Chantajes al por mayor
Ramón Zurita Sahagún miércoles 18, Ene 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Las presiones y chantajes de dos políticos priístas mantienen atada la decisión del partido para elegir a su candidato al gobierno de Tabasco y de continuar por esa ruta, la fractura se avecina. Cuando parecía que la decisión del candidato a gobernador saldría en forma tersa y por consenso, el jaloneo entre los aspirante por obtener posiciones, a cambio de ratificar la unidad en torno al favorito de las encuestas, genera fricciones de todo tipo.
Dos de estos personajes, Jesús Alí de la Torre y Humberto Domingo Mayans Canabal, aprovechan las indecisiones del partido para definir al candidato, para mover lo que parecían aguas tranquilas y pretenden descarrilar al mejor posicionado de su partido, Luis Felipe Graham.
Es Tabasco una entidad que se mantiene siempre en el filo de la navaja, entre las preferencias priístas y perredistas, alternándose los triunfos en los principales ayuntamientos y en las diputaciones, tanto federales como locales, aunque hasta ahora la izquierda no logra ganar el gobierno estatal.
La construcción del liderazgo de izquierda de Andrés Manuel López Obrador le permitió al PRD ganar posiciones de mayoría en el Congreso federal desde hace varios lustros y en la actualidad detentar dos de los seis distritos federales y las dos senadurías de mayoría.
El éxodo de priístas hacia el PRD es una constante y los principales activos de la izquierda son todos ex militantes del tricolor. El propio Andrés Manuel, el candidato a gobernador Arturo Núñez Jiménez, los aspirantes al Senado, Adán Augusto López y Pedro Jiménez León y el tres veces candidato a gobernador, César Raúl Ojeda Zubieta, entre otros.
Curiosamente, otro político que maneja su militancia a conveniencia, ya que fue del PRI al PRD y regresó al PRI, es Humberto Domingo Mayans Canabal, quien conjuntamente con Jesús Alí de la Torre, mantienen como rehén al partido.
Aliados en un principio, ya que Mayans Canabal se autonombra el constructor de la imagen de Alí, los dos políticos tabasqueños disputan ahora la supremacía en la fórmula senatorial.
Tanto Alí como Mayans quieren encabezar la fórmula senatorial como el número uno, a sabiendas de que la elección será difícil y el número dos no tiene garantizado el acceso al Senado de la República.
Humberto Domingo es el gran manipulador del proceso electoral, y el encargado del golpeteo en contra del ex secretario de Salud, Luis Felipe Graham Zapata, quien continúa siendo el favorito para ser nominado como el candidato tricolor. Viejos adversarios en el gabinete del gobernador Andrés Rafael Granier Melo, donde fungieron como secretario de Gobierno, uno y de Salud, el otro, la disputa por la candidatura al gobierno estatal acrecentó esa distancia entre ambos.
Mayans Canabal se convirtió en el protector de Jesús Alí, el único que tenía posibilidades de disputar la candidatura a Graham, aunque los principales promotores de Alí son los hermanos Neme Sastré.
Enfrentados históricamente Mayans Canabal y Neme Sastré, el primero fue desplazado rápidamente del padrinazgo de Alí, por lo que decidió garantizar su postulación al Senado, lugar que ahora le disputa su ex protegido.
La disputa por ese espacio de primero y segundo en la fórmula senatorial mantiene atrapados a los priístas tabasqueños en una red sin protección, donde los que hacen cuentas alegres y fomentan el divisionismo son los perredistas, que ven la posibilidad de agenciarse el gobierno del estado.
Y es que los perredistas cuentan con un candidato a gobernador que les abre la posibilidad de victoria, considerando que Arturo Núñez Jiménez es un político serio y experimentado, al que hasta los priístas ven con buenos ojos, por su pasada militancia en el tricolor.
Núñez Jiménez ganó de mayoría un distrito federal en sus tiempos de priísta y como perredista el Senado de la República, también de mayoría.
De no ser Luis Felipe Graham el candidato tricolor, Núñez Jiménez cabalgaría en caballo de hacienda, toda vez que Jesús Alí de la Torre (el otro priísta con algunas posibilidades) se inició como auxiliar del entonces subsecretario de Gobernación, al que le cargaba el portafolios.
Lógicamente, el golpeteo entre priístas, las patadas por debajo de la mesa y las amenazas de deserción mantienen en vilo el alma de los tricolores, los que advierten con desesperación el desgaste de los aspirantes y, especialmente, del partido.
DEBATE INSULSO
Los tres precandidatos presidenciales del PAN mostraron que sí puede existir coincidencia entre ellos y es la de evitar, a toda costa, el regreso del PRI a Los Pinos.
Fuera de ello, Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero Arroyo, dejaron ver que se encuentran muy lejanos de ser candidatos carismáticos, con arrastre popular o que representen un grave riesgo para las aspiraciones de sus adversarios ya posicionados.
El respeto prevaleció entre los aspirantes, aunque Cordero Arroyo soltó varias puyas que no le fueron contestadas como parte de la estrategia armada por sus adversarios internos.
Una y otra vez insistió el ex secretario de Hacienda en su posición de que es el único de los tres que defiende los gobiernos panistas y hasta acusó que Josefina no defendió al Presidente, ni a los secretarios de su gabinete durante su desempeño como diputada y coordinadora de los legisladores de Acción Nacional.
Cordero dejó en claro que entre los tres sí hay diferencias, ya que el país requiere de un Presidente que sepa de economía y finanzas, situación lejana a sus dos adversarios. Santiago Creel destacó que su experiencia en gobierno es fundamental, ya que marca la diferencia entre la improvisación y el conocimiento. Josefina Vázquez aseguró que de llegar a la Presidencia propondrá cadena perpetua contra políticos coludidos con el crimen organizado.