La fragilidad de Josefina
Elecciones 2012, Ramón Zurita Sahagún martes 3, Abr 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los primeros días de campaña formal de Josefina Vázquez Mota, han sido como los últimos de la veda electoral, terribles para sus propósitos de ganar la Presidencia de la República.
La imagen que proyecta es de debilidad, en todos los aspectos, que van desde un proyecto que nadie comprende, un equipo que no logra conectarse, respaldos pocos claros y, para colmo de males, fragilidad física.
Los discursos de Josefina son soporíferos, lentos, mal redactados y peor leídos. Su voz se escucha sin inflexiones de ninguna clase y sin la fuerza que requieren los discursos que pretenden convencer a un electorado escéptico.
Peor el comienzo no podía ser, aunque vienen días de reflexión, los que deben servir a la panista para corregir los errores cometidos hasta el momento, cuidar su salud y analizar si de verdad puede con el peso de una candidatura presidencial.
Hasta el momento, la panista no muestra el empaque suficiente para competir en igualdad de condiciones con el candidato de un partido sólido que mantiene su fuerza y cuyas derrotas se deben a las traiciones de sus propios dirigentes y militantes y de otro aspirante que tiene bien trabajado el método electoral.
Josefina carece de los atributos de uno y otro, según se puede confirmar en los pocos días de campaña y con lo que mostró desde que fue confirmada como la ganadora de la contienda interna de su partido.
Su figura menudita y su voz escasamente audible la muestran con mayor fragilidad de la que parece tener a simple vista y dista mucho del empaque de otras abanderadas presidenciales, las que sin tener tras de sí todo el aparato y la parafernalia de un partido gobernante, dejaron estampa de candidatas presidenciales.
Pareciera ser que Josefina se conforma con la figura de género para atraer votos, reclamando el sitio para las mujeres, sin considerar la preparación y las condiciones necesarias para gobernar a un país de 110 millones de habitantes.
Las cosas para Josefina no pintan bien, falta coordinación en su equipo, se muestran neófitos en muchos asuntos y carecen de la gente necesaria para realizarlos. Sus spots son malos, mal realizados, con escaso contenido y su figura y voz no ayudan en nada. Es cierto que la campaña apenas inicia, pero lo hizo con el pie izquierdo y debe recordar que ahora las mismas son cortas y que tiene apenas 90 días para remontar una diferencia que inició en 15 puntos de desventaja y deberá reflejarse aún más en los próximos días.
Ya comienzan a surgir acusaciones para los priístas, a los que los panistas culpan de estar boicoteando los eventos de Jose, pero ni siquiera hay necesidad de ello, ya que los principales adversarios con los que luchan los azules son sus propios errores.
La mala logística en el evento de toma de protesta de su candidata, el peor sitio seleccionado para dar el banderazo de salida a la campaña formal, el conato de bronca surgido en el evento del World Trade Center, se suman a la revisión hecha a su tesis, las críticas a la UNAM, su dislate de nadie es perfecta, yo estudié en la Ibero y su desmayo de ayer.
Como sugieren algunos, Josefina debiera aprovechar las vacaciones de Semana Santa para darse una limpia o ir con los brujos de Catemaco.
La estafeta que lleva es la de ser abanderada presidencial del partido que lleva gobernando 12 años, lo que debiera convertirse en un gran respaldo, con todo y los errores cometidos por Vicente Fox y Felipe Calderón, ya que ser el partido en el poder es un activo para su candidato.
Tal vez lo más conveniente para Jose pudiera ser aprovechar estos días para revisar las deficiencias que han propiciado esta pequeña crisis, antes de que el asunto crezca y se vuelva imparable. Conocer sus fortalezas y debilidades, para frenar esto que amenaza con convertirse en una caída libre.
Pero si Jose comenzó con grandes altibajos su campaña electoral, el candidato presidencial de las izquierdas buscó el cobijo de su tierra natal, para sentir el calor y la fuerza de su movimiento.
En Tabasco le fue bien, como ya se convirtió en una costumbre, pues la clientela electoral le responde a Andrés Manuel López Obrador en buena forma.
Para Enrique Peña Nieto, el candidato del PRI, las cosas marcharon mejor, pues buscó la plaza que le provocó un toquecito, por aquello de la Feria del Libro, para compensar el tropiezo. De Gabriel Quadri ni quien se acordara, el aspirante presidencial de Nueva Alianza es poco atractivo, con todo y que cuenta con el aval de parte del magisterio.
ANA LILIA HERRERA
De los candidatos al Senado de la República destaca Ana Lilia Herrera, ubicada como primera de la fórmula que compone con Laura Barrera en el Estado de México.
Ana Lilia sabe que la tarea es complicada, ya que su partido no gana un escaño senatorial en esa entidad desde 1994 y que ahora la fórmula compuesta por las dos mujeres lleva la responsabilidad.
Herrera inició en Ecatepec, donde vivió cerca de 20 años y donde su partido cuenta con la base de militantes más grande del estado, aunque pretende recorrer cada uno de los municipios que componen la geografía, para convencer al electorado de la necesidad de que acudan a las urnas y voten por el proyecto que ella representa. Con esta fórmula mexiquense, los priístas están seguros de obtener una copiosa votación que les recupere los dos escaños de esa entidad.
DESCANSO
Este espacio dejará de publicarse a partir del cuatro de abril, reapareciendo el 10 del mismo mes.