Domingo esperado
Ramón Zurita Sahagún viernes 3, Feb 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Llegó el día esperado para los panistas, para que sea mediante el voto directo de sus militantes y adherentes como surja su candidato presidencial.
Ernesto Cordero Arroyo, Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda sabrán el domingo por la noche, si el esfuerzo desplegado en estas semanas concreta sus posibilidades de abanderar al partido blanquiazul para la contienda electoral del próximo 1 de julio, o si tienen que ir los dos mejores posicionados a una segunda vuelta.
Las posibilidades apuntan hacia lo segundo, aunque la serie de encuestas que se han publicado muestra las posibilidades de que todo se resuelva el mismo domingo.
Sea quien sea el candidato(a) que decidan los concurrentes a las urnas partidistas, la contienda interna de los blanquiazules vale la pena revisarla, para ver las novedades que arroja.
Es la primera ocasión en que participa una mujer como prospecto serio y hasta puede resultar la elegida de un partido que no apoya mucho las candidaturas de mujeres a los principales cargos de elección popular.
Muestra que como siempre, desde que están el poder, el Presidente de la República apuesta por una carta, la que puede o no ser la ganadora.
Deja la constancia de que el PAN es el partido más anquilosado de los que compiten por la Presidencia de la República y que su discurso de partido demócrata ya no pega.
Certifica que el poder los vuelve a todos iguales y que los recursos ilegales que antes censuraba, ya forman parte de los activos panistas. La coacción del voto, las intervenciones telefónicas, el acarreo y otros más, son medidas denunciadas por los propios contendientes.
Denuncias por todos lados, ataques de unos hacia los otros y de la otra hacia los unos y de estos para ella, son el resultado de un largo camino que antes de 15 días quedará saldado, en caso de que no concluye el mismo domingo.
Todo lo que hicieron y dejaron de hacer quedará en el anecdotario, ya que se verá que tanto impactaron sus argumentos en cada uno de los posibles votantes y si éstos fueron capaces de impulsarlos en sus propósitos.
La moneda en el aire, se afirma, se inclinará a favor de Josefina o Ernesto, dejando atrás, nuevamente, las posibilidades de Santiago.
Creel Miranda inició la embestida por la candidatura presidencial, sacando varios puntos de ventaja a sus adversarios internos, como sucedió hace seis años. Nuevamente el senador con licencia apunta para quedarse en el camino.
Competir en una elección interna o constitucional no es lo de Santiago, ya que siempre pierde, como ocurrió con su intentona por gobernar el Distrito Federal o de convertirse en candidato presidencial.
El estilo de Santiago se encuentra lejos de una oratoria encendida. Por el contrario, es frío y desangelado y su figura no proyecta nada que jale al elector, ya sea el de casa o el de fuera.
Su paso por la administración pública (diputado, senador y secretario de Gobernación) ha sido más bien anodino, aunque ha disfrutado de las mejores posiciones en cada uno de esos terrenos.
El caso de Ernesto Cordero es similar, aunque se le reconoce amplio conocimiento en su terreno, fanfarronea demasiado con ello y se mete en constantes problemas, por un afán de mostrar superior y amplio conocimiento en su materia.
Como Santiago, Ernesto tampoco es dueño de una gran oratoria, aunque su seguridad lo salva de caer en un atolladero, comete pifias constantes que son guardadas como grandes perlas.
Con un rápido paso por la administración pública, hace recordar las épocas priístas, donde un funcionario iniciaba como subsecretario en un terreno, luego saltaba a una secretaría y terminaba en otra, para, finalmente, convertirse en candidato presidencial. Habrá que esperar el resultado del domingo.
Josefina es la que pudiera concentrar un mayor aprendizaje en la administración pública, por su paso por las secretarías de Desarrollo Social, cinco años y Educación Pública, casi tres años. Cuenta también su paso como coordinadora de campaña del candidato presidencial y la coordinación de los diputados del PRI.
Su estilo político es pausado, sin grandes aspavientos, ni mejor oratoria que Cordero, ya que su voz es suave, chiquita y aterciopelada. Lejos está de causar impacto como lo hacen los candidatos del PRD, Andrés Manuel López Obrador o el priísta Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, cuenta con un sitio privilegiado en razón de género, por lo que en caso de resultar la ganadora de la contienda interna, puede ser una moneda de cambio que le reste simpatías dentro de ese sector al (pre)candidato tricolor.
UNIDAD PERREDISTA
AMLO está decidido a enmendar los errores del pasado que lo ubicaron a medio punto porcentual del ganador de los comicios del 2006.
En esta ocasión, presenta un discurso conciliador, sin referencias a las tantas mafias denunciadas en el pasado y busca los amarres en todos los niveles que le permitan alcanzar la victoria el 1 de julio.
Sabe que a diferencia de hace seis años, se encuentra abajo en las encuestas, lejano de quien encabeza todos los sondeos, por lo que busca los mecanismos que lo acerquen al puntero.Hace seis años se negó a reconciliarse con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y éste decidió mantenerse ajeno a la campaña presidencial, por lo que ahora es una de sus principales tareas.
Por eso, el próximo martes, ambos personajes se reunirán con los dirigentes de los partidos que conforman la alianza de la izquierda y hasta se dice que ya se convenció a Cuauhtémoc para que acepte ser el primer sembrado en la lista de senadores plurinominales, algo que el ex tres veces candidato presidencial no aceptó en el pasado.