Por la revancha
¬ Augusto Corro jueves 8, Mar 2012Punto por punto
Augusto Corro
El ex panista Manuel Clouthier Carrillo va por la revancha: anunció antier su candidatura presidencial ciudadana.
De esta manera, el político sinaloense, ahora diputado sin partido, busca cobrarse los agravios que padeció como militante azul.
El Partido Acción Nacional le negó el registro como candidato al Senado, hecho que decidió a Clouthier moverse con sus propios medios en la política.
Llevó su caso a los tribunales electorales y ganó. Sin embargo, ya no quiso saber nada de su partido.
Representantes de la izquierda lo buscaron para que militara en sus filas. El Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) lo anotó en la lista plurinominal de candidatos al Senado. El sinaloense rechazó la oferta.
Así, sorpresivamente, Clouthier Carrillo se autodestapó como aspirante a la Presidencia de la República. Su participación como candidato provocará mayores divisiones en el partido de Calderón. El enfrentamiento entre Calderón y Clouthier tiene su historia. Para empezar, el segundo criticó, sin límite alguno, la lucha fallida del panista contra el crimen organizado.
Dijo que la guerra del gobierno contra el narco no ha pasado por Sinaloa.
Posteriormente acusó al michoacano de adueñarse del PAN. Su rebeldía motivó represalias por parte de la gente incondicional de Calderón. Por ejemplo, en la Cámara de Diputados, el líder azul, Francisco Ramírez Acuña, se encargó de hostigarlo hasta el cansancio.
Obvio que Clouthier, con su candidatura presidencial registrada o no por el Instituto Federal Electoral se convertirá en una piedra en el zapato del PAN. Los panistas adversarios de Calderón encontrarán en el sinaloense una opción política nueva. El rebelde Clouthier es hijo de Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, conocido como Maquío, aquel empresario y político que participó como candidato a la Presidencia por el PAN, en 1988.
Sus adversarios políticos fueron Cuauhtémoc Cárdenas y Carlos Salinas de Gortari, quien resultó vencedor, en unas elecciones controvertidas.
Ahora el hijo del Maquío anunció que registrará su candidatura presidencial con el dolor de cabeza que provocará en las filas azules de Calderón y de Josefina Vázquez Mota. Una sorpresa en todo el sentido de la palabra.
BARTLETT
Con calzador metieron a Manuel Bartlett como candidato al Senado por el estado de Puebla.
El priísta de toda la vida se convirtió al izquierdismo y logró por parte del Partido del Trabajo colarse entre los aspirantes a un escaño en la Cámara Alta.
Como informamos en otra entrega, el poblano (¿o tabasqueño?) fue rechazado por la cúpula perredista, debido al papel que desempeñó como secretario de Gobernación, en su época de priísta. También fungió como gobernador de entidad mencionada.
Bartlett, aún priísta, era secretario de Gobernación cuando en las elecciones del 88 se cayó el sistema de cómputo y ocurrieron una serie de irregularidades que le dieron el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.
Según se dijo en aquellos años, el vencedor de esos comicios había sido el candidato de las izquierdas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Este aceptó, con resignación de santo la derrota, aunque sus seguidores siguieron con la idea de que aquél proceso electoral fue fraudulento. En los últimos años de su vida política, Bartlett se convirtió en un crítico de los gobiernos en turno y seguramente esa actitud llamó la atención de Andrés López Obrador , quien lo ha apoyado para que pase a formar las filas de la izquierda.
El propio tabasqueño recomendó a Bartlett para plurinominal del PRD, pero no logró su propósito. Tuvo que ser el PT, donde AMLO tiene mayor influencia, la organización política indicada para lanzar al ex secretario de Gobernación rumbo al Senado. La coalición Movimiento Progresista ratificó la candidatura.
Bartlett es uno más de los ex priístas que han encontrado en la izquierda la manera de subsistir en la grilla a la mexicana.
Entre otros ex tricolores se encuentran el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, el propio AMLO, Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard Casaubon. No olvidar a Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas, otro más de esa pléyade de ex priístas convertidos en santones de la política, en la izquierda cómoda y convenenciera.
A pesar de su conflictivo pasado, Bartlett luce en el presente como un lópezobradorista de hueso colorado. Vaya rueda de la fortuna.
LAS CÁRCELES
Sigue de moda el tema de las prisiones en México. En esta ocasión, se trata de los autogobiernos en los penales. En el 50 por ciento de las cárceles mexicanas mandan los reclusos.
Es decir, que los propios internos se erigen en autoridad y, obviamente, sus leyes, de acuerdo a sus intereses, son las que funcionan. A causa de ese problema, los hechos violentos suceden a cada rato.
El titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) rindió su informe de actividades ante los ministros de la Suprema Corte de Justicia.
Durante su discurso convocó a abatir el autogobierno en esos centros de reclusión. También alertó sobre la grave situación que priva en las cárceles, donde los problemas se multiplican permanentemente.
Convertidas en tierra de nadie, las prisiones están transformadas en verdaderos infiernos, en donde la ley del más fuerte o más rico es la que predomina.
Por ejemplo, ya no llama la atención saber que en los reclusorios se encuentra todo tipo de armas y drogas. Sitios en los que están revueltos internos sentenciados por delitos comunes, con delincuentes del fuero federal.
El funcionario calificó de deplorable la situación en los penales y abogó porque las autoridades responsables asuman una mayor responsabilidad en el tema de la inseguridad en esos centros de reclusión. Otra voz en el desierto.