Todos tienen derecho a seguridad jurídica de su patrimonio: Ebrard
Cd. de México miércoles 15, Feb 2012- El jefe de gobierno del Distrito Federal encabezó la entrega de constancias para tramitar escrituras a vecinos de la colonia Degollado-Mexicatlalli
Porque todos los ciudadanos tienen el legítimo derecho a tener la seguridad jurídica de su patrimonio, el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, encabezó la entrega de constancias para tramitar escrituras a habitantes de la colonia Degollado-Mexicatlalli, en la delegación Iztapalapa.
En razón de ello, el mandatario capitalino aseguró que en la ciudad de México su gobierno ha hecho un esfuerzo muy grande para regularizar, pese a que las escrituras implican un trabajo complejo que, incluso, en algunos casos tardan décadas como en el barrio Degollado.
Se trata de alrededor de mil 550 predios que benefician a cerca de 2 mil familias, cuya historia arrancó como asentamiento irregular, derivado de la necesidad de personas en situación de vulnerabilidad económica.
Ante ello, en la plancha del Zócalo, reiteró que estas escrituras reconocen el legítimo derecho de propiedad de las viviendas de cada una de las familias que por años han luchado por el bienestar de su comunidad.
“Ustedes van a tener la seguridad de su propiedad, su legítimo derecho como cualquier otro, porque todos somos iguales y más el que más lo necesita, que son ustedes”, afirmó Ebrard a las familias que se congregaron en la Zócalo capitalino.
En presencia del presidente del Colegio de Notarios del DF, Ignacio Morales Lechuga y la presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa local, Alejandra Barrales Magdaleno, indicó que el trámite de las constancias que este día se entregaron deberá concluir la firma de las escrituras en el Registro Público de la Propiedad en menos de ocho semanas.
Por su parte, el director general de Regularización Territorial, Alfredo Hernández Raigosa, señaló que con esta acción se da cumplimiento a la instrucción que dio el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, para abocarse a un proceso de regularización, especialmente en sitios donde la marginalidad y pobreza había sido un facto constante en la lucha por una vivienda.