El efecto Peña Nieto
Roberto Vizcaíno miércoles 8, Feb 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- ¿Quién puede creer en la alianza de AMLO y Cárdenas, si el tabasqueño traicionó al ingeniero?
- El acuerdo entre Calderón y Josefina revela el tamaño del miedo al efecto Peña
- Pedro Joaquín dice que AMLO y Vázquez Mota le tienen sin cuidado, porque el PRI tiene al ganador
La Ley Electoral indica que la campaña presidencial inicia a partir del 30 de marzo próximo, pero en los hechos comenzó el lunes pasado.
Con la elección de la panista Josefina Vázquez Mota como candidata presidencial de Acción Nacional y con la postulación ya del priísta Enrique Peña Nieto y del perredista Andrés Manuel López Obrador, quedó integrado el contexto real de esta contienda.
Dirá usted que falta que Elba Esther Gordillo diga quien representará a su Panal en esa misma boleta, pero eso no tiene la menor relevancia, porque a quien designe no tendrá la menor oportunidad de llegar a Los Pinos, a menos que sea como invitado/a por el Presidente en turno.
Los indicadores derivados de las encuestas y tendencias marcadas por los votos dicen que los únicos que en verdad pueden acceder al máximo cargo de elección de México son los tres mencionados.
Y dentro de ese contexto hoy, como hace 6 años lo fue López Obrador, el mexiquense Enrique Peña Nieto es el candidato a vencer.
Con 20 puntos arriba de sus contendientes de PAN y PRD, a cuatro y medio meses del día de la elección, el priísta ha provocado un efecto en AMLO y su entorno y en Vázquez Mota (y en Felipe Calderón) y los suyos, que los ha obligado a replantear sus alianzas.
No se puede entender de otra forma que ayer, ambos candidatos se hayan reunido con sus respectivos enemigos internos, para sellar alianzas que les ayude a remontar la enorme distancia que guardan con el puntero.
CÁRDENAS-AMLO
Es así que López Obrador apareció junto con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para presentar el proyecto conjunto denominado “Un México para todos”, con el cual -se dijo-, sellaron su alianza para unir fuerzas entre sus seguidores y equipos, a fin de hacer posible el triunfo en la contienda presidencial.
Si esta alianza se hubiera dado hace 6 años, AMLO casi seguramente estaría de salida de Los Pinos, en lugar de Calderón. Pero, ¿le alcanzará este pacto ahora para llegar a la casona donde nació Cuauhtémoc Cárdenas hace 77 años, a inicios del gobierno del general Cárdenas?
¿Le alcanzará para remontar no los más de 20 puntos de preferencias electorales que le lleva Peña Nieto, sino sus negativos que quizá llegan al 40 por ciento, y con los cuales simplemente es casi imposible ganar la Presidencia ambicionada?
¿Quién le puede creer ahora a López Obrador su supuesta cercanía y amistad con el ingeniero Cárdenas, si a lo largo de su gestión como jefe de gobierno se dedicó a denostarlo y traicionarlo, luego que gracias a él llegó a ese cargo y de ahí postularse como candidato a la Presidencia de la República?
¿Quién podría de entre el primer círculo del ingeniero Cárdenas olvidar que López Obrador sepultó entre otros a Rosario Robles, quien quedó en lugar de Cárdenas en la jefatura de gobierno capitalino y quien desde ahí ayudó con todo a su alcance para que AMLO llegara a ese mismo cargo?
Aquí lo que cabe preguntarse es por qué Cárdenas se presta a este juego, a sabiendas de que, como en la del escorpión, la traición está en la naturaleza de López Obrador.
Pero sobre todo, habría qué preguntarse qué es lo que representa hoy el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para los quizá 10 o 15 millones de jóvenes electores que van a sufragar por primera vez y quienes no saben siquiera quien, ni qué representa para el sistema político este ingeniero.
Esos jóvenes que no habían nacido cuando en 1988 el ingeniero Cárdenas provocó el último cisma en el PRI, y con ello la transformación del sistema político pos-revolucionario.
Lo único cierto en esta alianza es que evidencia cuál es el tamaño del efecto Peña Nieto entre ellos, para que hagan a un lado sus cuestiones irreconciliables, a fin de presentarse ante los mexicanos como “aliados” cuando todos sabemos que son enemigos.
CALDERÓN-JOSEFINA
Ayer también se realizó una comida en Los Pinos entre Calderón y Josefina, encuentro en el cual se supone no sólo sentaron las bases de su alianza de conveniencia, sino que presentaron una cara pública que no tienen: la de la amistad.
Como entre AMLO y Cárdenas, entre Felipe y Josefina hay diferencias irreconciliables, traiciones y golpes bajos, desacuerdos de fondo.
Para Calderón es obvio que Vázquez Mota representa el mal menor. A pesar de que hizo lo imposible porque no obtuviera la candidatura presidencial del PAN, ahora va a poner todo su empeño y recursos para que le pueda entregar a ella la banda presidencial el 1 de diciembre próximo, porque si no tendrá que hacerlo a Peña Nieto o a AMLO, lo cual para él es simplemente impensable.
Ambos, Calderón y Josefina, saben que por ahora el personaje y partido a vencer es Enrique Peña Nieto y el PRI.
Uno y otros representan no sólo los punteros para llegar a Los Pinos y ser mayoría en el Senado y la Cámara de Diputados, sino la sepultura del PAN por muchos años.
Calderón y Vázquez Mota tienen el reto de parar primero a Peña Nieto y al PRI y después a AMLO y los suyos, porque las proyecciones dicen que el escenario más probable es que el mexiquense gane y que López Obrador quede en segundo lugar, con una Vázquez Mota en un lejano tercer sitio.
Sería un golpe que el ego y el autoritarismo de Calderón no podría resistir.
De ahí, nace esta alianza blanquiazul.
Mientras, todos los aliados -enemigos reales entre ellos-, aparecen sonrientes en las páginas de los diarios, para ver quién les cree.
POR SI HICIERA FALTA
En este contexto, ayer también Vicente Fox anunció desde su rancho que ahí viene para reinventarse como candidato a la sombra, a fin de ayudar a su ex colaboradora Josefina Vázquez Mota.
“En mi calidad de ciudadano, de ex presidente de México, de miembro de mi Partido Acción Nacional, por supuesto que me reservo ese derecho y por supuesto que me verán actuando en la arena política a favor de mi partido, el Partido Acción Nacional”, anunció.
Vázquez Mota hizo mutis.
EN ESPERA
Dentro de todo este contexto mediático, Pedro Joaquín Coldwell, líder nacional del PRI, dijo que su partido espera que la PGR dé a conocer los resultados de su investigación respecto de quien, de entre sus funcionarios, fue quien filtró al diario “Reforma” que se investigaba a 3 ex gobernadores de Tamaulipas.
“Es una averiguación muy fácil de realizar. Los custodios de los expedientes son los funcionarios de la Procuraduría General de la República y están ubicados ahí mismo, en las instalaciones de la SIEDO.
“Entonces, el delito se cometió allí, en el propio edificio de la PGR. Creemos que pronto habrá las consignaciones que deben realizarse. De otra manera se estaría violando la ley”, indicó.
Por lo demás, dijo que el PRI bajo su conducción registró ya sin mayores problemas a los aspirantes a senadores de mayoría y se avanza para el registro de los que quieren ser diputados.
“Los presagios que había que el PRI tendría grandes deserciones con las senadurías, no se dieron. El proceso está caminando con normalidad en el caso de los senadores, y en el de los diputados está abierto el registro hasta las cinco de la tarde y hasta este momento está llevándose a cabo con toda normalidad.
“Una vez que los aspirantes se registren, la Comisión de Procesos Internos llevará a cabo la evaluación respectiva y emitirá su dictamen. Donde haya uno solo inscrito, se proclamará precandidato de unidad y donde haya más de uno que cumplieron con los apoyos y requisitos que señala la convocatoria, habrá convención de delegados”.
Y concluyó al indicar que ni Josefina Vázquez Mota ni Andrés Manuel López Obrador le preocupan ni al PRI ni a su candidato Peña Nieto, sino al contrario.
Es a ellos y a sus partidos a quienes les preocupa el PRI y Peña Nieto, porque ambos son los punteros en ese proceso.