El circo de Castañeda
Ramón Zurita Sahagún viernes 19, Mar 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El numerito lo tiene bien montado Jorge G. Castañeda y el espectáculo le sale espléndido al contar con buenos patiños que le permiten darle relumbre a los eventos que realiza bajo el pretexto de presentar el libro que escribió al alimón con Héctor Aguilar Camín.
Su destreza es tal que ya encontró como bautizar su gira de presentaciones: “debates presidenciales”, al que gustosamente asisten aquellos personajes que guardan aspiraciones de ese tipo.
La primera representación contó con la presencia de los senadores Santiago Creel Miranda, Manlio Fabio Beltrones y Carlos Navarrete, de quienes existe constancia de sus aspiraciones futuras, aunque en el caso de los tres los propios militantes de sus respectivos partidos las catalogan como reducidas.
Uno de los inmuebles de la Universidad Nacional Autónoma de México fue elegido como sede del encuentro entre los políticos y los escritores del libro ya mencionado.
El segundo evento fue situado en otro recinto universitario (ITAM) y lejos de suscitar un debate enconado entre los representantes de las tres principales fuerzas políticas (PAN-PRI-PRD) y los dos escritores, generó bostezos entre el alumnado, provocando el éxodo de los mismos.
Y es que Jorge G. Castañeda se apropió del escenario para sacar sus propias conclusiones como fueron el motivar a una votación para conocer si los estudiantes de este centro universitario están en favor o en contra de la legalización de la mariguana, tanto en México como en Estados Unidos de Norteamérica.
La votación mayoritaria de la propuesta de Jorge Castañeda satisfizo al ex secretario de Relaciones Exteriores, aunque motivó al secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, para convocar a los estudiantes a no consumir estupefacientes, como el mismo no lo ha hecho durante sus 47 años de vida.
Pero el afán de notoriedad de Castañeda y sus intervenciones evitaron que el debate entre el secretario Javiere Lozano Alarcón y los gobernadores de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán y la de Zacatecas, Amalia García Medina fuera más ameno.
Un Fidel apagado, una Amalia acorralada y medrosa y un Lozano moralista, fueron parte del mediocre espectáculo de Jorge G. Castañeda, ya que se dieron cuenta de que el amo del show era simplemente el ex canciller del gobierno del presidente Vicente Fox Quesada.
Incluso, Héctor Aguilar Camín (coautor del libro “Un futuro para México”), se hizo a un lado para que el lucimiento del nuevo cómico Jorge G. Castañeda fuese pleno.
En su momento, Fidel negó esta aseveración, señalando que, cuando menos en el caso de los diputados veracruzanos, no tomaban esa ruta de avión, ya que la suya salía de Xalapa.
Con todo y ello, el gobernador veracruzano se vio falto de la acostumbrada chispa con la que adereza sus comentarios puntillosos, cuando así se requiere y mostraba hasta hastío por el formato con que se desarrollaba el debate.
Tampoco Amalia lograba dar todo la enjundia necesaria a sus respuestas, ya que el formato acordado establecía tres minutos para sus posicionamientos.
Lozano Alarcón usó y abuso del tiempo suyo y de los demás para responder, basándose en los lineamientos de la política del gobierno federal y se extendió más de lo necesario sin hacer caso del invitado de piedra, el rector del ITAM, supuesto moderador del evento.
Claro que como lo hizo en la primera reunión, Castañeda clasificó al encuentro como debate entre presidenciales, ya que ubicó a los tres comparecientes como prospectos de sus respectivos partidos para la contienda presidencial del 2012.
En el caso de Fidel Herrera Beltrán ya externó su deseo de competir por la candidatura presidencial del PRI y hasta se ubica entre los tres primeros aspirantes en diferentes encuestas y en los más recientes sondeos mostró un crecimiento.
Amalia está situada como una de las pocas mujeres con posibilidades de entrar en la contienda, ya que aparece bien posicionada en muestreos nacionales referentes al género, aunque esas posibilidades se reducen a su mínima expresión y ni siquiera en su propio partido la toman en cuenta.
Lozano Alarcón no pretende tanto, ya que internamente sabe que algo que opera en su contra es su pasado, cuando se destacó por ser un furibundo militante priista durante muchos años.
*Con sus debidas reservas e interpretaciones, pero la coincidencia en generar una empresa petrolera mexicana que opere como Petrobras surgió fue un punto de concordancia entre Javier Lozano, Amalia García y Fidel Herrera.
La intención sería tener una empresa regulada por el Estado, aunque permitiría la asociación de capital privado y público, manteniendo la rectoría del Estado.
Y es que Pemex no es una empresa eficiente que se ha visto atrapada entre la corrupción y la ineficacia.
La mención de los tres políticos generada un día antes del 72 aniversario de la Expropiación Petrolera es digna de tomarse en cuenta.
Por cierto, durante la sesión de la Cámara de Diputados ocurrió un ríspido debate sobre el tema petrolero, el que fue avalado por diversas mantas que colocaron en tribuna los seguidores del movimiento lopezobradoristas, encabezados por Gerardo Fernández Noroña.
El diputado petista citó una larga lista de nombres de supuestos beneficiados con la red de corrupción que prevalece en la empresa petrolera.
César Nava, la familia de Juan Camilo Mouriño, los hijos de Marta Sahagún y otros panistas más se han beneficiado en los últimos años dijo desde tribuna el polémico legislador.
*Finalmente, fue presentada por la bancada del PAN en San Lázaro la iniciativa de reforma laboral, la que fue enviada a comisiones, por lo que el Partido Revolucionario Institucional propuso convocar al secretario Lozano Alarcón para que la explique.