Cd. Juárez y Calderón
¬ José Antonio López Sosa jueves 18, Mar 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Janet Napolitano enarbola la opinión que la administración Obama tiene sobre la presencia del Ejército Mexicano en Ciudad Juárez, esta es que no ha servido de nada. Necesita una funcionaria de los Estados Unidos decirlo para activar las alertas en las oficinas de comunicación y relaciones públicas del gobierno federal. Se ha comprobado con cifras que la violencia ha aumentado no sólo en Ciudad Juárez, sino en todos los sitios donde el Ejército ha llegado sin estrategia a combatir al crimen organizado, el Presidente de la República se metió en una guerra sin cuartel donde el enemigo está oculto entre las calles, las casas y las personas, por lo mismo lamentablemente miles de personas inocentes han perdido la vida en medio de este enfrentamiento que por su magnitud y decesos, puede compararse con una guerra civil.
A Calderón se le complican las cosas, no porque esté preocupado por los juarenses sino porque la muerte de tres estadounidenses permite a aquel gobierno opinar sobre lo que sucede a unos metros de su frontera con nuestro país, el caso de la violencia en Juárez toma dimensiones internacionales y una vez más en otro rubro, se prueba que la administración de Felipe Calderón ha sido ineficaz de llevar al país adelante, contrario a todas aquellas utopías que prometió en campaña.
Recuerdo muy bien que como precandidato, nos visitó en la Universidad de las Américas a quienes cursábamos el diplomado en escenarios electorales prospectivos allá por diciembre de 2005, entonces en un escueto discurso nos dijo que haría una “policía nacional” unificando las corporaciones federales, que para él combatir al crimen organizado sería sencillo porque los ciudadanos, los vecinos sabían quién y donde venden droga, y a su vez, los involucrados —como en una novela de detectives— irían desenmascarando a las cabezas hasta tumbar de raíz la estructura, esos fueron los sueños de Calderón, mismos en los que creyeron millones de personas que votaron por el en 2006.
Al día de hoy no hay una cosa ni la otra, carecemos de una policía unificada y por el contrario la PFP trabaja para cuidarle las espaldas al régimen y no para salvaguardar a los ciudadanos, el sistema de informantes que según Calderón sería la solución no existe ni en teoría, el presidente tiene una visión obtusa que no le permite tomar decisiones verdaderamente sustantivas en la materia y, además, hay quienes todavía creen que vamos por buen camino, ¡qué cosa!
Concluyo: el problema de Calderón no es Ciudad Juárez, es la imagen negativa que a él le representa, no le interesan los ciudadanos de aquella ciudad, le interesa tan sólo no salir “raspado” en su gobierno, por eso sigue con una estrategia que en lo que le resta de sexenio, no hará más que aparentar que trabaja, llevándose en medio la desgastada imagen del Ejército Mexicano.