De discursos y sepulturas
¬ Claudia Rodríguez miércoles 24, Mar 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
Fernando Gómez Mont, titular de la Secretaría de Gobernación, se presentó acompañado de un aparatoso operativo militar para su protección.
No fue difícil disimular cómo dos helicópteros sobrevolaron el lugar donde se reunió el gobernador de la entidad en cuestión, Rodrigo Medina de la Cruz, el rector del Tecnológico de Monterrey, Rafael Rangel Sostmann y el propio Gómez Mont. Tampoco pasó inadvertido el numeroso grupo de elementos de la Policía Federal, de marinos y soldados que vigilaban el evento del gabinete de seguridad.
Gómez Mont hubo de contestar algunas preguntas a la prensa, sobre todo en relación a los dos estudiantes del Tecnológico que murieron en una balacera entre sicarios y elementos del Ejército. Las respuestas de Gómez Mont fueron rápidas pero inapropiadas.
En este asunto en donde los daños colaterales traducidos en vidas de inocentes que se pierden violenta y dolorosamente por la llamada “guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado”, nada que se diga es políticamente correcto.
Tras la muerte de los estudiantes del Tecnológico de Monterrey, al secretario de Gobernación se le escucharon frases absurdas como que “murieron en la línea de fuego”…y que ya se forma un frente común con el instituto académico y otras escuelas para luchar contra los cobardes que tratan de provocar fisuras en la coordinación que han emprendido los tres órdenes de gobierno en la lucha contra la delincuencia organizada.
¿De verdad tiene la academia de nuestro país que coordinarse con las fuerzas del Estado para combatir y enfrentar criminales?
Y claro, el señor Gómez Mont, cumpliendo la regla protocolaria no olvidó enunciar a las familias el pésame usual. Pero quién puede asegurar que este último obedeció a la costumbre ¿más que a lo consecuente?
A los estudiantes que apenas el lunes murieron en Michoacán en circunstancias similares que los del Tecnológico de Monterrey, ¿cuántos más habrá que sumar?
De discurso en discurso y de sepultura en sepultura. Una es la estrategia, lo otro, el resultado.
El crimen organizado, sí lo está. Quienes proponen eliminarlos, apenas balbucen discursos y disculpas.
Hoy en México es más fácil tropezarnos con una sepultura que con una esperanza, pero los sepultureros duermen y despiertan en su burbuja irreal y vergonzante.
Acta Divina… El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont Urueta señaló que en la lucha contra el narcotráfico: “tenemos que repensar las atribuciones que en materia de seguridad tiene la federación, Estado y municipios para buscar un modelo más eficiente y que ninguno de estos esfuerzos puede hacerse sin el acercamiento de la ciudadanía a la política que reconstruya la confianza sobre la cual la autoridad pueda cumplir con sus funciones y que para evitar la incertidumbre, la suspicacia y desasosiego que generan estas situaciones no hay de otra en una sociedad moderna y democrática que la autoridad construya los puentes para salir avante en estos riesgos”.