Mexiquenses
Ramón Zurita Sahagún viernes 23, Mar 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Desde la elección de 1994, los priístas mexiquense no han ganado las posiciones de mayoría para el Senado de la República, llegando al caso de que hace seis ni siquiera tuvieron premio de consolación.
El PRI fue relegado hasta el tercer sitio, según dieron cuenta los resultado electorales, quedándose sin representante en la Cámara alta.
Seis años antes, les fue otorgado el premio de consolación que resulta ser la primera minoría.
Panistas y perredistas, respectivamente, resultaron los ganadores en las dos contiendas mencionadas que dejaron al partido tricolor sin representantes de mayoría correspondientes a esa entidad en el Senado de la República.
Ahora, los priístas confían en recuperar esas posiciones que fueron suyas hasta que se rompió la racha en la elección presidencial del 2000, donde perdieron, al mismo tiempo, la Presidencia de la República.
La fórmula ganadora diseñada por los priístas para disputar los escaños correspondientes al Estado de México se encuentra compuesta por Ana Lilia Herrera Anzaldo y Juan José Guerra Abud.
Ella, comunicadora y triunfadora en dos elecciones consecutivas, donde ganó la diputación local, primero y la alcaldía de Metepec, después, fue colocada como primera en la fórmula, pues representa garantía de votos.
Funcionaria mexiquense en tres administraciones, la de Arturo Montiel, la de Enrique Peña Nieto y la Eruviel Ávila Villegas, conjunta juventud, experiencia, conocimiento y simpatía para un electorado que ha mostrado en varias ocasiones la volatilidad de su sufragio.
Coordinadora de Comunicación Social del gobierno estatal, secretaria de Desarrollo Social, delegada de Conapo, diputada al Congreso local y presidenta municipal de Metepec, alcaldía que recuperó luego de tres administraciones ajenas al PRI.
Él, ubicado en la segunda fórmula, coordinador de los diputados federales del Partido Verde, político y promotor industria, ingeniero industrial y maestro en economía, cierra la pinza de las fórmulas senatoriales, con la que la alianza sellada entre el partido tricolor y el verde, pretende recuperar esas dos posiciones de mayoría.
Guerra Abud fungió como secretario de Desarrollo Económico durante la administración estatal de Emilio Chuayffet Chemor y permaneció en el cargo durante el interinato de César Camacho Quiroz.
El candidato al Senado mantiene cercanía con quien abandera al partido tricolor en su intento por recuperar la Presidencia de la República.
Con esta fórmula, compuesta por una mujer triunfadora en cada una de las facetas desempeñadas y por un varón identificado con el sector industrial de la entidad, se pretende recuperar las dos plazas en disputa el próximo 1 de julio.
Y en que en el Estado de México se darán comicios concurrentes, donde se habrán de elegir a los 125 alcaldes y a los integrantes del Congreso estatal, además de los 40 diputados federales, los dos senadores y el Presidente de la República.
Para los mexiquense la elección reviste un sabor particular, porque el más reciente ex gobernador, Enrique Peña Nieto, abandera al Partido Revolucionario Institucional en su pretensión por volver a gobernar el país.
Se trata de la entidad más poblada del país, con cerca de 11 millones de votantes y donde los priístas pretenden alcanzar una cifra cercana a los 5 millones de votos, con lo que se permitiría rebasar la meta histórica fijada en los comicios en los que ganó Eruviel Ávila Villegas, apenas el año pasado.
La meta es difícil de alcanzar, aunque los militantes y dirigentes del partido se encuentran seguros de conseguirlo.
Para eso, dicen los dirigentes, cuentan con una batería de probables candidatos a los ayuntamientos que arropados por el candidato presidencial y basados en su propio trabajo les permitirá detentar las posiciones que actualmente tienen.
Algunos nombres que comienza a sonar como probables aspirantes a los ayuntamientos establecen las candidaturas de Martha Hilda González, Toluca; Carolina Monroy, Metepec; Juan Millán, Huixquilucan; Abel Domínguez, Zumpango y David Parra Sánchez, Naucalpan, entre otros.
SUBEN Y BAJAN
Javier Corral solicitó licencia como diputado federal para competir por un escaño, al ser sembrado como primero en la fórmula del PAN por el estado de Chihuahua.
La impugnación presentada por el panista funcionó y a pesar de haber quedado en tercer lugar en la contienda interna de este partido, se realizó la evaluación correspondiente, su protesta prosperó y consiguió desplazar a sus compañeros de partido y hoy ocupa una posición casi segura de lograr un escaño, sea como mayoría o como primera minoría, por su lugar privilegiado en la fórmula de su partido.
Quien recibió un revés fue su también compañero de legislatura, solamente que representante del PRI, Francisco Moreno Merino, a quien sus palabras expresadas durante la comparecencia del director del ISSSTE ante diputados, fueron catalogadas como misoginia pura y le valieron quitarle la posición privilegiada otorgada por su partido, para competir como primero en la fórmula senatorial por el estado de Morelos.
Moreno Merino fue bajado de la contienda y como lección de vida, la posición le fue concedida a Lisbeth Hernández Lecona, quien aparecía como suplente del segundo en la fórmula senatorial, Guillermo del Valle.
Ahora será Lisbeth la que encabece la fórmula y su suplente será Cecilia Verónica López González.
Por una serie de situaciones ocurridas en las nominaciones realizadas por el partido tricolor, el casi seguro regreso del PRI al gobierno estatal se mantiene en el aire, ante el derrumbe de este partido en las encuestas.
El malestar es enorme, ante una supuesta equivocación en la designación del candidato al gobierno estatal y el desplazamiento sufrido por personajes como el mencionado Moreno Merino y Manuel Martínez Garrigós.