Periodistas
¬ Augusto Corro jueves 15, Mar 2012Punto por punto
Augusto Corro
El Senado aprobó antier reformas para proteger a periodistas. Como todo mundo sabe, México es un país peligroso para la práctica del periodismo.
Del 2000 a la fecha han sido asesinados 83 informadores y de los victimarios nada se supo, ni se sabrá: la impunidad es la que predomina.
Por unanimidad los legisladores aprobaron cambios al artículo 73 de la Constitución para facultar a las autoridades federales a perseguir los delitos contra el gremio.
Así pues, la Procuraduría General de la República (PGR) podrá conocer los delitos del fuero común, cuando estos se encuentren relacionados con agresiones a los periodistas.
La violencia contra los comunicadores se ha intensificado en México y lo más lamentable es que los asesinos andan libres.
A partir de la guerra contra la narcodelincuencia, los informadores quedaron en medio de dos juegos: por un lado la fuerza pública y por el otro lado los cárteles de la droga.
Como consecuencia de esa lucha, los periodistas y sus medios han sido amenazados, secuestrados, desaparecidos y asesinados. En algunas ciudades, la información es controlada por los grupos criminales y el derecho a la información pisoteado. También la autocensura forma parte de las restricciones que padecen los informadores y sus empresas convertidas en blanco de los ataques del crimen organizado.
Se agradece el interés de los senadores y de las autoridades para reformar una ley que beneficiará al periodismo en general, pero…
La aplicación de la nueva ley no será suficiente si no se realizan las acciones preventivas para proteger, realmente, a periodistas, medios y a las libertades de expresión e imprenta.
Debe demostrarse con hechos, la esencia de las reformas mencionadas, así como su propósito de salvaguardar la vida y los intereses de los profesionales de la información.
Los senadores ya cumplieron con aprobar la ley, ahora cabe preguntar: ¿Quién se encargará de vigilar su aplicación? ¿De qué servirán las reformas mencionadas si las propias autoridades deciden no ponerlas en práctica?
La abulia o el desinterés por esclarecer los crímenes ha sido la conducta constante de los representantes de la ley. ¿Con las reformas cambiará la actitud de los encargados de impartir justicia? Lo dudo.
Recaptura lejana
La recaptura de Joaquín Guzmán El Chapo se ve cada vez más lejana, pues cuenta con una red social muy vasta en todo el país.
Lo anterior fue señalado por el vocero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), general Ricardo Trevilla Trejo. Dijo que “no lo vamos a agarrar, a El Chapo no le gusta la cárcel y va a hacer hasta lo imposible para mantenerse prófugo. Joaquín Guzmán Loera ha aprendido a ocultarse, a moverse, tiene muchos contactos y eso cada vez hace más difícil su recaptura”.
El vocero militar realmente explicó, sin darle vueltas al asunto, lo que significa ir tras uno de los delincuentes más buscados en el mundo, que inclusive hay quienes lo comparan con el terrorista Osama Bin Laden, abatido por el ejército estadounidense.
Agregó que el Ejército mantendrá sus tareas de inteligencia para tratar de ubicar y asegurar a El Chapo, aunque “insistió que antes de que concluya el sexenio resulta casi imposible”.
Con esa declaración, el vocero militar sepultó la ola de rumores y declaraciones sobre la supuesta fallida recaptura del sinaloense en una mansión costera de Los Cabos, que tanto vuelo le dieron algunas dependencias oficiales.
El Chapo se fugó de la cárcel de Puente Grande (Puerta Grande) en el 2000, a los pocos días de que Vicente Fox asumió el poder como presidente de México. A partir de esa fecha, la recaptura del sinaloense se convirtió en el dolor de cabeza de los gobiernos panistas.
Sobre el tema, se han tejido toda clase de opiniones y especulaciones; pero sólo una es la que vale: El Chapo anda libre y su negocio de las drogas lo ha colocado entre los hombres más ricos del mundo.
Se vale soñar
Los funcionarios panistas están cortados por la misma tijera. El ex presidente Vicente Fox siempre pensó que gobernaba un país de ensueño. Para el guanajuatense México era Jauja. También para su familia. Vivía en un mundo ficticio, para su conveniencia.
A Calderón le ocurre lo mismo, pues celebró, con el corazón henchido de alegría, que la calificadora Goldman Sachs haya pronosticado que México será la séptima economía del mundo… para el año 2020.
Eufórico Calderón dijo: “eso me parece una buena noticia para todos los mexicanos”. Sinceramente, no se ve por dónde se encaminará el futuro de nuestro país, cuya economía está colgada de alfileres, debido al pésimo gobierno de los panistas y a la amenaza de los conflictos financieros y económicos derivados de la globalización.
Encontrar la ruta del progreso llevará muchos años. Los problemas son múltiples y no se ven las soluciones. En el renglón de la ciencia, uno de los pilares en que se sostiene la India, México está muy atrasado. Los programas en materia de educación no prometen gran cosa. Hay siete millones de jóvenes, por lo menos, que no estudian ni trabajan.
En México, los problemas ancestrales siguen sin solución. En la Sierra Tarahumara, los rarámuris enfrentan problemas de hambruna, para citar un ejemplo de lo que ocurre en las etnias, en las que más de 15 millones de indígenas no han alcanzado los beneficios del progreso económico.
Más de cincuenta millones de mexicanos se encuentran en la miseria. El desempleo llegó para quedarse y también son millones los mexicanos que no tienen trabajo. El comercio informal crece incontrolable.
Las devastadoras acciones del crimen organizado han ahuyentado a los inversionistas extranjeros. En términos generales, no se ve cómo superará México, a corto y mediano plazos, tantos problemas para llegar al 2020 como la séptima economía mundial. En fin, sabemos de sobra que a los gobiernos panistas se les da mejor el soñar que el gobernar. Allá ellos.