Chíguil y Luna, democracia simulada
¬ José Antonio López Sosa viernes 3, Feb 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Con el paso del tiempo, la democracia que naciera en el Distrito Federal allá en el año 1997 con la libre elección del jefe de gobierno y en el año 2000 con la posibilidad de elegir jefes delegacionales se convirtió en cacicazgos.
El objeto de la democracia es la participación ciudadana en el ascenso y el ejercicio del poder, las comisiones de gobierno precisamente son temporales con el objeto de evitar feudos de poder donde un grupo o una persona controle los mismos durante largo tiempo.
A 15 años de esta apertura a la democracia en la ciudad de México ya los vicios están más que inmersos en la vida política del partido en el poder, por lo menos en intención de algunos de sus pre candidatos a jefes delegacionales.
Hoy solo citaremos dos de varios que ya existen, se trata de Francisco Chíguil y Leonel Luna.
El primero fue delegado en Gustavo A. Madero en el año 2006 y pidió licencia dos años después, en 2008, tras los lamentables y trágicos acontecimientos en el antro “News Divine” donde perdieran la vida decenas de jóvenes.
El segundo fue delegado en Álvaro Obregón entre 2006 y 2009, se intuye que su voz tuvo que ver con la designación de Eduardo Santillán como candidato (y actual delegado tras ganar la elección), actualmente Luna es diputado local por el distrito XVIII y su influencia política en la gestión de Santillán ha sido permanente.
Ambos ex delegados quieren regresar nuevamente a ocupar el cargo, Chíguil quiere ser delegado de nuevo en Gustavo A. Madero y Luna quiere ser delegado nuevamente en Álvaro Obregón.
¿Qué clase de democracia significa que un delegado pretenda reelegirse tan sólo esperando el término de ley?,
¿No hay acaso nuevos cuadros dentro del PRD en ambas delegaciones?, ¿qué intereses hay de por medio para que estos dos políticos se aferren a un cargo que ya tuvieron?
Pretender que sus compañeros de partido y la ciudadanía en general (en caso que fuesen candidatos oficiales por el PRD) crean eso que lo hacen por servir al pueblo, me parece hasta insultante pues la oportunidad ya la tuvieron, lo que bien o mal hicieron está ya en el pasado en ambas delegaciones y me parece un síntoma antidemocrático lo que pretenden.
¿Estamos acaso frente a una democracia reincidente?, más bien me parece una democracia simulada, donde le cierran la oportunidad a nuevos liderazgos convirtiendo las candidaturas perredistas en proyectos personales.
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