El boom de la manipulación
Francisco Rodríguez jueves 15, Mar 2012Índice político
Francisco Rodríguez
La administración calderonista, personeros de la misma y sus groupies en los medios llevan días de intenso manipuleo de la opinión pública, en aras de defender el encarcelamiento de Florence Cassez, así y su condena de 60 años se haya fabricado con montajes televisivos, falsificación de pruebas y testigos coaccionados.
En la radio, en los medios impresos, menos frecuentemente en la televisión, los groupies -dícese de aquellos que hasta se ofrecerían a tener relaciones con quienes fervorosa e irra$ionalmente siguen—reproducen declaraciones, dan seguimiento al interesado activismo de personajes cuestionables, como la inefable señora Wallace, entrevistan por encargo a quienes coinciden con la posición oficial, y hasta elaboran sesudos “análisis” en los que concluyen que, antes que buscar justicia, el ministro de la Corte que, en su proyecto de sentencia, demanda la inmediata liberación de Cassez, en realidad busca protagonismo y beneficios políticos. Manipulación pura. O pura manipulación.
¿Hay vacunas para prevenirla?
Una es segura: la información.
Pero también existe una Guía para sobrevivir a los manipuladores cotidianos que, en 2004, publicara Juan Carlos Vicente Casado, y en la cual se detalla no sólo qué es la manipulación, sino también se ayuda a identificar a los manipuladores cotidianos.
Destaca en ese ensayo cómo es que estos manipuladores recurren a la siembra del miedo, a las adivinanzas sobre lo que pudiera suceder si…, y sobre todo a la autocompasión, lo que cae como anillo al dedo a la publicista -y manipuladora, cabe reiterar- señora Wallace.
“Una de las formas de enfrentarse a la inseguridad es hacerse la víctima. Al inducir compasión y pena en la otra persona intensifican su deseo de ayudar, y se colocan en la posición óptima para ser los receptores de esa ayuda.
“Así, los otros resuelven sus problemas y asumen la responsabilidad de haberlo hecho en el caso de que las cosas salgan mal.
“Este mundo es una pocilga, la sociedad es una mi… y estamos rodeados de miserables gorrinos que nos hacen la vida imposible con su hedor. Suena fuerte, ¿eh? Pues en el fondo es la visión del mundo que intentan imponer los manipuladores cotidianos que se hacen la víctima (un pelín exagerada, pero…).
“Una de las estrategias más útiles para conseguir cooperación de otras personas es inducirles compasión, pena. Además, es una emoción pretendidamente positiva al contrario de lo que sucede con la culpa, la ira, la vergüenza o la tristeza. La otra persona ve que aquel pobrecillo efectivamente lo está pasando fatal y necesita una ayuda urgente exterior. Hay que tratar al prójimo como a uno mismo (¿dónde dice que mejor?).
Al conseguir que las otras personas se ablanden el manipulador cotidiano consigue su objetivo: Que resuelvan sus problemas por él mismo. Les está vendiendo su visión del mundo, sus reglas, está dificultando las relaciones con el resto de potenciales avisadores de que es un aprovechado (por culpa de ellos está así), y al final se sale con la suya”.
Se trata, cual se ve, de profesionales en el manejo de las emociones y de los sentimientos, por lo que las leyes les valen madre. Lex dura lex, dice el añoso adagio latino. Y sí, la ley es dura, pero es la ley. Y de lo que aquí y ahora se trata es de hacer prevalecer a ésta, a la ley, por sobre los afanes protagónicos de Genaro García Luna, quien por aquellas épocas del show que obligó a estelarizar a Cassez, se desempeñaba como émulo de J. Edgar Hoover con su AFI a la que él mismo calificaba -yo lo oí- como “el FBI mexicano”. Igualito, sí, que Xochimilco (jejeje) es “la Venecia mexicana”.
Pueden, sí, estos manipuladores conseguir que la arbitrariamente inculpada de secuestros se quede en la cárcel. Pueden, también, llegar al caso extremo de que se violente la Constitución “reponiendo el procedimiento” y, en consecuencia, juzgar dos veces por el mismo delito al objeto de sus odios y sus miedos. Pero ese poder se volteará en contra de ellos, en contra de la sociedad al lado de la cual dicen estar.
Porque, ¿qué tal si ahora montamos para los medios un show garcialunático en el que el aparentemente fallecido hijo de la señora Wallace aparezca, digamos, como contrabandista?
Y que ella presente pruebas de que no fue así, pero el peso del show sea mayor y por tal resulte condenado. Porque el otro adagio persiste: “Los carniceros de hoy serán las reses de mañana”.
Índice Flamígero: ¿Quién es Jesús Hernández Alcocer, que se ostenta y cobra como amigo del secretario de la Defensa Nacional, y con pistola de oro a la cintura, dice ser el único que puede conseguir que las dependencias del sector de seguridad compren a los proveedores que él diga? Debe ser muy poderoso, en efecto, pues la dependencia a cargo de García Luna le ha comprado 38 mil millones de pesos, por asignación directa, en los últimos años.