Limpian cochinero
¬ Augusto Corro jueves 22, Mar 2012Punto por punto
Augusto Corro
El Partido Acción Nacional (PAN) designó a Javier Corral como candidato al Senado de mayoría relativa por Chihuahua. (La elección por mayoría relativa es la que conocemos comúnmente como “mayoría simple”, es decir, el que tenga más votos es el que gana).
De esa manera, se superó un conflicto que amenazaba con crecer en el interior de esa organización política, criticada acremente en los últimos días por su falta de democracia.
En la elección para aspirantes a una senaduría hubo un sinnúmero de irregularidades y Corral quedó en el tercer lugar, después de Cruz Pérez Cuéllar y Carlos Borruel. Apoyado por los militantes panistas chihuahuenses, Corral le exigió a la cúpula de su partido que se limpiara dicha elección. Los jerarcas panistas optaron por cerrar uno de los casos más polémicos y aprobaron la candidatura mencionada.
Corral, actualmente es diputado federal, se ha distinguido por sus intentos de meter en cintura al duopolio televisivo. Desde luego, no lo ha logrado, pero su actitud es aplaudida por diferentes sectores sociales que lo han apoyado irrestrictamente.
Sin embargo, en el partido azul ya no pudieron solucionar el otro problema que surgió con Clouthier, quien, molesto por la conducta de su partido, renunció y decidió buscar una candidatura ciudadana rumbo a la Presidencia de la República.
El último asunto sin solución surgió en los últimos días, cuando Lía Limón, asambleísta azul, aspirante a jefa delegacional en Miguel Hidalgo, fue derrotada en una elección que ella misma calificó de cochinero.
El jefe delegacional Demetrio Sodi y el dirigente panista en el DF son unos “cuatreros”, dijo la diputada local. La dirigencia panista desdeñó las acusaciones de Lía Limón. El asunto quedó para la historia de las elecciones. Los casos mencionados no fueron los únicos en los que predominó el escándalo. También en Monterrey, Nuevo León, el comité ejecutivo del PAN se empeñó en incluir a Fernando Larrazábal, presidente de la capital norteña, en la terna de diputados plurinominales.
Hubo protestas por esa designación de parte de los militantes azules y la dirigencia decidió que el alcalde participe como candidato, pero tendrá que buscar el voto entre los electores. Es decir, ya no tiene tan segura su curul en San Lázaro.
La izquierda
En la denominada izquierda, también se registraron conflictos que recalcaron el espíritu conflictivo de las tribus del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Después de las demostraciones violentas en sus reuniones para repartirse candidaturas a jefe delegacionales y diputados, en las que hubo sillazos y botellazos, el inefable René Bejarano “El Señor de las Ligas”, se volvió a salir con la suya.
Concretamente, la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), que encabeza el dirigente mencionado, creció en el número de posiciones. En total, consiguió 18 candidaturas para los comicios en el DF y 7 espacios para la Cámara de Diputados.
La resolución fue tomada por la Comisión Política Nacional del PRD. El perdedor resultó Martí Batres y su tribu Izquierda Social (IS). Este líder político cayó en desgracia, cuando se atrevió a criticar a su ex jefe Marcelo Ebrard por su acercamiento a Calderón.
Por esa actitud, Batres fue despedido de la Secretaría de Desarrollo Social del DF. Incondicional de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tendrá que esperar mejores tiempos. Tres posiciones para diputaciones locales, fue Lo único que consiguió para su grupo.
La tribu bejaranista consiguió siete posiciones delegacionales: Alvaro Obregón, Azcapotzalco, Tlalpan, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Magdalena Contreras y Xochimilco. Por otra parte, ya se había anunciado que la esposa de René, Dolores Padierna, tiene asegurado un escaño en el Senado.
Aquí lo interesante de la política a la mexicana consiste en que “El Señor de las Ligas”, un pilar importante de la izquierda, no tiene relación directa con AMLO. “Hace más de 7 años que no veo ni hablo con Bejarano”, dijo en una ocasión el tabasqueño. Obviamente, las pugnas internas seguirán sin límite de tiempo, porque así lo determina la naturaleza política de los perredistas.
Vargas Llosa ¿Nobel de la Paz? Anteayer, la candidata panista a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, se encontraba en Perú, recibiendo el homenaje del Premio Nobel de la Paz, Mario Vargas Llosa. Todos sabemos que el escritor peruano-español es realmente Premio Nobel de Literatura.
Sin embargo, en el boletín de prensa emitido por el equipo de Vázquez Mota, este lo calificó como Premio Nobel de la Paz. No es extraño ni causa sorpresa, que los panistas reprueben, siempre que tienen oportunidad, en materia de literatura.
Son parte del anecdotario político los errores garrafales de los presidentes panistas cuando se trata de nombrar a escritores de fama internacional. Se volvió famosa aquella equivocación de Vicente Fox cuando se refirió a José Luis Borgues, en vez de pronunciar correctamente el nombre de Jorge Luis Borges, el brillante cuentista argentino.
Bueno, el asunto de Vargas Llosa y la panista viene a colación, porque el primero emitió puntos de vista de muy mal gusto. Dijo palabras más, palabras menos: para que la democracia se fortalezca, necesitamos que Vázquez Mota llegue a la Presidencia de México.
En una más de esas reuniones baladíes que organiza Vargas Llosa, estuvo presente la mexicana para recibir los elogios del peruano, que si bien es cierto que su trayectoria en las letras universales es brillante, su opacidad como político es real y da pena ajena. Para ser sinceros, en este renglón ha sido un fracasado.
Siempre se agradecerá que nos hable de sus libros, de los misterios de la literatura, pero que, por favor, se abstenga de opinar sobre política.
Como candidato a la presidencia de Perú, allá por los noventas, Vargas Llosa sufrió una derrota terrible por parte de un adversario desconocido de apellido Fujimori. Se le envenenó su corazón y desde entonces se ha dedicado a recorrer el mundo, sin cansarse de opinar de lo que no sabe. Esta vez, ya cumplió con su cometido de desorientar aún más a Vázquez Mota, quien tiene que viajar al extranjero a recibir adulaciones de gente que desconoce la realidad política mexicana.