El Presidente y su partido, sordos e insensibles
Roberto Vizcaíno jueves 14, Ene 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Existe una estrategia de seguridad fallida que debe ser revisada y reorientada, en la cual el principal responsable del desastre es Calderón, quien se niega a escuchar y a corregir y jala en ello a su partido, el PAN, precisó Monreal.
La oposición representada ante el Congreso de la Unión –PRI, PRD, PVEM, PT y Convergencia-, le reclamó ayer al presidente Felipe Calderón y a su partido, el PAN, abrirse y escuchar los reclamos del pueblo y dejar de lado la insensibilidad en que ambos se mueven para decretar alzas de servicios y productos y para negarse a revisar y reorientar el rumbo de la guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico.
Así la sesión de ayer de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se consumió prácticamente entre críticas opositoras hacia el gobierno panista.
La dura crítica hacia el gobierno y su presidente y partido autistas, la abrió el diputado hidalguense David Penchyna quien señaló que la Secretaría de Hacienda del Gobierno de Calderón, cuyo titular es Ernesto Cordero, simplemente no hace caso de los reclamos populares.
“El alza de precios estallada por el Gobierno con el aumento del costo de los combustibles, representa una espiral inflacionaria que será inaguantable para los consumidores y las empresas”, advirtió Penchyna.
“La Secretaría de Hacienda ha minimizado sistemáticamente la problemática de la escalada de precios, y una clara muestra de insensibilidad social, es que argumenta que se ha logrado la cifra de inflación más baja de las últimas décadas, sin considerar que el ingreso disponible de los mexicanos también es el más bajo de los últimos quince años. México vive una auténtica década perdida”, afirma.
Por ello, y a nombre de su bancada, la del PRI, exigió a la Procuraduría Federal del Consumidor informe sobre la estrategia que aplicó para evitar el aumento injustificado de precios, el número de denuncias que ha recibido en los últimos tres meses por algún alza injustificada, el de visitas de verificación que han generado las denuncias y la forma en la que los proveedores los bonificarán a los afectados.
Penchyna afirmó luego que el azúcar, el huevo, el detergente para trastes y el café soluble han aumentado dos pesos; el arroz uno cincuenta mientras que el agua y el aceite se han elevado en un peso en tanto la gasolina lo ha hecho en 88 centavos.
“Todo eso ocurre cuando las instituciones del Estado deben garantizar el respeto a la Ley y la defensa irrestricta de los derechos de quienes, además de padecer la crisis y el desempleo, son víctimas del abuso, de quienes carecen de solidaridad en estos difíciles momentos que vive México”, subrayó.
Pero el debate y la mayor inconformidad se presentó luego, cuando se puso a votación la pronta comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Ahí se dio un rosario de intervenciones de opositores quienes lo que menos dijeron es que Calderón ha fallado en su estrategia de combate al narcotráfico y la delincuencia organizada.
Por el PRD habló José Guadarrama Márquez quien mostró su preocupación porque: “en este operativo de Lomas de la Selva, en Cuernavaca, el Ejército fue mantenido al margen. Indudablemente obedece al desgaste que ha venido teniendo por darle actividades que no corresponden al Ejército Mexicano; pero ha permeado en la sociedad mexicana una serie de rumores, de comentarios en torno a la infiltración del crimen organizado en los cuerpos policiacos e incluso en éste, que al mantener al Ejército, se ha manifestado que al propio Ejército Mexicano. No queremos caer, desde luego, en una crítica al instituto armado y al más prestigiado que tiene nuestro Estado mexicano; pero sí es importante que esta estrategia la conozcamos a fondo y sepamos el rumbo que va a tener esta lucha contra la delincuencia organizada”.
Luego lo hizo el diputado priísta jalisciense Arturo Zamora Jiménez quien indicó que “en nuestro grupo parlamentario nos parece que hay muchas dudas y hay bastantes cosas que campean en el ambiente que tienen y tienen que dar respuesta. Repito, una estrategia que se anticipa es una estrategia que huele en ocasiones incluso a complicidad o a mensaje o a aviso”.
El senador Arturo Escobar y Vega del PVEM precisó: “Estamos absolutamente facultados para conocer cuál es el plan general, ¿cuál es el tiempo razonable que van a durar las Fuerzas Armadas en las calles? ¿Qué mecanismos de investigación en materia de investigación bancaria y recursos económicos se están realizando para detener el flujo de recursos económicos, de recursos de procedencia ilícita? Eso tampoco lo conocemos”.
Indicó que es incongruente que mientras en el Congreso norteamericano se cite a los secretarios de Defensa, de Marina y de la Armada de manera mensual, para conocer cómo van avanzando en la guerra en Afganistán o en Irak, en México no se haga para que los titulares de esas carteras dentro del gobierno federal informen lo que hacen a los legisladores.
Luego llegó el diputado panista Carlos Pérez Cuevas, quien alzó la voz y se quejó de que “todos sabemos de la infiltración de las células delincuenciales en los cuerpos policiacos de todos los órdenes de gobierno, y hoy en este debate que se genera, incluso de lo que se ha llamado la narcopolítica” y subrayó que si bien las fuerzas armadas están en la calle, no lo hacen por gusto.
“Las Fuerzas Armadas no han llegado a las entidades federativas o municipales porque así ellos lo hayan premeditado. Ellos han llegado por petición de presidentes municipales y de gobernadores en el trabajo de manera subsidiaria y solidaria para en conjunto atacar este flagelo”.
Pero quien puso las cosas en claro fue el senador petista y exgobernador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, quien se fue a fondo:
“En diciembre de 2006 el señor Calderón lanzó oficialmente su guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado. Lo hizo motivado por dos factores: para atender la principal demanda ciudadana en ese momento, que era la seguridad; pero también para buscar la legitimación política que no había obtenido en las urnas. Sacar al Ejército a las calles y fotografiarse con una casaca militar buscando objetivos mediáticos ruidosos y emblemáticos.
“Recuerdo muy bien que la guerra se justificó oficialmente con cuatro objetivos: recuperar territorios ocupados por el crimen organizado; desmantelar las redes de protección del narcotráfico; disminuir la violencia y la inseguridad en el país y disminuir las adicciones entre la población, sobre todo entre la población joven.
“Para ello el gobierno solicitó y la mayoría del Congreso lo concedió, armas constitucionales, legales y presupuestales, para lanzar esta guerra y ganarla sin excusas ni pretextos.
“Hoy a tres años de iniciada esa embestida tenemos indicadores y argumentos de sobra para evaluar si la guerra va por buen camino o es el momento de corregir su rumbo y su curso. Lejos de recuperar los territorios que dominaba el crimen en el 2006, sus dominios se han ampliado. Hoy existen regiones en Veracruz, Tabasco, Chiapas, Aguascalientes, Oaxaca, Guanajuato, Puebla, Chihuahua, Colima, todos los estados, donde el crimen no sólo controla la droga, sino el comercio informal, el cobro de impuestos, el secuestro, la extorsión, los taxis piratas, los giros negros, la venta de protección, la venta a comercios pequeños y medianos, todas las actividades son controladas por el narcotráfico y por el crimen organizado.
“Las redes de protección al narcotráfico siguen intactas. Buena parte del fracaso de esta guerra se explica porque el enemigo está dentro, en las propias filas de las autoridades, de los órganos policiacos. Hay una impunidad, hay una cohabitación y contubernio con los capos y con el crimen organizado.
“Hoy tenemos más ejecuciones y desapariciones en las calles, mucho más que cuando empezó esta guerra. De 2000 al 2006 pasamos a 7 mil 500 ejecuciones el año pasado, superando las 15 mil muertes violentas en la vía pública y sumando ya cerca de 4 mil las personas desaparecidas en los últimos tres años.
“Esto es un récord mundial que no lo tiene ni Ruanda ni Somalia, países que han sido acusados de genocidio y violadores sistemáticos de derechos humanos en los tribunales internacionales.
“La violencia que se ha tenido en México, no tiene precedente. La inseguridad ocupa el primer lugar de las preocupaciones, junto con el desempleo y el aspecto económico. Es enorme la preocupación de la población y se agravan las adicciones a la droga entre la población joven, que están creciendo más que el alcohol.
“Hoy los jóvenes están acudiendo a las drogas como una salida falsa frente a los problemas de desempleo y de falta de incorporación a un sistema confiable.
“En resumen, no se ha avanzado nada. Se ha potenciado el mal que se buscaba eliminar. En lugar de contener, aislar y extirpar el tumor canceroso, se ha venido a generar con más problema y ha venido a invadir el resto del cuerpo humano, que es la sociedad. Por eso es grave lo que está pasando y por eso nos sumamos a la comparecencia. Vamos a votar a favor de la comparecencia del secretario de Seguridad Pública.
“El país vive momentos aciagos. El crimen organizado ya se apoderó de toda la actividad económica. Ahora hay un gran peligro porque en los 15 estados del país donde habrá elecciones el crimen organizado estará presente y no hay autoridad”, indicó.
Es decir, existe una estrategia fallida que debe ser revisada y reorientada, en la cual el principal responsable del desastre es Calderón, quien se niega a escuchar y a corregir y jala en ello a su partido, el PAN, precisó.
Después de eso las respuestas panistas no sirvieron más que para incrementar el reclamo.