La Iglesia electoral
Elecciones 2012, ¬ José Antonio López Sosa martes 3, Abr 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
En octubre del año 2005, en esta columna publicamos el siguiente texto, lo traemos de nuevo para que considerar si algo cambió en esta administración la injerencia del clero en las elecciones, cito textual:
“Aunque la Constitución Política es clara y tiene determinada una clara separación estructural entre los cultos religiosos y el estado, en nuestro país la Iglesia católica en particular, continúa siendo un grupo con mucho poder e injerencia al interior del pueblo mexicano, especialmente en los últimos años desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, cuando se reanudaron las relaciones diplomáticas y el Papa Juan Pablo II fue recibido como jefe de Estado, la penetración social del culto católico ha venido acrecentándose, particularmente desde el triunfo de Vicente Fox, donde un grupo de católicos pertenecientes al Yunque y al Opus Dei forman parte del gabinete presidencial y donde el ex Secretario de Trabajo y hoy Secretario de Gobernación, es un hombre al servicio del clero.
El problema con la Iglesia católica es uno, intervienen en los procesos políticos subjetivizando su postura, aprovechando de la enorme influencia moral que tienen sobre sus séquitos, cuando al mismo tiempo, en su interior se dan casos de corrupción y delitos graves -como lo son las violaciones a mujeres y menores de edad- e incluso, se ha sospechado más de una vez su nexo con el narcotráfico. Ahora bien, en el discurso oficial, los sacerdotes únicamente llaman a sus fieles a votar, como parte de una obligación ciudadana que tienen que cumplir, según la alta jerarquía católica, no se incide por ningún candidato o partido político; esto es real de forma verbal, sin embargo, si existe una tendencia particular ya en vísperas de una elección, sea estatal o federal. No por nada los partidos políticos y los candidatos, caen en esta lógica de poder y cabildean con los jerarcas católicos, no es casual la presencia del arzobispo primado de México en la inauguración del segundo piso, en muchos actos oficiales e incluso, en reuniones privadas con funcionarios de primer nivel.
Si de por sí la Iglesia tiene una enorme influencia en la población, y le sumamos a ello la importancia que el propio Estado, incluyendo la maquinaria electoral de actores y factores, el resultado es catastrófico por volverle a dar una importancia sustantiva en un proceso político, algo que al Presidente Juárez le costó mucho trabajo recomponer.
El colmo se presentó cuando los clérigos exigen tener acceso a la representación popular, es decir, poder contender por puestos públicos, como diputados o senadores. ¿Se imagina usted?, eso si sería el colmo y no creo que sea descabellado desde la “_mocha” visión de Carlos Abascal Carranza. Me parece que la separación real -y no en el papel- entre Iglesia-Estado, es parte fundamental y pilar de nuestros principios políticos, la historia mexicana ha mostrado que la Iglesia ha fungido como factor de abuso de poder, de propagación de pobreza e ignorancia e incluso de aliado en el control dictatorial, es por ello que debería permanecer al margen de todo proceso político, aunque en este caso día a día, nuestros actores políticos en turno y en vísperas de la elección, se dedican a fortalecerla más.”
FE DE ERRATAS
En esta columna ayer se publicó que Víctor Lobo, delegado con licencia por Gustavo A. Madero contendería por una curul en el Senado, se trata de un error, compite por una diputación local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ello no cambia el desastre que ha quedado en su demarcación.
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@joseantonio1977 Rubén Chavarría