, que es él con quien Peña Nieto tendrá que disputar la elección.
Y al igual que los otros, Josefina habrá revisado las metas alcanzadas o frustradas, y las razones de una u otra cosa.
Habrá repasado su imagen, sus líneas tendidas de comunicación, las giras realizadas y las que tendrán que hacerse, los eventos, la logística. Pero a diferencia de los otros, es ella la que ha tenido que reunirse por horas, ostensiblemente, con su “cuarto de guerra”. Mala señal.
Su campaña vive prematuramente una crisis, porque las cosas no le han funcionado, ni su relación con el partido, ni la estructura, ni la organización, ni nada.
Y Josefina habrá confirmado una cosa, sólo una, la que en verdad cuenta: que la meta es demasiado difícil de lograr para el poco tiempo de que dispone. Entonces, reanudará su campaña movida por una cierta desesperación que habrá de ser más grande, conforme pasen los días.
Y el recurso de los desesperados será como ya lo vivimos en 2006: ella tendrá que buscar entre sus posibles aliados a ver quién tiene una bazuca.
Y del señor Quadri, mejor ni hablar: anduvo extraviado el fin de semana a bordo de un Metrobús que iba a Indios Verdes, donde un pasajero le soltó: “¡Usted no propone nada, sólo es un siervo de Elba Esther Gordillo!”.