Calderón y el PRI, la guerra
Roberto Vizcaíno jueves 23, Feb 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Los hechos indican que la salida de Humberto Moreira no alivió la confrontación
- Al denunciar a Luisa María Calderón, Coldwell puso contra la pared al Presidente
- La respuesta de Cocoa la hunde y obliga a la Fepade a abrir la investigación
Si Felipe Calderón y Gustavo Madero, o algunos otros creyeron que con la salida de Humberto Moreira de la presidencia del CEN del PRI se iba a distensionar la confrontación entre el gobierno del PAN con el tricolor, seguramente ya saben que estaban equivocados.
Hoy no pueden estar peor las cosas entre ambos. Ahora mismo entre Calderón, el PAN y el PRI se vive la guerra. Y cuando hay guerra se busca no sólo el sometimiento, sino el exterminio.
Con el ex gobernador quintanarroense Pedro Joaquín Coldwell a la cabeza del PRI y con Enrique Peña Nieto como precandidato presidencial, Felipe Calderón y Gustavo Madero están probando que no pueden ya seguir golpeando impunemente al Revolucionario Institucional.
Hoy lo que tienen enfrente Calderón, Madero y el PAN es a un conglomerado de fuerzas y poderes debidamente armado y listo para el combate.
De entrada, Coldwell ya les volteó el escenario de la guerra y ahora quienes se encuentran en la picota judicial y mediática son el gobierno federal, el PAN y su hermana Luisa María Calderón.
De paso, el senador quintanarroense ha conseguido introducir entre los mexicanos y extranjeros, la denuncia de que Felipe Calderón es un presidente que utiliza a las instituciones del Estado a su cargo, para golpear a sus opositores.
El primer gran bazucazo dentro de esta nueva etapa de la contienda Calderón-PAN vs PRI, fue sin duda la advertencia y denuncia hechas el lunes 13 de este febrero por Coldwell, previo al cambio de titulares de la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales de la PGR.
Salir a decir ese día que Calderón removería a un fiscal electoral eficiente, porque no se prestó para criminalizar la elección a la gubernatura de Michoacán, fue devastador para el presidente panista.
Y la puñalada final se la dio el propio Calderón, al ejecutar la noche de ese mismo lunes la remoción a favor de Imelda Calvillo Tello, una ex delegada de la PGR en Puebla-Tlaxcala que tenía como antecedente el haber sido investigada e inhabilitada por vínculos con el narcotráfico. El asunto derivó en eso porque dejó en libertad a dos zetas con quienes su marido tenía una relación económica.
Al remover al fiscal José Luis Vargas Valdez, Calderón confirmó lo que Coldwell había advertido y denunciado.
Días después, el dirigente nacional del PRI reunió al coordinador de los diputados de su partido, a Francisco Rojas y junto con otros legisladores dieron a conocer un informe de la Auditoría Superior de la Federación que reprobaba al gobierno de Felipe Calderón y lo dejaba como una administración altamente ineficiente, frívola y corrupta.
Los siguientes días los medios informativos dieron cuenta de los diversos sectores abordados por ese informe de la Auditoría Superior de la Federación y su titular recorrió profundizando en lo que se encontró en las diversas áreas del gobierno de Calderón.
El par de golpes en plena época electoral, fueron demasiado para el Presidente de la República quien arremetió a su vez, a través del PAN y otros de sus cercanos, contra el recién llegado gobernador priísta de Michoacán.
Calderón regresó a inducir el tema de que Fausto Vallejo había llegado gracias a la operación electoral del narcotráfico michoacano.
El ariete fue el líder formal de Acción Nacional, el chihuahuense Gustavo Madero, quien en entrevistas radiofónicas acusó a Vallejo de ser un descarado y de no tener vergüenza.
El contraataque no se hizo esperar. Pedro Joaquín Coldwell regresó a la escena para anunciar que demandaría a Luisa María Calderón, la candidata panista perdedora en la contienda a la gubernatura de Michoacán y hermana del Presidente de la República, por la compra de votos a través del reparto de “billetazos” y de beneficios previstos en los programas de Sedesol.
Como prueba Coldwell presentó la grabación de una llamada telefónica donde se escucha a Cocoa -que así conocen a Luisa María Calderón-, decir que había que repartir “billetazos” para poder ganarle la candidatura del PAN al gobierno de Michoacán, a su contendiente interno y compañero de partido, Marko Cortés Mendoza.
Este mismo hecho fue denunciado en su tiempo por el mismo Cortés Mendoza.
Eso fue aclarado por Coldwell quien también dijo que la grabación de la llamada telefónica la había conseguido de un diario de Michoacán que fue el que la sacó a la luz pública.
La denuncia del PRI contra Luisa María Calderón fue presentada la tarde del lunes 20 ante la Fepade que ahora encabeza Imelda Calvillo Tello.
Así el golpe de Coldwell y el PRI fue triple:
1.- Expone como una política corrupta a Luisa María Calderón, hermana del Presidente y la muestra como una candidata que echa mano de viejos métodos atribuidos a priístas.
2-. Le quita la bandera a Calderón y a Gustavo Madero, y de paso a los otros panistas, de que el priísta Fausto Vallejo haya sido quien cometió fraude en la elección a gobernador en Michoacán. Con la grabación queda confirmado que fue la panista y sus operadores quienes repartieron dinero y compraron votos.
3.- Y pusieron a prueba a la nueva titular de la Fepade, que está obligada a abrir una investigación contra Luisa María Calderón como su primer gran asunto por resolver.
En vez de negar los hechos denunciados por el dirigente del PRI, Luisa María Calderón, Cocoa, advirtió que contrademandaría a Coldwell por espionaje.
La respuesta de la hermana de Calderón sirvió para que los priístas se regocijaran y a su vez dijeran que con su advertencia Luisa María se había echado la soga al cuello.
“La licenciada Luisa María Calderón Hinojosa -ex candidata del PAN a la gubernatura del estado de Michoacán-, declaró ayer que iniciará una denuncia contra quien resulte responsable por el delito de espionaje, a raíz de las grabaciones en las que una voz femenina afirma su disposición a repartir billetazos, para ganar voluntades en el proceso interno de ese partido en aquél estado.
“En virtud de ello, el vocero del CEN del PRI, Eduardo Sánchez Hernández, manifestó que eso aclara las cosas, ya que la declarante reconoció que se trata de su voz y da por ciertos los hechos que denunciamos.
“Queda entonces despejado el camino para que la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales dé curso a la averiguación correspondiente a nuestra denuncia sobre distintos delitos electorales, precisando el origen de los recursos implicados en el billetazo reconocido por su autora.
“Con el propósito de auxiliar a la autoridad investigadora, proponemos la hipótesis del fuego amigo, en tanto las declaraciones sobre el billetazo se produjeron durante el proceso interno del PAN, lo cual sugiere que la misma táctica de captación de votantes pudo haberse utilizado en la elección constitucional.
“Por lo que hace a la acusación de espionaje, el vocero precisó que cuando hicimos la denuncia la grabación ya tenía varios días de circular en internet, había sido consultada por miles de internautas y, además, también se había difundido por diversos medios de comunicación.
“Eduardo Sánchez Hernández añadió que el PRI se mantendrá atento al curso de las indagatorias que seguramente emprenderá la nueva titular de la Fepade”, indicó Pedro Joaquín Coldwell en un comunicado.
En fin, la guerra va entre el PRI y Calderón.
BELTRONES
Interrogado respecto a este golpeteo, el senador Manlio Fabio Beltrones reconoció que la guerra existe:
“Difícilmente una campaña por la Presidencia de la República resulta suave, siempre aparecen las rudezas y en momentos las campañas sucias, las guerras sucias y de lodo.
“Intentar privilegiar las propuestas por encima de los denuestos, es lo que podría hablar de la calidad de los políticos, y yo espero que el PRI salga adelante”, precisó.
Indicó sin embargo que poco se puede hacer cuando existe un gobierno tan ineficaz que no puede combatir al crimen organizado y a los delincuentes ni siquiera dentro de los penales, en obvia referencia a lo ocurrido en Apodaca, Nuevo León.