¿Va Calderón a anular la elección?
Roberto Vizcaíno lunes 27, Feb 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Así evitaría pasar a la historia como el panista que le regresó la Presidencia al PRI
- Las encuestas que colocan persistentemente a Peña Nieto arriba, lo empujan a ir por la anulación
- Francisco Rojas afirma que hay que parar al Presidente y someterlo a la legalidad
Esta versión ha comenzado a correr por los espacios de la política en México.
Y tiene lógica y sustento: así no le entregaría el poder, como se lo ha prometido a sus muertos y a sí mismo, al precandidato del PRI, Enrique Peña Nieto, y mucho menos daría posibilidad a que se confirmara el escenario en el que AMLO quedaría en segundo lugar y Vázquez Mota en un remoto tercer sitio, lo cual no sería un fracaso para él, sino algo sencillamente inadmisible para su ego e historia.
Frente a éstos y otros escenarios, insistimos, ¿estaría dispuesto Calderón a provocar la anulación de la elección presidencial en curso?
Hoy, sus comentarios y acciones dejan poco espacio para no creerlo.
El contexto lo refuerza.
Las mediciones advierten desde hace tiempo que en las elecciones presidenciales del domingo 1 de julio próximo, estaría ganando el priísta Enrique Peña Nieto. Tanta es la diferencia que se mantiene en cada encuesta entre el mexiquense, la panista y el perredista, que hay quienes se refieren al de Atlacomulco, como “El Inevitable”.
Hay quienes dentro de este contexto no descartan tampoco que el triunfo se lo lleve el perredista Andrés Manuel López Obrador.
Cualquiera que sea la tendencia, lo cierto es que las mediciones más serias señalan que la panista Josefina Vázquez Mota podría ya no tener tiempo para remontar y superar los 14 o 16 puntos de ventaja que le lleva Peña Nieto.
Hay que decir que el viernes 30 del próximo mes, iniciará formalmente la campaña presidencial. Y resulta que apenas comience, también iniciará la Semana Santa.
Eso indica que apenas comience, la campaña tendrá 10 días de descanso, lo cual reduce de 90 a 80 los días de campaña.
Es obvio que luego de eso Peña Nieto y AMLO apretarán su paso, dejándole poco espacio a Vázquez Mota para hacer sus maniobras. Pocos creen también que la panista vaya a ganarles a sus dos experimentados contendientes en los 2 debates en que todos ellos participarán.
Este es el marco en que hoy se mueve la contienda presidencial y de la cual está no sólo atento, sino absolutamente dentro el presidente Felipe Calderón, como ya lo demostró.
Ese contexto es sin ninguna duda lo que evidentemente tiene más que preocupado, alarmado, al presidente panista, quien -hay testimonios- ha jurado no entregar el poder a nadie que no sea de Acción Nacional.
En su más reciente libro, “Calderón de Cuerpo Entero” -Grijalbo, 102 páginas-, el periodista Julio Scherer expone evidencias irrefutables que indican que el Presidente de la República estaría dispuesto a ir a lo que sea con tal de impedir que Peña Nieto -y menos López Obrador- gane.
En la parte final de su libro, luego de presentar versiones y testimonios sorprendentes que dejan a Felipe Calderón como un ser mezquino, sin la menor confiabilidad, afecto a la bebida, Scherer relata que Alfonso Durazo, ex secretario particular del presidente Vicente Fox, afirma:
“Calderón es un hombre sin código. En su objetivo de derrotar al adversario político no caben racionalidad ni un mínimo de juego limpio. El ‘haiga sido como haiga sido’ en estado puro. De hecho, existe ya un conflicto en marcha, cada vez menos oculto el rumbo a la sucesión presidencial. La irrupción electoral de Calderón es un signo ominoso. Internamente coherente y con un patrón de decisión y de operación, nos puede llevar a una intervención presidencial en los procesos electorales con dimensiones desconocidas. Dibujada la estrategia del gobierno para enfrentar al PRI y a la izquierda, el tipo de recursos de que pudiera valerse será proporcional a la desesperación”.
Durazo no califica ni analiza sin base. Tuvo oportunidad de tratar a fondo a Calderón desde Los Pinos, cuando Alfonso fue secretario del Presidente.
Luego de recorrer y relatar la esencia de la historia reciente de Calderón, Scherer concluye:
“La política del presidente Calderón lo ha llevado por caminos peligrosos. Ante la historia es ya un hombre en entredicho”.
Es por todo esto que la intervención de Calderón ante los inversionistas de Banamex, el jueves anterior, para dar a conocer la gráfica de una encuesta que ubica a la panista Josefina Vázquez Mota a 4 puntos de distancia del priísta Peña Nieto, tiene -entre otros evidentes propósitos- dejar en claro que no se abstendrá de intervenir en la elección presidencial durante los tres meses que faltan a este proceso.
Cabe recordar que no es ésta la primera vez que lo hace. Ya en las elecciones de 2009, cuando se renovó la Cámara de Diputados, hizo más o menos lo mismo y fue encontrado culpable de violar la ley por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero como no hay sanción, su interferencia electoral quedó en la impunidad.
Al hacer lo que hizo en ese encuentro con los de Banamex, es entonces una reincidencia.
¿Qué acaso Calderón no sabe, no está consciente de que por una acción de esta naturaleza puede llevar a la anulación del proceso electoral en curso?
Calderón no sólo es político, Presidente de México y ex diputado, sino abogado y por todo eso sabe bien que precisamente eso puede ocurrir… que sus intervenciones pueden derivar en la cancelación del proceso, y es muy posible que eso es lo que quiere que ocurra.
Si ya el Trife anuló la elección de Morelia porque un boxeador se puso el logotipo del PRI en el calzoncillo, ¿no podría ocurrir que una manifestación abierta del Presidente de la República en favor de Vázquez Mota pudiera derivar en lo mismo?
De ser este el objetivo, Calderón estaría con ello buscando entregarle el poder, insistimos, a un presidente interino que seguramente no sería del PRI o del PRD, y diferir varios meses la elección presidencial, para que la candidata blanquiazul pudiera entonces sí, en el proceso siguiente, alcanzar y rebasar a sus contrincantes, especialmente al del PRI.
Así él ya no tendría que entregarle la Presidencia ni al priísta Peña Nieto y mucho menos al perredista López Obrador.
¿Será?
HAY QUE PARARLO: ROJAS
En esta misma línea, el coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas, advirtió que la violación cometida por Calderón el jueves pasado, podría ser apenas el adelanto de lo que viene.
“Los priístas no podemos dejar que esto pase inadvertido, porque si no, esto puede ser la antesala de lo que vamos a ver en los próximos meses.
“Si ahora, que estamos en el periodo de silencio, el Presidente hace uso de la palabra para decir lo que dijo y violar la ley, seguramente en los próximos días vamos a ver cosas peores… no quisiera ni siquiera especular sobre qué más puede pasar”, reflexionó.
Recordó luego que el Trife ya sancionó una vez a Calderón por violar la Constitución.
“Hoy lo vuelve hacer… esto ya se convirtió en una guerra partidista donde el jefe de las instituciones nacionales también ya tomó partido”, afirmó.
Rojas pidió que su partido exija al IFE iniciar un “procedimiento especial sancionador” contra Calderón, “por vulnerar los principios constitucionales de imparcialidad y equidad que deben imperar en el proceso electoral, y por promover un acto anticipado de campaña para favorecer ilegalmente a la virtual candidata panista, Josefina Vázquez Mota”.
Hay que evitar que Calderón construya el escenario que pueda afectar el desarrollo pacífico y democrático de la elección del 1 de julio, señaló.
REVISIÓN A FONDO
En otro contexto, el coordinador de los senadores del PRI, el sonorense Manlio Fabio Beltrones, anunció que en razón de proteger los recursos de la nación y los mexicanos, su bancada analizará a fondo el acuerdo bilateral México-Estados Unidos sobre el reparto de los yacimientos petroleros que se localizan en la plataforma marítima común, a fin de que no se cometa ningún atropello.
El acuerdo, firmado recientemente por ambos gobiernos, deberá ser ratificado por el Senado para tener validez legal.