Sin rumbo
¬ Augusto Corro martes 6, Mar 2012Punto por punto
Augusto Corro
En síntesis: México navega sin rumbo. “Nadie alcanza a buen puerto si no sabe a dónde se dirige”, dijo Pedro Joaquín Coldwell, líder del Partido Revolucionario Institucional.
En el marco del 83 aniversario de la creación del PRI, el dirigente político aprovechó la oportunidad para decirle sus verdades al gobierno federal panista que encabeza Calderón.
Se refirió al incremento de la miseria en los sexenios panistas de Vicente Fox y Calderón. Según el priísta, creció en 12 millones el número de mexicanos pobres.
También planteó lo siguiente: En 2010, las ejecuciones por narcotráfico se multiplicaron cinco veces y media mayores que al inicio del sexenio.
Ante esa situación, se cayó la inversión pública. Obvio. El desempleo llegó para quedarse.
No faltó el tema de la Estela de Luz, el monumento a la corrupción.
Orador único en la ceremonia citada, Coldwell expresó un rotundo “no” a “otro sexenio de muerte y miedo”. El discurso de máximo dirigente tricolor era esperado con expectación por diferentes motivos, entre otros porque los partidos políticos participan en una intensa campaña electoral, en la que el gobierno federal participa descaradamente para llevar agua a su molino.
A Calderón no le importó anunciar cifras falsas para buscar un posicionamiento mejor en las encuestas para favorecer a su candidata azul, Josefina Vázquez Mota.
Si bien es cierto que la máxima autoridad en el país no puede sustraerse a su naturaleza política, sí debe empeñarse en ser el ejemplo de respeto a las leyes, incluidas las electorales. Sin embargo, su obsesión por evitar el regreso del PRI a Los Pinos, lo ha llevado a actuar irreflexivamente.
Las elecciones del 2006 estuvieron llenas de irregularidades, a grado tal que la controvertida victoria de Calderón “haiga sido como haiga sido” polarizó a los mexicanos. Parece que esa experiencia no sirvió de nada a los panistas.
Volvemos, pues, a nuestro asunto central que se ocupa de la violencia en México y que Coldwell recalcó en su discurso: “no” a “otro sexenio de muerte y miedo”.
Este último tema se hubiera llevado todo el tiempo del discurso de Coldwell. México se encuentra en una guerra del gobierno federal panista contra los cárteles de la droga a la que no se le ve fin.
Según las estadísticas más conservadoras, como resultado del enfrentamiento bélico, van más de 50 mil muertos, miles de desaparecidos, viudas y huérfanos. ¿Quién puede hablar de un balance positivo para el gobierno federal?
México enfrenta problemas complejos, difíciles, casi sin solución. Los gobiernos panistas los han llevado al extremo. Sus armas principales para justificar sus errores se encuentran en la corrupción y la impunidad.
Las palabras del dirigente priísta orientan al PRI hacia la necesidad de terminar la guerra fratricida infructuosa. No más muerte ni miedo. Que quede claro, la lucha contra la delincuencia organizada debe continuar, pero con otra estrategia, en la que predomine la inteligencia.
El PRI no quiere más sangre, México tampoco.
NOGOCIO VIL
En los partidos de la izquierda mexicana las relaciones internas se encuentran prendidas con alfileres. Los líderes cambiaron ideología y principios por el negocio vil.
Da más ganancias económicas ser jefe delegacional, diputado o senador, que ser un dirigente honesto, luchar por las causas de la mayoría.
La izquierda mexicana, salvo unos cuantos de sus exponentes, está sumergida en la lucha por los puestos de poder político, para transformarlos en cargos de enriquecimiento ilícito. Los ejemplos sobran.
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) la tribu de Nueva Izquierda (NI) de Los Chuchos resultó la ganadora con el mayor número de sus simpatizantes a la lista de candidatos plurinominales a las Cámaras de Senadores y Diputados.
En esa organización política ni siquiera tomaron en cuenta las sugerencias de los aspirantes palomeados por Andrés Manuel López Obrador. Quedaron fuera Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); y los líderes sindicales Francisco Hernández Juárez y Napoleón Gómez Urrutia; el ex ministro Genaro Góngora Pimentel, Alejandro Gurza Obregón, Marta Lamas, Carlos Heredia, Manuel Camacho, etc. Por otra parte a René Bejarano no le fue tan mal. Aunque él no será candidato, por su tribu, en el presente, su esposa, Dolores Padierna, sí contará con un escaño en el Senado.
Trascendió que Manuel Bartlett, el ex priista, no alcanzó a colarse en la lista de los plurinominales citados.
Amalia García, la controvertida ex gobernadora de Zacatecas, sí alcanzará el fuero del Senado, que es lo que busca, después de dejar en la ruina económica a su entidad. Aún falta por incluir a más mercenarios, perdón quise decir políticos de izquierda, en las listas de aspirantes a las cámaras mencionadas.
¿VIVIMOS EN UN MUNDO DE FICCION?
Resulta que en los próximos meses será desclasificado el Atlas de Peligros y Riesgos de la Ciudad de México con el fin de auxiliar a los capitalinos en la toma de decisiones en materia de protección civil.
Es decir, que las autoridades del Distrito Federal sí saben, me imagino que desde hace mucho tiempo, los problemas, de toda índole, que padece una de las ciudades más grandes del mundo.
Parece mentira, que con todos esos datos, las tragedias que cuestan vidas humanas, independientemente de las pérdidas materiales, no puedan prevenirse o evitarse.
Un ejemplo es el daño que sufren miles de capitalinos cada año por las lluvias. En algunos casos, las casas se encuentran construidas en zonas peligrosas que son amenazadas por deslaves de cerros o inundaciones. En el Atlas citado ¿no se encuentran señaladas las áreas que corren altos riesgos?
¿Tampoco están registrados aquellos lugares en los que se encuentran instaladas las gaseras?
En alguna ocasión, a raíz de la tragedia de San Juanico, se manejó la idea de que no habría depósitos de gas en zonas urbanas. El asunto se olvidó y ocurrió todo lo contrario.
Ese Atlas de Peligros y Riesgos debe ser una vacilada total. Así lo confirma el número elevado de tragedias ¿O no?