Las cifras oficiales
¬ Augusto Corro viernes 13, Ene 2012Punto por punto
Augusto Corro
Antier, el gobierno mexicano anunció que la cifra de muertos desde que se inició la lucha contra el crimen organizado ascendió a 47 mil 515 hasta septiembre de 2011.
En la información extraoficial que manejan medios de información, la cantidad de personas que han perecido en el marco de la guerra anticrimen es de 55 mil 671. Claro que la cifra de víctimas es espeluznante y los métodos que utilizan los cárteles de la droga cada vez son realizados con mayor atrocidad.
Ahora, aparecen decenas de cadáveres en las principales avenidas de ciudades como Veracruz, Guadalajara, Zitácuaro, etc: torturados, quemados o decapitados.
Conocer la cantidad de víctimas por una guerra fallida tendría sentido si los asesinatos fueron investigados y los responsables enviados a la cárcel.
La realidad es otra. Según estudios especializados, queda en la impunidad el 98.5 por ciento de los delitos cometidos en México.
Esto quiere decir que las leyes no se aplican en ningún sentido y que cualquier tipo de delincuente puede actuar sin recibir castigo por su conducta criminal.
Ese índice de impunidad alimenta la acción de grupos delincuenciales y su perfil inédito de violencia.
Por eso, los cárteles de la droga ampliaron el espectro criminal a secuestros, extorsiones, asesinatos y otros delitos. De los miles de asuntos por investigar, solo el 14 por ciento de estos recibe la atención de las policías. De ellos, únicamente el 4 por ciento culmina con la detención del culpable.
Después de conocer la cifra multicitada de víctimas registradas durante la guerra contra el narco, se procederá a conocer los nombres de los capos de los cárteles.
Mientras, las autoridades estadounidenses informaron que Joaquín El Chapo Guzmán es el narcotraficante más poderoso del mundo. En México, la corrupción y la impunidad trabajan a favor de la delincuencia organizada. ¿Sirve de algo conocer esa lista interminable de víctimas anónimas?
EL DEDAZO PANISTA
Se confirmó el rumor: la activista Isabel Miranda de Wallace será la candidata panista al gobierno del Distrito Federal.
Se trata de una mujer con una personalidad singular que demostró una valentía a prueba de fuego durante la investigación del secuestro y asesinato de su hijo.
Ella se encargó de realizar las investigaciones, capturar a los asesinos y enviarlos a prisión. Su actitud es digna de todo elogio. Sin embargo, esta nueva etapa de su vida será diferente. Convertirse en candidata del Partido Acción Nacional es apostarle a la derrota.
Ignoramos los tratos políticos que existieron entre la presidenta de la “Asociación Alto al Secuestro” y los líderes panistas, encabezados por el gris Gustavo Madero; pero consideramos que fueron muy atractivos para que la activista aceptara la candidatura azul.
En un análisis general, la señora Miranda de Wallace llegará a un partido que no tiene ninguna posibilidad de triunfo en la capital del país, que se encuentra políticamente en manos de los perredistas desde hace quince años.
Inexplicablemente, los azules abandonaron el trabajo político en el DF. Sus triunfos se concretaron en tres delegaciones políticas; Benito Juárez, Cuajimalpa y Miguel Hidalgo. Sin cuadros políticos que la apoyen, la activista Miranda de Wallace competirá con la priísta Beatriz Paredes y como se ven las cosas, con la perredista Alejandra Barrales.
La designación de la presidenta de la “Asociación Alto al Secuestro” le dará al PAN capitalino un poco de aire fresco; pero nada más. A todo esto, la cúpula del poder azul tendrá que explicar por qué aplicó el dedazo en la designación de la activista.
En el intento de llegar a la candidatura para gobernar el DF se quedaron Gabriela Cuevas, diputada federal y ex delegada; Mariana Gómez del Campo, legisladora local y líder de la bancada de AN en la Asamblea Legislativa; Demetrio Sodi de la Tijera, jefe delegacional en Miguel Hidalgo; Carlos Orvañanos, delegado con licencia en Cuajimalpa; y José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Ojalá y le vaya muy bien a la señora Miranda de Wallace en esa aventura política. ¿Sus razones? Sólo ella las sabe. Desde luego, no tenía necesidad de quemar su capital social en algo que no le funcionará.
LO QUE SE ESPERABA
¿Se acuerda de la tragedia en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora? Como se informó, en esos hechos, registrados el 5 de junio de 2009, perecieron 49 niños alcanzados por el fuego y el humo de un incendio.
Desde aquella fecha, los padres de las víctimas se empeñaron en exigir justicia que nunca llegó.
Ninguno de los responsables de esa mortandad de menores se encuentra en la cárcel. Las autoridades de los tres niveles: municipal, estatal y federal decidieron eludir la aplicación de la justicia.
Fueron acusados funcionarios de todas las áreas administrativas, incluido el gobernador de Sonora, Eduardo Bours, así como Marcia Matilde Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón Hinojosa.
El martes, los padres de los niños fallecidos en el incendio mencionado denunciaron que Marcia Matilde Gómez del Campo, socia fundadora de la guardería, fue exonerada de responsabilidades en el caso del incendio.
Siempre se pensó que tarde o temprano, la pariente de la familia presidencial sería beneficiada con el manto protector del poder. Ocurrió lo esperado.
Por su parte, los integrantes del “Movimiento por la Justicia Cinco de Junio” (en el que participan los progenitores de los niños muertos en el incendio) informaron que buscarán otras instancias de justicia en el extranjero.
Feliz fin de semana