Suspenso
¬ Augusto Corro miércoles 21, Mar 2012Punto por punto
Augusto Corro
El caso de la francesa Florence Cassez está sumido en el mayor de los suspensos, porque, entre otras cosas, se sabrá cuál es el papel de la justicia en México.
Como todo mundo sabe, la extranjera fue acusada del delito de secuestro y juzgada por las autoridades mexicanas, quienes la encontraron culpable y la sentenciaron a 60 años de cárcel.
Desde su inicio, el proceso penal estuvo lleno de fallas que favorecieron a la defensa de la mujer. La policía realizó un montaje publicitario con la detención de la francesa.
Se señaló a Genaro García Luna, como el funcionario de la AFI que violó los derechos de Cassez. Allí se inició el conflicto.
Recientemente, cuando se suponía que el caso estaba cerrado, el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, hizo pública su intención de pedir la liberación de Florence Cassez.
En cuanto trascendió la noticia, propios y extraños decidieron librar una guerra a favor o en contra de los deseos del ministro.
Como se informó, el affaire, tiempo atrás, rebasó los límites judiciales. El presidente francés Nicolás Sarkozy abogó por su paisana y planteó la posibilidad de que cumpliera la condena en su país.
El gobierno mexicano rechazó la idea y se estuvo a punto de romper relaciones con Francia.
A raíz de la propuesta de Arturo Zaldívar se agudizó el enfrentamiento de criterios sobre la libertad o la excarcelación de la francesa.
Políticos, funcionarios y defensores de derechos humanos convirtieron el asunto en un foco de atención, porque se sabrá en qué consiste la división de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
Es de suponerse que la SCJ se mantendrá unida para apoyar al ministro Zaldívar ante el embate de los impugnadores, encabezados por Calderón, quien mandó el mensaje de que eviten que los criminales escapen por rendijas legales.
Está, pues, por resolverse un asunto en el que debe privar el apego irrestricto de la ley, porque no es válido jugar con la libertad sagrada de las personas, con el único propósito de salvar la imagen de un policía como Genaro García Luna y sus muchachos.
Si Cassez alcanza su libertad, la SCJN tendrá que revisar miles de casos de procesos viciados, en los que un error de las autoridades, consciente o inconsciente, llevaron o llevan a inocentes a padecer muchos años de cárcel.
¿Un lío más?
A los panistas ya no les salen bien las cosas. ¿A qué se debe? Son varios los factores, entre estos, a la ambición por el poder. Ya no se paran para analizar los daños de sus acciones.
Lo anterior se ha puesto en evidencia en las campañas internas para senadores, diputados, asambleístas y jefes delegaciones azules.
Empezaron las pugnas internas desde que empezó la selección del candidato presidencial. En un juego perverso, Calderón optó por proteger a Ernesto Cordero, ex secretario de Hacienda, para ungirlo como el abanderado de su partido. No lo logró.
Sin embargo, sí alcanzó a dividir a su organización política. En esa lucha interna, la ganadora fue Josefina Vázquez Mota, que no ha podido manifestar su poder azul. Por ejemplo, no alcanzó a colocar a su gente en la lista de aspirantes a senadores.
Su dependencia a Calderón no le ha permitido actuar libremente y esto le ha disminuido su puntuación frente a los adversarios políticos, según las últimas encuestas.
Marzo, definitivamente, no ha sido el mejor mes para la candidata panista a la Presidencia de la República. Su asesor Antonio Solá no ha dado una. En este espacio señalamos que era un mal augurio, que el día que rindió su protesta como candidata, el estadio Azul estaba semi vacío. los consejeros políticos se responsabilizaron del error. A esto siguió una cadena de errores.
En la lucha por las candidaturas, el PAN ya enseñó el cobre. Se encuentra convertido en un partido político que práctica las peores acciones antidemocráticas.
En Chihuahua, el cochinero fue tal que nadie quedó conforme. El panista Javier Corral, uno de los luchadores más significativos de ese partido, fue víctima del lodazal político azul. En Sinaloa, Clouthier renunció al PAN cansado del cochinero. En las próximas elecciones participará como candidato independiente.
Las anomalías y acusaciones en elecciones internas en el PAN, se han vuelto algo comunes. Es pues, muy larga la lista de inconformidades. A todo esto hay que agregar que las viejas prácticas de acarreo de personas y todas aquellas irregularidades propias de la antidemocracia mexicana.
El último problema se registró en la capital. La historia: Lía Limón, asambleísta azul, era una de las candidatas a jefa de la delegación Miguel Hidalgo, pero sus aspiraciones fueron cortadas de tajo por el actual jefe delegacional, Demetrio Sodi de la Tijera. Este, un mercenario de la política, aplicó toda su “sabiduría” para dejar fuera de la jugada a la mencionada Lía.
Ella, quien ya estaba cansada de los panistas, denunció que la elección interna para elegir jefes delegacionales y diputados locales fue un “cochinero”.
En sus arrebatos de enojo, la asambleísta anunció su salida del PAN, un partido que está secuestrado por una “pandilla de cuatreros”, en referencia a Sodi, Mariana Gómez del Campo y a Obdulio Ávila. Recalcó que no le interesa negociar con una “pandilla de cuatreros”, pues los dirigentes panistas prefieren a los Larrazábal que “a los que somos transparentes y democráticos”.
Quizá entre sus declaraciones más importantes, Lía dijo que sacará a la luz pública todas las irregularidades de Sodi como jefe delegacional en la Miguel Hidalgo. Esperamos que cumpla su palabra.