Berenjenal
¬ Augusto Corro lunes 12, Mar 2012Punto por punto
Augusto Corro
Quienes se encargan de la impartición de justicia tendrán que explicar pormenorizadamente de qué va el asunto. Nos referimos al affaire de la francesa Florence Cassez, cuya libertad inmediata fue propuesta por el ministro de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar. El tema llamó la atención porque Cassez ya fue juzgada y sentenciada a 60 años de cárcel, después de los trámites que imponen las leyes mexicanas, en tiempo y forma.
Es decir, el tiempo que fija la ley para la defensa de un acusado debe cumplirse al pie de la letra. Así ocurrió con Cassez. Legalmente, el affaire concluyó y la francesa fue enviada a la cárcel a pagar sus delitos. Hasta este punto, se entiende el proceso penal porque se aplicó el sentido común: un delincuente que es aprehendido por la policía es acusado de secuestro, se le comprueba su falta, es juzgado y a prisión. Tal es el caso de Cassez.
Sin embargo, el conflicto se agudizó porque en un supuesto afán publicitario, la policía montó un espectáculo con el propósito de mejorar su imagen. Esta anomalía es la que ha servido a los abogados para impugnar el juicio.
Entonces, a los profanos en leyes nos interesa saber dónde termina la violación procedimental y dónde empieza la comisión de un delito. En cristiano: hubo irregularidades en la aprehensión de la francesa, pero sí es secuestradora. Por eso mismo fue procesada y condenada.
Ahora, punto importante es la subjetividad con que es tratado el asunto, porque después de varios años, salta el ministro de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, con un proyecto en el que propone la libertad inmediata de Cassez. ¿Y las víctimas? ¿Ya habrá escuchado el ministro a aquellas personas que sufrieron el infierno del secuestro a manos de la banda Los Zodicaco, encabezada por Israel Vallarta Cisneros, novio de la francesa?
¿Cuántos inocentes se encuentran en las cárceles por los intereses personales y caprichos de los jueces? Porque, el juicio a Cassez que presenta anomalías, es lo mismo que le sucede a miles de personas que son llevadas ante la justicia.
¿Acaso todos los procesos son limpios, ordenados, justos desde que llega un detenido ante el ministerio público?
Por eso, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, advirtió que de aprobarse la propuesta del ministro Zaldívar se sentaría un precedente histórico que abriría el camino para que otras personas recurran a esta estrategia de defensa para conseguir su liberación.
Es importante recordar que el gobierno francés solicitó a México que Cassez cumpliera su sentencia en su tierra. Las relaciones diplomáticas entre ambos países se tensaron porque la justicia mexicana se negó a esa demanda.
El expediente de Cassez se olvidó hasta esta fecha en que el ministro Zaldívar está empeñado en que se reviva el asunto de una mujer que ya fue juzgada y sentenciada.
Hoy, la señora Isabel Miranda de Wallace, ex activista social y candidata del PAN al gobierno capitalino, fijará su posición en este asunto complicado. No es remoto que si sus puntos de vista son los que triunfan, logre una mejor posición en la contienda electoral que apenas empieza.
Para el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CNDH), Luis González Placencia, la violación de los derechos consulares y las deficiencias en el proceso penal de Cassez, favorecen la postura del ministro Zaldívar.
Así pues, ante las opiniones dividas, ni siquiera el rey Salomón sería capaz de dejar satisfechas las inquietudes e interrogantes que se plantean en una sociedad que cada vez entiende menos el actuar o el proceder de los representantes de la ley con sus singulares caprichos e intereses. Población indefensa El viernes Guadalajara, Jalisco, se convirtió en un escenario de violencia y muerte.
Cuatro personas perecieron y los bloqueos se multiplicaron por toda la ciudad. Por lo menos veinticinco coches, autobuses y trailers fueron secuestrado e incendiados.
Lo anterior obedeció a la respuesta del crimen organizado por la captura de dos de sus principales líderes: Erick Valencia Salazar, El 85, del Cártel de Jalisco Nueva Generación; y de su lugarteniente Otoniel Mendoza, Tony Montana.
El caos se apoderó de la Perla Tapatía y las escuelas suspendieron sus actividades, los comercios cerraron sus puertas y la circulación vehicular afectó la comunicación con los municipios conurbados. En centros nocturnos disminuyó la actividad del fin de semana y hasta los jugadores del Cruz Azul que jugaron contra las Chivas, tuvieron que extremar sus precauciones. En el aeropuerto internacional hubo cancelaciones de vuelos y demoras por el mismo problema.
La violencia desencadenada se repite en las ciudades donde los cárteles de la droga luchan por la posesión de las plazas o las mejores rutas.
Ante la imposibilidad de la fuerza pública para controlar la ola de violencia y muerte, la población indefensa es la que resiente los daños de esta guerra interminable.
La tranquilidad que se disfrutaba en Guadalajara quedó en el olvido. Después de los Juegos Panamericanos, la capital jalisciense quedó inmersa en una ola de sangre y violencia. En los últimos días de noviembre pasado, los narcodelincuentes arrojaron veintiséis cadáveres en las principales calles de la Perla Tapatía.
Las acciones criminales de los diferentes cárteles tienen agobiada a la sociedad mexicana que observa la impotencia de las autoridades para reinstalar la paz en las ciudades como Monterrey, Torreón y Veracruz, Acapulco, Cuernavaca, Ciudad Juárez y Morelia por citar unas cuantas. Se repite hasta el cansancio que la estrategia contra el crimen organizado no ha funcionado; pero los responsables de esos planes malogrados no quieren entenderlo.