Rompiendo con el pasado
Ramón Zurita Sahagún jueves 26, Ene 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El círculo cercano del precandidato priísta, Enrique Peña Nieto, se muestra decidido a romper con inercias y compromisos del pasado, aunque en ello sacrifiquen puntos porcentuales.
Los estrategas que definen los candidatos a cargos de elección popular (gobernadores, senadores y diputados federales), son los encargados de terminar con lo que consideran círculos dañinos a la campaña que los enfila al regreso a Los Pinos.
En su propósito de romper con los compromisos del pasado buscan la forma de bajar de las candidaturas a los personajes que puedan ocasionar algún perjuicio a la imagen del candidato presidencial.
Los estrategas del precandidato presidencial no quieren nada con quienes representen cercanía con los dos candidatos presidenciales priístas perdedores de los pasados comicios. Por eso, lo que huela a cercanía con Roberto Madrazo Pintado y Francisco Labastida Ochoa queda excluido del esquema de las candidaturas, por lo que algunos prospectos al Congreso de la Unión fueron relegados de dichas posiciones.
Igual sucede con aquellos políticos que, para algunos, resultan ser impresentables, por la serie de dudas, denuncias e impugnaciones generadas durante el ejercicio del poder.
De esa forma, han sido relegados los ex gobernadores de Puebla, Oaxaca y Veracruz, Mario Marín Torres, Ulises Ruiz Ortiz y Fidel Herrera Beltrán, respectivamente, quienes buscaban la posibilidad de acceder a un escaño.Les fue negada cualquier posibilidad de que ellos o, en algunos casos, sus delfines pudiesen colarse a una candidatura de representación popular.
En el caso de Marín y Ruiz mantienen vivos, aunque con pocas posibilidades a quienes fueron sus “delfines” en la sucesión estatal y que ahora disputan la oportunidad de incrustarse como primeras fórmulas de las representaciones senatoriales.
Javier López Zavala, en Puebla, carga tras de sí el desprestigio de la administración de su protector Mario Marín y le representan un lastre pesado las acusaciones que se ciernen sobre cuatro de sus compañeros en el gabinete marinista.
La mejor opción en Puebla es Blanca Alcalá Ruiz, ex presidenta municipal, distanciada del marinismo y quien garantiza una buena cuota de votos. En esta entidad quedó relegado el ex gobernador Marín Torres, que buscaba una posición en el Congreso, aunque sus maniobras para colar a algunos de sus ex colaboradores son rechazadas una y otra vez.
Para el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, los golpes demoledores fueron aplicados sucesivamente la semana pasada.
Primero fue designado como secretario de Vinculación Política su acérrimo adversario, José N. Murat Casab, el gobernador que le antecedió en el cargo y con quien se distanció tanto, que fue uno de los operadores principales que actuaron contra el candidato priísta al gobierno estatal, Eviel Pérez Magaña.
Esa situación ya parece olvidada por los estrategas priístas, los que definieron segregar a uno de ellos y el elegido fue Ulises, tomando en cuenta que Murat Casab trae mejores amarres.Y es que el polémico Murat se encuentra emparentado con la poderosa familia Alcántara, cercana al ánimo de los mexiquenses y su hijo Alejandro fue diputado federal por el Estado de México, además de funcionario en el gobierno pasado.
Pero la vinculación de Murat Casab al CEN del PRI no fue el único golpe recibido por Ulises, ya que el más doloroso le fue aplicado en la persona de Manuel Martínez Garrigós, quien fue bajado intempestivamente de la candidatura al gobierno de Morelos, sin que mediara premio de consolación.
El ex alcalde de Cuernavaca era el puntero en todas las encuestas y se aprovechó una denuncia interpuesta en su contra por unos empresarios, para bajarlo de todo tipo de candidaturas.Le sobrevive la esperanza de que Eviel Pérez Magaña, candidato derrotado en los comicios del 2010 logre pasar el filtro para ser nominado al Senado en la primera posición de la fórmula.
A Fidel Herrera Beltrán lo relevaron de la representación partidista que tenía en varios estados del norte del país, con lo que le enfriaron los ánimos de buscar una nominación al Congreso de la Unión.
Sin embargo, otros ex gobernadores sumamente cuestionados, lograron ser insertados como prospectos para el Senado de la República, sin importar los fuertes cuestionamientos existentes en su contra.
Ismael Hernández Deras, ex gobernador de Durango, recibió señalamientos de no actuar en contra del crimen organizado que sentó sus reales en esa entidad, durante su administración. Félix González Canto, ex gobernador de Quintana Roo, señalado dentro y fuera del estado por una serie de negociaciones realizadas al amparo de su protección. Incluso, hace unos días se reveló que el también ex gobernador Mario Villanueva Madrid, lanzó fuertes acusaciones en su contra.
Patricio Martínez, ex gobernador de Chihuahua, y quien fuese baleado en pleno palacio de gobierno, es otro de los prospectos senatoriales priístas; al igual que Manuel Cavazos Lerma, ex gobernador de Tamaulipas; René Juárez Cisneros, de Guerrero y Enrique Burgos, de Querétaro, lograron el registro, aunque sus administraciones estatales son tan lejanas que es probable que, en muchos de los casos, la ciudadanía no se acuerde de ellos y lo desastroso de sus gobiernos.
EL TRIUNFO DE BARRALES
La diputada local con licencia, Alejandra Barrales, parece encontrar el hilo conductor que la saque de su estado de rebeldía contra la nominación de Miguel Ángel Mancera, como candidato al gobierno del Distrito Federal.
Esa madeja parece desenrollada ante las palabras del jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, quien consideró que sería un estupendo prospecto de la izquierda para el Senado de la República.
De consolidarse esto, seguramente, Barrales Magdaleno le alzaría la mano a Mancera Espinosa y reconocería la victoria de éste en la contienda interna por ese cargo.